Chile: nueva marcha estudiantil
El movimiento sorprendió al gobierno de Piñera, que creía que se había desgastado, con una protesta masiva
SANTIAGO, Chile.- Una masiva marcha de estudiantes a nivel nacional -se estiman más de 100.000 personas sólo en Santiago- volvió ayer a poner presión sobre el gobierno del presidente Sebastián Piñera, que había apostado por un desgaste del movimiento, luego de casi cinco meses de protestas por la calidad de la educación y el fin del lucro en las instituciones de enseñanza.
Como ha sido habitual tras las más de 30 marchas registradas desde el inicio de la crisis estudiantil, la jornada terminó con violentos incidentes entre encapuchados y carabineros, que apelaron al uso de carros hidrantes y gases lacrimógenos para controlar a los exaltados.
De acuerdo con la líder estudiantil Camila Vallejo, en la capital chilena se habrían reunido unos 180.000 manifestantes, al nivel de las máximas convocatorias de este año.
"Hoy hemos recuperado las calles, no para destruirlas, sino para construir algo nuevo. Este movimiento va a construir un modelo de educación gratuito y público", dijo Vallejo.
Su compañero Giorgio Jackson emplazó públicamente a la administración de Piñera a reconocer la legitimidad de sus demandas.
"Esta convocatoria ha superado todas las expectativas (?) la mayoría de Chile es la que quiere volcarse a una educación pública. Vamos a ver hasta qué punto llega el gobierno a responder. Si no está a la altura de cumplir las demandas, en el futuro tendrán que venir otros, porque estas convicciones llegaron para quedarse", aseveró Jackson.
"Hoy le hemos tapado la boca a un gobierno que dijo que estábamos desgastados", agregó, por su parte, el líder de la Universidad de Santiago, Camilo Ballesteros.
Fuentes del oficialismo reconocieron a LA NACION su sorpresa por la amplia convocatoria, ya que el movimiento se presumía desgastado, luego de que otros hechos coparon la agenda, como el accidente aéreo que les costó la vida a 21 personas en el archipiélago de Juan Fernández. El propio Piñera manejaba sondeos internos que mostraban un repunte en su popularidad.
Los gestos de los últimos días ya daban cuenta de un flexibilización en la postura del gobierno, luego de que el mandatario diera la orden de ampliar el plazo de cierre del año escolar, medida que había sido rechazada inicialmente por el ministro de Educación, Felipe Bulnes.
Ayer, con todas las cartas sobre la mesa, la respuesta del vocero de gobierno, Andrés Chadwick, fue inequívoca.
"Creo que es un error hablar de desgaste del movimiento. El movimiento estudiantil ya ha cumplido un punto muy importante: contribuir a que el tema de la educación esté en primer lugar del trabajo del gobierno y del Congreso (?) Una marcha más, una marcha menos, no va a cambiar lo que es el tema y la preocupación fundamental del gobierno", añadió.
En paralelo, Piñera se refirió a la crisis educacional chilena durante su discurso ante la ONU, en Nueva York.
"La educación es la madre de todas las batallas y los países deben luchar para dar una educación de calidad; en las últimas semanas han sido miles los jóvenes que se manifestaron a favor de una causa noble como es dar una educación de calidad", explicó.
En tanto, en Santiago, Valparaíso y en las principales ciudades chilenas continúa la toma de varios liceos y universidades, situaciones que incluso han llegado a la Corte Suprema, la que ha decretado el desalojo de varios de estos establecimientos.
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