Francia reforma su mapa regional para lograr un millonario ahorro
Con la nueva geografía administrativa, París impulsa una gestión pública más ágil y menos costosa
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PARÍS.- Para algunos se trata de una medida indispensable y valiente; para otros, es mucho ruido y pocas nueces. En todo caso, la reforma del mapa territorial de Francia, decidida por el presidente François Hollande y en vías de ser adoptada por el Parlamento, es una revolución pendiente desde hace casi medio siglo.
Con este cambio radical de las fronteras interiores francesas, el país pasará de las 22 regiones actuales a sólo 13. El principal objetivo es la simplificación de la "milhojas administrativa", que hoy representa el 55% del PBI nacional; el segundo es el ahorro de entre 10.000 y 12.000 millones de euros en los próximos cinco años.
En un momento de crisis, en que el déficit público, el desempleo (10,2%) y la falta de competitividad industrial no paran de aumentar, lograr una gestión menos burocrática y menos costosa es una loable intención. Y la mayoría de los franceses aceptó la idea sin resistencia, a pesar del profundo apego a la identidad regional que caracteriza al país.
La necesidad de reformar era obvia. Además de la administración central, en Francia existen 36.700 municipalidades, 13.400 mancomunidades (comunidad de municipalidades), 96 departamentos (provincias) con sus respectivos consejos generales, que representan más de 4000 cargos electivos con sueldo, y 22 regiones, cada una dotada de un consejo regional.
"Llegó el momento de simplificar y clarificar, a fin de que todos sepan quién decide, quién financia y con qué recursos", dijo el jefe del Estado cuando lanzó su proyecto.
Aprobado por los diputados el 23 de julio pasado, el nuevo mapa de Francia con 13 regiones "aún puede cambiar", reconoció el primer ministro Manuel Valls. El debate parlamentario proseguirá en octubre. "Tendremos el mapa definitivo a fines de año", precisó. En ese momento, los parlamentarios también estudiarán el segundo capítulo de la reforma, que debe reforzar las competencias de las nuevas grandes o superregiones en detrimento de los consejos generales.
El gobierno prevé que esos consejos, con sus 4000 cargos electivos y salarios -que van de 2200 a 5400 euros al mes-, desaparezcan al horizonte de 2020, una medida enérgicamente resistida por la mayoría de los senadores. En un sistema que autoriza en cierta medida la acumulación de mandatos, 93 de los 348 miembros de esa Cámara ejercen también puestos en esos organismos departamentales.
En todo caso, si bien el nombre de regiones quedará reducido a la mitad, el número de consejeros regionales seguirá siendo el mismo. Objeto de ásperos debates entre los diputados, el texto, enmendado decenas de veces, suprimió la limitación prevista de cargos electivos a 150 en cada "superregión". En consecuencia, los 1757 consejeros regionales deberían conservar sus puestos. En todo caso, en el capítulo de la reducción de gastos, el nuevo esquema también pretende reducir el número de mancomunidades y, sobre todo, cortar el aumento sostenido de funcionarios locales, que crece a un ritmo de 1,6% por año. Su aplicación representaría un ahorro de 5000 millones de euros en cinco años.
Para Hollande, en todo caso, el ahorro no es el objetivo principal de la reforma. Al presentar el proyecto ante el Parlamento, el gobierno afirmó que, en un mundo globalizado, las regiones deben tener "tamaño europeo" para ser eficaces.
En Alemania, en efecto, el promedio de cada land es de 5,1 millones de habitantes; en Italia, 4,4. Actualmente, en Francia es de 2,9. En la Unión Europea, Francia no es el primer país que realiza una reforma de esta importancia: Grecia, Polonia, Dinamarca y Suecia también la hicieron.
En el capítulo de las críticas, hay quienes consideran que sólo se trata de una maniobra política, tal vez para obstruir la ruta del ultraderechista Frente Nacional (FN), sólidamente implantado en algunas regiones francesas.
Otros no creen para nada que la reforma anunciada vaya a generar economías para el Estado. En una nota del 9 de junio pasado, la agencia de notación Moody's consideraba que los cambios no harán más que "redistribuir los costos actuales entre diferentes peldaños administrativos".
12.000 millones de euros
Es el ahorro que el gobierno francés busca alcanzar en los próximos cinco años con la reforma de su mapa regional.

