Detuvieron al gobernador del estado de Río de Janeiro, acusado de corrupción

RIO DE JANEIRO.- En el marco de la operación anticorrupción Lava Jato, la Policía Federal brasileña detuvo esta mañana al gobernador del estado de Río de Janeiro , Luiz Fernando Pezão, acusado de recibir sobornos por más de US$ 10 millones. Se trata de un nuevo golpe a la derruida política de Río de Janeiro, que, en medio del hundimiento de sus finanzas en los últimos años, ya ha tenido varias autoridades presas, entre ellas sus tres últimos gobernadores elegidos.

El arresto de Pezão, 63, del oficialista Movimiento Democrático Brasileño (MDB), se efectuó a primera hora de la mañana en la residencia oficial, el Palacio Laranjeiras, mientras agentes federales realizaban también allanamientos en el Palacio de Guanabara, sede del gobierno de Río de Janeiro, y detenían asimismo a al menos a otros ocho funcionarios de la actual gestión, cuyo mandato termina a fin de año. Pezão fue trasladado a la Superintendencia de la Policía Federal, en el Centro de la ciudad.

Bautizado como "Boca de lobo", el operativo tiene como base el acuerdo de delación premiada de Carlos Miranda, operador financiero del exgobernador Sergio Cabral, de quien Pezão fue vice entre 2007 y 2014, cuando renunció tras varias acusaciones de irregularidades en la reforma del estadio Maracaná para el Mundial de Fútbol celebrado en Brasil en 2014 y de otras obras para los Juegos Olímpicos de 2016 en Río. Finalmente, Cabral quedó preso en 2016 y cumple condenas a más de 170 años de cárcel por corrupción, lavado de dinero y asociación ilícita. Como parte de aquellas investigaciones, Pezão había siempre negado su participación en las actividades delictivas de Cabral.

Según el Ministerio Público Federal, Pezão tenía su propia red de corrupción, a través de la cual habría obtenido más de US$ 10 millones en coimas, con mensualidades de US$ 40.000 y hasta gratificaciones anuales de empresas proveedoras que tenían contratos con el estado de Río de Janeiro. Bajo el entendimiento de que el esquema continuaba activo y de que Pezão podría dificultar la recuperación del dinero sucio, los fiscales de la fuerza de tareas de la Lava Jato pidieron al Superior Tribunal de Justicia la autorización para arrestar de manera preventiva al gobernador en ejercicio.

Con Pezão tras las rejas, queda automáticamente en el poder en el estado el vicegobernador, Francisco Dornelles, de 83 años. El gobernador electo el mes pasado, el exjuez Wilson Witzel, del Partido Social Cristiano (PSC), aliado del presidente electo Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal), asumirá el 1º de enero.

La prisión de Pezão agrega una nueva mancha a la maltrecha política fluminense, que en los últimos tiempos ha visto caer en desgracia a varias de sus autoridades a la par de la bancarrota financiera del estado. Además de Cabral, la pareja de exgobernadores Anthony Garotinho (1999-2002) y Rosinha Matheus de Garotinho (2003-2007) también fueron presos el año pasado por supuestos crímenes electorales y luego liberados mientras continúan las investigaciones; él llegó a lanzar su candidatura para volver al poder en los últimos comicios, pero fue impugnado por la justicia electoral. Asimismo, han pasado por la cárcel una decena de los diputados estatales (entre ellos todos los expresidentes de la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro desde 1995), cinco de los seis exconsejeros del Tribunal de Cuentas del estado y hasta un exprocurador general del Ministerio Público estatal.