El inesperado no de los militares a un supuesto fraude

MIAMI.- La derrota electoral sufrida por el gobierno de Nicolás Maduro, que sentó los cimientos de un verdadero proceso de cambio en Venezuela, se produjo luego de que la máxima cúpula del chavismo perdiera el respaldo incondicional del alto mando militar, que se rehusó a participar en lo que habría sido un fraude masivo.

Fuentes cercanas a la situación explicaron que el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, se negó a participar en las intenciones de Maduro y del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, de desconocer la masiva victoria de la oposición, lo que habría gestado un peligroso escenario de violencia.

Según las fuentes, Padrino insistió ante Cabello y Maduro en que las fuerzas armadas venezolanas solo respetarían un anuncio que reflejara el resultado recogido en las urnas, decisión que terminó obligando al chavismo a reconocer la victoria de la oposición.

"Padrino asumió un gran riesgo. Se la jugó para preservar la institucionalidad", dijo una de las fuentes, que habló bajo condición de anonimato. Otra de las fuentes consultadas agregó: "No quería convertirse en el responsable de las muertes que podrían producirse" como resultado de lo que el gobierno, en su desesperación, se estaba preparando para ejecutar.

La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) afirma haber conseguido por lo menos 112 diputados en la Asamblea Nacional, con lo que alcanzaría los dos tercios de la Cámara.

"Esta ventaja de 112 a 51 que se obtuvo sobre el Partido Socialista Unido de Venezuela [PSUV] se logra con una ventaja nacional de algo más de dos millones de votos", dijo el miembro del Comité Ejecutivo de la jefatura de la campaña de la MUD, Enrique Márquez.

Con 112 diputados, la oposición contaría con una supermayoría que le permitiría comenzar a desmontar el férreo control que el chavismo mantiene sobre el poder en el país petrolero.

Horas antes, el Consejo Nacional Electoral (CNE), entidad controlada por el chavismo, había admitido que la oposición había ganado por un amplio margen de 99 diputados a su favor frente a los 46 del chavismo, mientras que aún quedaban 22 escaños por definir.

Las fuentes señalaron que el régimen no pretendía aceptar una derrota de esa magnitud y estaba dispuesto a pagar cualquier precio por preservar el control de la Asamblea Nacional.

La posibilidad de modificar el resultado fue discutida a inicios de la semana pasada en una reunión sostenida en el Fuerte Tiuna, la principal sede militar de Caracas, en la que participó la máxima cúpula del gobierno, el alto mando militar, los organismos de inteligencia y por lo menos un representante del gobierno cubano, según un reporte sobre el encuentro obtenido por El Nuevo Herald.

"Las voces más activas de la reu-nión fueron las de Maduro, Diosdado y el ministro de Defensa. Todas las encuestas de cierre referidas y comentadas parcialmente por el presidente eran demoledoras en los números" contra el gobierno, señaló un informe sobre el encuentro, cuya realización fue confirmada a El Nuevo Herald por tres fuentes distintas.

Una de las encuestas que generó más preocupación fue un sondeo interno de las fuerzas armadas que arrojaba que la impopularidad del gobierno entre los militares alcanzaba la misma proporción que la registrada a nivel nacional. Esta intención del voto a favor de la oposición superaba a la del chavismo por casi 35 puntos.

Peligro

Según el informe escrito sobre ese encuentro, Padrino le informó a Maduro que sería "peligroso hacer retoques en los resultados electorales definitivos" a nivel nacional, dado el alto nivel de rechazo que el gobierno registra dentro del sector militar y al hecho de que los resultados se conocen al detalle por todos los oficiales que forman parte del Plan República (el operativo electoral).

"Hubo un momento de tensión durante la reunión: fue cuando Diosdado Cabello expuso que lo que estaba en juego el domingo era «el futuro de la revolución y la cabeza de todos los presentes» y el ministro Padrino, en una intervención de cierre, señalaba que él tenía el compromiso de salvar la responsabilidad institucional de las fuerzas armadas", agregó el reporte.

"Ni al presidente Maduro ni a Diosdado les gustó cuando el ministro Padrino señaló que las responsabilidades eran individuales, que él iba a asumir las suyas", indicó el documento.

El general que frenó a sus jefes

Vladimir Padrino

Ministro de defensa

Profesión: militar

Edad: 52 años

• El jefe del ejército desactivó los planes del oficialismo para desconocer la derrota, lo que habría desatado marchas y violencia
• El general también le transmitió a la cúpula chavista que el gobierno de Maduro tiene entre las tropas una impopularidad superior al 60%