Con una restrictiva ley en Alabama, crece la ofensiva antiaborto en la era Trump
El estado, uno de los más conservadores del país, aprobó la norma más dura contra la interrupción del embarazo desde su legalización, en 1973; se prevé una larga batalla legal
WASHINGTON.- Alabama, uno de los estados más conservadores de Estados Unidos, aprobó la ley más restrictiva jamás vista contra el aborto desde su legalización, en 1973, una movida que amplió una puja política y abrió una áspera batalla legal por uno de los derechos más discutidos en el país, que se encamina, otra vez, hacia la Corte Suprema de Justicia.
La ley de Alabama, aprobada antenoche por una abrumadora mayoría en el Senado estatal y promulgada por la gobernadora Kay Ivey, prohíbe la interrupción del embarazo en cualquier instancia, salvo pocas excepciones extremas, y aun para las víctimas de violación o incesto, además de imponer una durísima pena de hasta 99 años de prisión, inédita en el país, a cualquier médico que realice un aborto.
Lejos de ser una excepción, la ley es el avance más extremo de una ola conservadora bajo la presidencia de Donald Trump que ha restringido el acceso de las mujeres al aborto, y un eslabón de una estrategia mucho más amplia para dar vuelta el fallo de 1973 de la Corte que legalizó la interrupción del embarazo en todo el país, conocido por el nombre de la demanda, "Roe vs. Wade", uno de los más famosos en la historia del país.
Más de la mitad de los estados del país -todos dominados por los republicanos- implementaron algún tipo de restricción al aborto, como un período obligatorio de espera, y 16 estados aprobaron o tienen en carpeta una "ley del latido", que prohíbe la interrupción de un embarazo luego de que se haya detectado el latido del corazón del feto. Por el contrario, los estados dominados por los demócratas diseñaron protecciones o ampliaron la cobertura médica para hacer abortos.
La ofensiva de la derecha contra el aborto cobró envergadura con la designación por parte de Trump de dos jueces en la Corte Suprema, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, que arraigaron una mayoría de cinco magistrados conservadores contra cuatro progresistas. Así, se abrió una oportunidad para un giro en la jurisprudencia que, hasta la llegada del magnate a la Casa Blanca, parecía poco factible.
Pero el debate por la ofensiva contra el aborto ganó vértigo con la ley de Alabama, que provocó una erupción desde la orilla progresista de la grieta. La mitad del país está a favor del aborto y la mitad está en contra, pero las encuestas marcan una postura unívoca: una amplia mayoría cree, más allá de su opinión personal, que el aborto debe ser legal.
La ley de Alabama solo permite tres excepciones a la prohibición al aborto: cuando está en riesgo la vida de la madre, cuando el feto tiene una "anomalía letal" o en el caso de un embarazo ectópico. Los demócratas intentaron incluir excepciones para casos de violación e incesto, pero la propuesta fue rechazada.
"Ustedes le acaban de decir a mi hija que está OK que un hombre la viole, que tiene que tener el bebé si se queda embarazada", dijo el líder demócrata del Senado estatal de Alabama, Bobby Singleton, padre de dos hijas, en su discurso. "Ustedes acaban de decirle a mi hija que ella no importa", afirmó.
"Estamos llevando a cabo la voluntad de la gente, que es proteger la santidad de la vida", justificó el líder republicano del Senado, Greg Reed.
La ley fue aprobada en el Senado estatal con 25 votos a favor -todos hombres y republicanos- y seis en contra. Apenas se conoció la noticia, todo el arco político progresista, incluidos varios candidatos presidenciales demócratas, repudiaron la iniciativa y denunciaron una "guerra contra las mujeres". A ellos se sumaron figuras de Hollywood, como Lady Gaga, Chris Evans o John Legend.
"Los derechos de las mujeres están bajo ataque", dijo Nancy Pelosi, líder demócrata en el Senado.
La poderosa Unión de Libertades Civiles (ACLU) anticipó que recurriría a los tribunales para frenar ley. Planned Parenthood, el mayor proveedor de abortos del país, también anticipó que irá a la Justicia. Ese era, justamente, el objetivo de fondo de los legisladores y las organizaciones que promovieron la ley. Terri Collins, congresista estatal de Alabama, y una de las autoras del proyecto, dijo que el fin de todo era "desafiar" el fallo del máximo tribunal en "Roe vs. Wade".
"Este proyecto trata sobre desafiar a 'Roe vs. Wade' y proteger las vidas de los no nacidos, porque un bebé por nacer es una persona que merece amor y protección", dijo Collins.
La movida de Alabama puso otra vez al aborto en el centro del debate político, un lugar que nunca termina de dejar del todo. Aun cuando Estados Unidos legalizó el derecho a interrumpir de manera voluntaria un embarazo en los 70, la discusión persiste, y suele cobrar fuerza ante cada elección. Cualquier candidato a un cargo público se define como "provida" o "proelección", y defiende o rechaza el fallo "Roe vs. Wade", que reaparece cada vez que un presidente designa a un juez a la Corte.
Más leídas de El Mundo
"Lavado de cerebro colectivo". Cómo se vive bajo el asfixiante régimen norcoreano según dos mujeres que lograron escapar
Uno quedó en mal estado. Un grupo de turistas sacó a dos cachorros de oso de un árbol para tomarse selfies
Más poder al Ejército. Cómo es el nuevo plan extremo de seguridad que los ecuatorianos apoyaron masivamente