Brigitte Macron, la primera dama de Francia que llegó al Elíseo para cambiar las reglas
Con 64 años y 24 más que Emmanuel, la esposa del flamante mandatario espera tener su lugar en el gobierno
PARÍS.- No es sólo la diferencia de edad. Tampoco que no tengan hijos propios o que ella ya sea abuela aunque él apenas tiene 39 años. Mucho menos su pasado como maestra. Brigitte Macron llegó al palacio del Elíseo para derribar varios mitos y cambiarle la cara a la figura de la primera dama en Francia que hasta ella estaba totalmente desdibujada.
El cambio lo confirmó su su marido, el flamante presidente francés, quien días atrás prometió crear un estatuto oficial para su esposa. Hasta ahora las mujeres de los jefes de Estado franceses no tenían esa posición aunque sí colaboradores.
Así, la profesora de secundaria que se casó con su alumno prodigio 24 años menor se convertirá en un cambio de paradigma para el país y el mundo, que no está acostumbrada a relaciones como la de esta pareja.
Hoy, con vestido azul lavanda prestado por la marca Louis Vuitton, Brigitte fue recibida por el jefe del protocolo antes de entrar en el palacio presidencial y acompañar a Emmanuel Macron en su investidura. A partir de ahora, se espera que delimite el alcance de la figura de la primera dama, que hasta hoy fue puramente simbólica.
"Sin ella, yo no sería yo", dijo Macron la noche en que salió como el candidato más votado en la primera vuelta. "Quisiera poder definir un marco y solicitaré que haya una reflexión sobre la cuestión. Ella (Brigitte) podrá dar su opinión. Hay que terminar con la hipocresía. Es necesario que la persona que vive con el jefe del Estado pueda tener un papel, y que sea reconocida en ese papel", indicó después.
La constitución francesa no prevé estatus para la esposa del presidente, dado que el legislador consideró que el pueblo elige a su mandatario y no a quien lo acompaña en su vida personal. Por esa razón, ni el papel ni la función de una primera dama son definidos en las reglas o los protocolos escritos.
Pero Brigitte, "Bibi", "BAM" o "Cocotte", como le dicen quienes la conocen bien, está dispuesta a cambiar esto. Su pasado en la docencia marcaría el rumbo de sus intenciones, aunque hasta ahora nada fue anunciado de manera oficial.
Con 64 años, la mujer que supo dejarlo todo por amor y luchar contra los prejuicios espera ganarse la confianza del pueblo. "Brigitte tendrá el papel que cumple a mi lado", aseguró la semana pasada Macron. "Siempre me acompañó porque es mi equilibrio en la vida. Es así como funcionamos".
Agencias AFP y AP
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