Por qué se produjo el fin del auge de los plazos fijos UVA
En diciembre, el Banco Central aumentó el plazo mínimo para esta inversión de 90 a 180 días
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En diciembre pasado, los plazos fijos que ajustan por inflación (UVA) se volvieron una de las inversiones más demandadas del mercado para intentar resguardar el valor de los pesos. En ese entonces, los precios se habían acelerado hasta marcar un avance del 25,5% mensual, una cifra que no se observaba desde la salida de la hiperinflación en 1990.
Sin embargo, en las últimas semanas empezaron a vencer los plazos fijos que se habían constituido en aquel entonces y muchos ahorristas decidieron no renovarlos. Una de las principales razones se debe a que el 18 de diciembre último, el Banco Central (BCRA) aumentó la duración mínima que tiene que tener el plazo fijo UVA de 90 a 180 días, con el objetivo de contener la demanda y darle un guiño a los bancos tras las bajas de tasas de interés.
Aunque en un comienzo esa decisión no impactó en la demanda, a medida que la inflación se fue desacelerando esta inversión empezó a perder el atractivo. Dado que estos instrumentos están diseñados para ajustarse en línea con la inflación más 1%, una disminución en la tasa de inflación implica una menor tasa de interés nominal para los inversores. En consecuencia, aquellos que anteriormente se beneficiaban de tasas de interés muy altas ahora están viendo cómo los rendimientos empiezan a caer.
Sucede que el plazo fijo UVA toma como referencia el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que publica mensualmente el Indec, un dato que llega con 45 días de demora frente al avance de los precios. Actualmente, tiene incorporado el avance del 13,2% de febrero.
Para los meses siguientes, los economistas esperan que la inflación se siga desacelerando. Una forma de verlo es con el Relevamiento de Expectativas del Mercado que elabora el Banco Central, donde los principales analistas del país auguraron una inflación del 14,3% para marzo, 12% en abril, 10% en mayo, 8,5% en junio y 7,8% en julio.
De cumplirse las estimaciones, todos esos valores se verían reflejados en los plazos fijos UVA que se constituyan este 22 de marzo y que vencería recién a finales de septiembre. Aunque todavía la tasa es más alta que otras alternativas del mercado (el plazo fijo tradicional paga entre 5,8% y 6,1% mensual), la incertidumbre que conlleva dejar el dinero inmovilizado durante seis meses empujó a algunos ahorristas a desarmar esta inversión y buscar otras alternativas.
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