El récord de Biden: ya firmó más decretos que cualquier presidente desde Roosevelt

WASHINGTON.- Joe Biden llegó a la presidencia de Estados Unidos con la promesa de unir al país, y buscar consensos con los republicanos. Pero en sus primeras dos semanas en la Casa Blanca, Biden gobernó por decreto. El mandatario lleva firmados 28 decretos –más que cualquiera de sus predecesores de las últimas décadas–, muy cerca de la marca histórica de Franklin Delano Roosevelt, que firmó 30 decretos en el primer mes del primero de sus mandatos, en plena Gran Depresión.

Además de esos decretos, Biden firmó otras 16 acciones presidenciales, como memorandos, proclamaciones y directivas, según los registros de la Casa Blanca. El extenso uso de la lapicera ya distinguió a Biden de casi todos sus predecesores en el último siglo: Donald Trump firmó 12 decretos, y Barack Obama, 16. El resto de los presidentes hasta Roosevelt quedó por debajo de 10, salvo Harry Truman, que emitió 13 decretos, según los registros oficiales.

Aunque muchas de las acciones de Biden han sido apenas un primer paso para la implementación de una nueva política, como ordenar a las agencias federales que hagan una revisión de las regulaciones vigentes, o crear un task force para reunificar a las familias inmigrantes que fueron separadas en las fronteras, otras ya han tenido un claro impacto: deshacer la presidencia de Donald Trump.

Con su firma, Biden llevó a Estados Unidos de regreso al Acuerdo Climático de París, canceló la construcción del muro en la frontera con México, dio vuelta la política migratoria trumpista y frenó la construcción del oleoducto Keystone XL, una obra que se convirtió en un símbolo de las idas y vueltas de la política energética de Estados Unidos y la lucha contra el calentamiento global.

El uso extensivo de acciones presidenciales abrió la primera polémica de la presidencia de Biden, quien defendió el enfoque de los primeros días de su gobierno al afirmar que estaba desarmando "malas políticas" heredadas de Trump.

"Se habla mucho, con buena razón, sobre la cantidad de órdenes ejecutivas que he firmado", dijo Biden, ayer, en el Salón Oval de la Casa Blanca, al firmar tres decretos sobre inmigración. "No estoy haciendo una nueva ley. Estoy eliminando malas políticas", justificó el mandatario.

Se habla mucho, con buena razón, sobre la cantidad de órdenes ejecutivas que he firmado. No estoy haciendo una nueva ley. Estoy eliminando malas políticas

El líder de la oposición en el Senado, Mitch McConnell, el republicano más poderoso del Capitolio, criticó el uso extensivo de decretos por parte de Biden y sugirió que chocaba con su promesa proselitista de construir consensos. Muchos republicanos recibieron con malestar muchas de las decisiones que tomó Biden, que enterraron algunas de políticas de Trump que son muy populares en el ahora partido opositor, o, en el mejor de los casos, abrieron la puerta para un giro de 180º en el rumbo del gobierno federal que augura peleas futuras.

Construcción de consensos

Pero Biden, quien tiene medio siglo de experiencia en Washington sobre sus espaldas, ha dejado en claro que dejará la construcción de consensos para las iniciativas más gruesas de su gobierno, que requieren si o si el respaldo de los republicanos en el Congreso. Debido a las reglas del Senado, un proyecto de ley suele requerir de al menos 60 votos para ser aprobado. Los demócratas cuentan con 50 bancas.

"Hay pasos, que incluyen anular algunas de las acciones dañinas, perjudiciales y, sí, inmorales de la administración anterior, que [el presidente Biden] sintió que no podía esperar para revertir, y eso es exactamente lo que hizo", argumentó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.

Luego de la primera batería de decretos, en las próximas semanas el gobierno de Biden comenzará a enfocar su energía en sus proyectos de ley, una ambiciosa ofensiva que demandará duras negociaciones en el Congreso.

Los principales proyectos de ley que tiene la Casa Blanca en carpeta son el paquete de rescate por US$ 1,9 billones para terminar de sacar al país de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus; una reforma migratoria que ofrezca un camino a la ciudadanía a alrededor de 11 de inmigrantes indocumentados, y el plan insignia de Biden, "Reconstruir Mejor", para colocar al país en una transición hacia una economía verde.