Cuáles son los productos que ganan y los que pierden con el verano
Si durante el verano no se tiene la suerte de estar frente al mar, una alternativa es quedarse en casa con el aire acondicionado encendido y un kilo de helado de fruta. Sin embargo, más allá de estos dos productos, hay otros que tienen su pico de consumo en los meses de calor y varios que registran históricamente la menor venta del año en unidades. ¿Cómo varía proporcionalmente la demanda de distintas categorías durante el año? ¿Cuáles son los ganadores y perdedores de las altas temperaturas?
María Ximena de Sousa, gerente comercial de Garbarino, dijo que por los efectos del calor hay una estacionalidad marcada en la venta de aires acondicionados, ventiladores, heladeras y freezers y, en menor medida, licuadoras y depiladoras. “Para todas estas categorías, más del 65% de la venta del año se da en el verano”, afirmó y detalló que, en el caso de los aires, inciden mucho los días calurosos, mientras que en los demás productos influyen las ventas de fin de año por las fiestas y el alto consumo del mes de diciembre.
En este sentido, de acuerdo con información de BGH de 2017, sólo en el mes de enero vendieron 227 mil aires acondicionados (un 30,11%) contra 754 mil de todo el período.
Sin embargo, durante el verano también baja la demanda de otros productos como los de lavado, calefacción y de agua caliente. Según de Sousa, en este período se registra históricamente la menor venta del año en unidades tanto para lavarropas/lavasecarropas, estufas y calefones/termotanques.
Sobre este punto, el director comercial de Frávega, Alejandro Taszma, explicó que no es que no se venden estufas, sino que hay una demanda mínima. “Hay una estacionalidad en las categorías. Mayo, julio y agosto son meses en los que se vende un montón en calefacción. Lavarropas arranca en abril hasta agosto y la temporada alta de televisores es también entre abril y agosto porque la gente no sale por el frío”.
Siguiendo a Taszma, en un año no mundialista, entre abril y agosto se da el 55% de la venta de televisores, contra un 45% entre julio y diciembre. En cambio, en un año mundialista como este, la relación es de 65% contra 35%.
Helado, heladooo
Con el mayor consumo registrado entre septiembre y abril, meses en los que se producen hasta un 70% de las ventas, el helado tiene su pico máximo de demanda en diciembre. “Además de las temperaturas, en diciembre, tenés las fechas fuertes del 24 y el 31, que son los días de mayor venta por las fiestas. Se compra helado para llevar al hogar ”, explicó Ricardo Cortes, responsable de marketing y comunicación institucional de Grido.
Según él, más allá de las celebraciones, no hay una fórmula según la cual si se pasan los 30° grados se consumen más helados, sino que la venta depende más de la amplitud térmica: Si hay varios días de clima fresco y luego uno de mucho calor, hay un pico de consumo.
Otra cosa que favorecen las altas temperaturas es la compra de palitos de fruta y helados frutales. De acuerdo con el presidente de la Asociación de Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (Afadhya), Gabriel Famá, el primer puesto en sabores se lo lleva todo el año el dulce de leche, seguido del chocolate, pero, mientras, en épocas veraniegas el tercero es frutas y el cuarto cremas, esta dupla se da vuelta en invierno. “Todo pasa por un tema de sensación. La gente busca refrescarse y no un consumo calórico, lo que se revierte en épocas de frío cuando se buscan más gustos que contengan chocolate, dulce de leche o cremas”, puntualizó Famá.
Si bien desde hace 10 años la estacionalidad es menos marcada, sigue atada al termómetro siendo junio el peor mes de ventas. Sin embargo, las empresas tienen estrategias para contrarrestar esto, más allá de las heladerías con cafetería. Por ejemplo, Ariel Davalli, director de Chungo, dijo que los locales en los shoppings son menos vulnerables a la estacionalidad porque se manejan más por la temporada de los centros comerciales. “Si bien se vende más en diciembre, enero, febrero y marzo, la curva es más pareja durante todo el año. Las vacaciones de invierno en julio compensan el mes de mayo y junio. Después está el Día del Padre y el Día de la Madre. Los locales de los shoppings se manejan más por la circulación de los shoppings”.
Por último, Grido decidió combatir el frío con una línea de productos congelados como pizzas, pechuguitas de pollo y bastones de queso. “La idea es incorporar más productos que tienen una estacionalidad inversa al helado porque se prende más el horno en invierno que en verano. Hoy siguen la curva del consumo de helado, pero de a poco deberían venderse más en los meses de menos calor”, concluyó Cortes.