Aunque no pisará el país, enviará un telegrama "interesante" a los argentinos

ROMA.- El Boeing 777 de Alitalia que llevará el lunes próximo a Francisco a Chile sobrevolará la Argentina, país al que le enviará un telegrama "interesante".

Así lo adelantó ayer el vocero papal, Greg Burke, al ilustrar los detalles del 22° viaje internacional del Pontífice, que lo llevará a Chile y Perú, muy cerca de la Argentina, que sigue a la espera de una visita del exarzobispo porteño. Consultado sobre por qué el Papa aún no viajó al país -aunque visitó otros países de la región-, Burke fue muy cauto. "Digamos que para los detalles es mejor que dejemos que sea el Pontífice quien responda -dijo-. Pero, mientras tanto, el hecho es que debemos pasar sobre la Argentina, por lo tanto debe enviar un mensaje y entonces será un telegrama interesante".

Es una práctica usual del protocolo del Vaticano que cada vez que un papa sobrevuela el espacio aéreo de un país envíe un telegrama de salutación a sus autoridades y a su pueblo. Si bien el formato de este tipo de mensaje suele ser siempre muy parecido y protocolar, Burke dejó entender, sin embargo, que en esta ocasión, al tratarse del país de Francisco, el telegrama que enviará tendrá un carácter menos formal y más especial. Tanto es así que algunos periodistas italianos especularon con que el telegrama podría contener el anuncio del tan demorado viaje. Algo "totalmente inverosímil", según aseguraron fuentes del Vaticano consultadas por LA NACION.

Lo cierto es que el hecho de no haber viajado a su tierra natal es como una herida abierta en la Argentina, como dijo ayer el vocero de la Conferencia Episcopal, Jorge Oesterheld. "Es doloroso que pase por arriba de nuestro país y aterrice en otro lado", afirmó en Radio Mitre. "Nos cuesta a los argentinos digerir esto. Pero tenemos que tener confianza en que en cuanto él pueda, vendrá a la Argentina, tendremos su presencia y su palabra. Está buscando el momento, tiene una agenda complicada".

Al margen de anunciar un telegrama "interesante", Burke adelantó detalles del programa que no se conocían del inminente viaje. Uno de ellos es que al final de la misa que Francisco celebrará el jueves próximo en Iquique, al norte de Chile, el Papa saludará a dos víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet, "que le entregarán una carta", dijo.

Por otro lado, el vocero no descartó que Francisco pueda llegar a reunirse en Chile con víctimas de abusos sexuales. "No está en el programa, pero no es imposible", señaló, al admitir que "claramente, se trata de un tema importante" y al evocar que "los mejores encuentros [del Papa] siempre se dan en forma privada".

El vocero sí descartó que Francisco vaya a hablar durante el viaje del reclamo a Chile por parte de Bolivia de una salida al mar. En 2015, durante su gira a Bolivia, el Papa sí toco este tema de altísima susceptibilidad.