Brasil, en alerta por un posible caso de ébola

RÍO DE JANEIRO.– Brasil entró ayer en estado de alerta ante la aparición de un caso sospechoso de ébola. El Ministerio de Salud informó que se pusieron en marcha todos los protocolos de seguridad cuando fue notificado que un brasileño recientemente regresado de Guinea presentó los síntomas del virus en la ciudad de Belo Horizonte (Sudeste).

El paciente, de 46 años, cuya identidad no fue revelada, volvió del país africano el viernes pasado, y a los dos días comenzó a sufrir fiebre alta, dolores musculares y jaqueca. Pero recién anteanoche buscó asistencia en una Unidad de Pronta Atención (UPA) en el barrio de Pampulha, en la capital del estado de Minas Gerais, donde fue estabilizado, y ayer, en medio de fuertes medidas de seguridad, se decidió someterlo a las pruebas para confirmar si está enfermo de ébola.

Por precaución, todos los médicos, pacientes y empleados que estuvieron en contacto con el hombre fueron aislados, entraron en cuarentena y la UPA fue clausurada hasta nuevo aviso.

Ayer al mediodía, el paciente fue llevado –primero– al Hospital Eduardo de Menezes, de Belo Horizonte, y por la tarde un equipo sanitario proveniente de Brasilia lo trasladó en un avión de la fuerza aérea hasta Río de Janeiro, donde se le harán los tests pertinentes en el Instituto Nacional de Infectología Evandro Chagas, centro de referencia para todo el país.

"Es importante tranquilizar a la población. En cuanto tengamos el resultado del primer examen [en 24 horas] haremos una nueva comunicación a través de la prensa con los próximos pasos a ser adoptados, en caso de que el resultado sea positivo o negativo", señaló el ministro de Salud, Marcelo Castro.

Si el test diera negativo, se volverá a realizar otro examen 24 horas después para descartar totalmente la peligrosa enfermedad, que desde diciembre de 2013 tuvo un fuerte brote en Guinea, Sierra Leona y Liberia.

El año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la epidemia en esa zona de África, donde el virus se cobró la vida de más de 11.000 personas en casi 28.000 casos.