El asesinato de una ex reina de la belleza conmociona a Venezuela

CARACAS.- La muerte sigue en Venezuela: Mónica Spear, Miss Venezuela 2004 y estrella de telenovelas residente en Miami, fue asesinada por unos delincuentes que se quisieron aprovechar de que su vehículo se había averiado en plena autopista. También mataron a su ex marido e hirieron de un disparo a su hija de cinco años.

El país se despertó tras las vacaciones de Navidad y Año Nuevo para constatar la pesadilla diaria que sufre desde hace más de una década. Un rostro popular que pone cara a los 24.700 asesinados de 2013.Y que este año siguen llenando sus morgues. La conmoción ayer fue tal que obligó al presidente Nicolás Maduro a convocar a todos los gobernadores del país para coordinar soluciones al tema de la inseguridad.

"No conocí a Mónica Spear. Sólo la vi en La Mujer Perfecta y aquí estoy llorando. Lloro por mi país", resumió la articulista Maruja Tarré la mezcla de sentimientos que ayer golpeó a la sociedad: asombro, miedo, dolor, desesperanza...

Las primeras investigaciones policiales coinciden en que la pareja y su hija sufrieron una avería en la carretera que une Puerto Cabello con Valencia cuando volvían de sus vacaciones, pasadas las 22 del día de Reyes. Una situación que el venezolano vive con pánico. Una grúa llegó hasta el lugar y subieron el auto a la plataforma. En ese momento llegaron cinco delincuentes y los dos empleados de la grúa huyeron a la carrera.

"Al notar que las víctimas se habían encerrado en el vehículo, decidieron efectuarles varios disparos", confirmó un funcionario policial. La actriz sufrió un impacto a la altura de la axila y el hombre, el empresario irlandés Thomas Henry Berry, en el pecho. La hija de Spear se recupera del balazo que le hirió la pierna derecha.

Pocas horas antes, Spear, de 29 años, ex finalista de Miss Universo, colgó un video en su cuenta de Instagram. El sosiego y la calma que se siente en ese paraje de los llanos a través de su mirada digital es de otra Venezuela.

La violencia desatada en el país sigue actuando como el ciego con una pistola que inventara Chester Himes. Las cifras son elocuentes: en 2013 murieron asesinadas casi 25.000 personas, cuando en Colombia los homicidios no llegaron a los 15.000, pese a la presencia de la guerrilla, del narcotráfico y con 18 millones más de habitantes.

La guerra urbana no declarada en Venezuela es, sin duda, el fracaso más estrepitoso de la revolución emprendida por Hugo Chávez.

Cuando el comandante llegó al poder, a principios de 1999, la cifra anual de homicidios rondaba los 4000. Fuentes independientes calculan en más de 200.000 las víctimas mortales durante los 15 años de chavismo.

La suma de distintos factores multiplicó el índice criminal: la impunidad (sólo llegan a juicio nueve de cada 100 asesinos); la corrupción policial y del sistema judicial; 18.000 pequeñas bandas; la proliferación de armas (en 2013 murieron 99 policías en el Gran Caracas, la mayoría asesinados para robarles su pistola o revólver); consolidación del narcotráfico; el hacinamiento y la violencia de las cárceles (más de 500 muertos anuales en las prisiones).

Y el "discurso violento del Estado", como destaca Roberto Léon Briceño -director del Observatorio Venezolano de la Violencia, que cada año investiga la cifra real de asesinatos mientras el chavismo trata de ocultarla-, culpabiliza al capitalismo de la devastadora ola de crímenes.

"Actuaron con saña. Fue una masacre. Violencia que es un mal que tenemos, la violencia social es un mal tremendo", reconoció el presidente a un grupo de artistas que fue a su despacho a pedir castigo para los asesinos.

Advertencia de la SIP a Caracas

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) responsabilizó ayer al gobierno de Venezuela del potencial cierre del diario El Impulso, afectado por las trabas para acceder a los permisos para importar papel e insumos, como parte de la estrategia oficial destinada a castigar a los medios independientes.

El periódico, el más antiguo de Venezuela –que el 1° de enero celebró su 110° aniversario–, expresó su preocupación. Esta situación, señaló, afectaría la calidad informativa y la eventual interrupción en su circulación, debido a que sólo cuenta con bobinas para sostener la publicación las próximas tres semanas.

Por Daniel Lozano

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