Unos 25 millones de habitantes de Shanghái estarán bajo una cuarentena absoluta ante el gran aumento de casos de covid-19 que busca controlar el gobierno chino
Las autoridades en China extendieron el confinamiento de Shanghái a toda la ciudad y sus 25 millones de habitantes, después de un nuevo auge en casos de covid-19. Hasta este momento, se habían tomado medidas separadas para los sectores oriental y occidental, pero ahora la ciudad entera estará sometida a restricciones indefinidas.
Shanghái es la urbe más grande de China en estar bajo confinamiento hasta la fecha. El importante eje financiero del país luchó contra una ola de nuevas infecciones de coronavirus durante más de un mes.
Las medidas se tomaron después de que los casos subieron a más de 13.000 por día, aunque esas cifras no son tan altas comparadas a otras situaciones internacionales. Los residentes en algunas áreas de la ciudad dijeron que el estricto reglamento significa que nadie podrá salir de sus residencias, ni siquiera para recoger suministros esenciales.
Reportaron dificultades ordenando comida y agua online, con los artículos escaseando antes de que pudieran añadirlos a sus cestas de compra digital.
Desafío logístico
China implementó confinamientos generales antes, pero no a la escala de esta megaciudad financiera, comenta el corresponsal de la BBC en China, Stephen McDonell. Los desafíos logísticos requeridos para confinar 25 millones de personas en sus hogares y mantenerlas alimentadas son enormes.
Según McDonell, las redes sociales allí están llenas de quejas de furiosos residentes porque el sistema de despacho de alimentos está embotellado. Las instalaciones centralizadas de cuarentena -muchas con sólo catres de campaña, sin duchas ni otros servicios- están a reventar con un hacinamiento de personas infectadas.
Uno de los pocos medios confiables, Caixin, informó que los contactos cercanos de las personas infectadas serán trasladadas a provincias aledañas. Eso podría involucrar el desplazamiento de cientos de miles de residentes. Millones de personas en otras ciudades chinas fueron sujetos a restricciones en toda su ciudad, a menudo después de una cantidad relativamente pequeña de casos de covid-19.
La política “cero covid”
El reciente aumento de casos en China, aunque pequeño en comparación con algunos países, es un desafío importante para la estrategia de “cero covid” que emprendió China. El gobierno ordena confinamientos rápidos y restricciones agresivas para contener cualquier brote. La política distingue a China de la mayoría de los demás países que están tratando de convivir con el virus.
El sistema de “cero covid”, o de eliminación completa, se convirtió en una especie de mantra del gobierno chino, con funcionarios ridiculizando a otros países por sacrificar a sus propios pueblos ante el altar de la apertura, señala el corresponsal de la BBC. Algunos especialistas médicos trataron de comunicar que, para las personas vacunadas, el contagio de la variante ómicron probablemente no implicaría hospitalización y se podrían recuperar en casa.
Pero muy pocas personas en China están conscientes de eso y los funcionarios y medios estatales no se los informaron, dice McDonell. Wu Qianyu, un funcionario de la comisión municipal de salud dijo: “Actualmente, la prevención y el control de la epidemia en Shanghái está en su etapa más difícil y crítica”.
“Debemos adherirnos a la política general de despeje dinámico sin titubeo, sin vacilación”, expresó. Las autoridades desplegaron más de 38.000 trabajadores de la salud a Shanghái de otras ciudades, en lo que los medios estatales llaman la mayor operación médica a nivel nacional desde el confinamiento en Wuhan a comienzos de 2020.
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