Carles Puigdemont sabía que la independencia catalana era inviable sin la Unión Europea y lo ocultó

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont , sabía que la declaración de la independencia de Cataluña iba a ser un golpe para la economía y que no podría concretarse por fuera de la Unión Europea . De acuerdo a lo publicado por el diario El Mundo, hay documentos que lo comprueban.

Tras darse a conocer los correos electrónicos intervenidos al ex consejero de Empresa de la Generalitat Santi Vila, salieron a la luz informes económicos que contemplaban una caída del Producto Bruto Interno de hasta el 20% en caso de independencia y que auguraban que la posibilidad de sobrevivir de manera independiente, por fuera del bloque europeo, era inviable.

"La Generalitat, y más concretamente Santiago Vila, tenía conocimiento del riesgo y el peligro financiero de las empresas en Cataluña tras la votación del 1 de octubre (…) A pesar de eso, no se informó a la población y se declaró la independencia de forma unilateral", advirtieron los investigadores del caso, que ya está en manos del Tribunal Supremo.

La investigación asevera que las autoridades de Cataluña que llevan adelante la voluntad independentista estaban al tanto de la situación empresarial y del listado de empresas de Cataluña que habían cambiado su sede social, lo que auguraba un panorama malo.

Asimismo, el documento indica que "la salida supondría unos efectos muy negativos para las exportaciones (descensos del 45%-50% de las ventas al Estado español y del 18% de las exportaciones a la Unión Europea) y la economía catalana". Y asegura: "En caso de independencia, las ventas catalanas a las diferentes comunidades autónomas del estado español bajarían por la desvinculación, cosa que implicaría un descenso importante de las ventas totales, teniendo en cuenta que Cataluña comercializa productos con el estado español por valor de 38.861 millones de euros (el 37,4% del total de las ventas en el exterior)".

Aparte de las previsiones negativas respecto de la separación de España , lo que los investigadores también destacan es que las autoridades independentistas no habían alertado a la población sobre estas consecuencias, hecho que podría influir en la determinación de los catalanes.

España está envuelta en la peor crisis política en décadas. El 10 de octubre del año pasado, Cataluña declaró su independencia y luego la suspendió, tras un referéndum prohibido por las autoridades españolas. Más tarde, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, fue destituido y se exilio a Bélgica , donde se encuentra desde entonces.

Desde entonces, con sus idas y vueltas, la tensión no parece aflojar. En el país y en la región se suceden marchas a favor y en contra del separatismo y las autoridades no consiguen negociar.