Conmueve a Italia una nueva pelea por la fortuna de Agnelli

ROMA.- Los Agnelli, una de las familias más poderosas de Italia, una dinastía muchas veces afectada por tragedias y que muchos comparan con los Kennedy, volvió ayer a ser noticia. Esta vez, no por un drama, sino por una pelea por la herencia de Giovanni Agnelli, "Gianni", el legendario líder del imperio Fiat, fallecido en enero de 2003.

Ayer, Margherita Agnelli de Phalen -hija del famoso Avvocato , y su única heredera junto con su madre Marella Caracciolo-, citó ante la Justicia a Franzo Grande Stevens, Gianluigi Gabetti y Siegfrid Maron, los administradores del patrimonio de su padre, a quienes denunció por no haber respondido a sus reiterados pedidos de tener una relación "clara y detallada" sobre la fortuna de su progenitor.

Revelada en primera página por The Wall Street Journal , la noticia tuvo un gran impacto y pareció fastidiar y dividir una vez más a una de las familias símbolo del capitalismo italiano.

Uno de los hijos de Margherita, John Elkann, vicepresidente de Fiat y nieto preferido del ex patrón de Fiat, aclaró que no estaba de acuerdo con la iniciativa emprendida por su madre y confesó sentirse "dolorido como hijo" y "sorprendido", ya que la "cuestión privada fue resuelta en el 2004 con el consenso y el acuerdo de todos".

Su hermano Lapo Elkann -que hace dos años saltó a las primeras páginas de la prensa cuando cayó en coma por sobredosis de droga, tras participar de una fiesta con un transexual-, afirmó, desde Nueva York, que compartía en un ciento por ciento las palabras de su hermano.

Margherita Agnelli, una mujer de 52 años, amante de la pintura y la discreción, se casó dos veces. De su primer casamiento con el escritor Alain Elkann tuvo tres hijos: John, Lapo y Ginevra. De su segundo matrimonio con Serge de Pahlen, un noble ruso con quien vive en un lujosa mansión en Ginebra, tuvo otros cinco hijos: Anna, Pietro, Tatiana, Maria y Sofia. Ninguno de ellos tiene cargos en el imperio Fiat.

Quizá por eso, Margherita ya se había peleado con el clan de Turín después del fallecimiento de su padre, siempre por motivos de herencia.

La disputa, sin embargo, se había arreglado silenciosamente en 2004 con un acuerdo, sin necesidad de recurrir a la Justicia. Ese mismo año, Margherita decidió dejar de ser accionista del grupo.

Cuantioso cheque

Según The Wall Street Journal , Margherita -que, a diferencia de su carismático padre, siempre aborreció el jet-set-, recibió entonces un cheque por un total de 109 millones de euros, pero sin saber si ésta suma era sólo un adelanto de lo que le correspondía, o su verdadera cuota de herencia.

La hija del Avvocato , en efecto, no acusó a los administradores del patrimonio de su padre de haberse adueñado de los bienes que le corresponden, sino de no haberle explicado nunca claramente la entidad del patrimonio por heredar.

Las malas lenguas, sin embargo, consideran que si Margherita volvió ahora a la carga fue porque, en los últimos tres años, Fiat -que cuando murió su padre estaba al borde del colapso-, logró no sólo sanear sus cuentas, sino volver a ser un grupo rentable, que crece.

En medio a un clima de gran perplejidad, Luca Cordero di Montezemolo, amigo de la dinastía y presidente de Fiat, aclaró que este embarazoso asunto no tendrá consecuencias en la empresa.

"Es algo que lamento mucho por la familia, pero que no tiene que ver ni directa ni indirectamente con Fiat", explicó Cordero di Montezemolo.

Por Por Elisabetta Piqué <br/> Corresponsal en Italia

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