Israel extiende su polémico muro de seguridad al interior de Cisjordania
En un nuevo tramo, la barrera ingresará 20 kilómetros en territorio palestino
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JERUSALEN.- El gobierno israelí aprobó ayer una nueva extensión de del "muro de seguridad", con el que busca separar Cisjordania, pese a las críticas que ha recibido de parte de la comunidad internacional -incluso de su principal aliado, Estados Unidos- por el obstáculo que la barrera podría representar para el proceso de paz en la región.
El nuevo tramo del polémico muro con el que Israel busca impedir la "infiltración de terroristas" ingresarán hasta 20 kilómetros en territorio palestino, para proteger cuatro asentamientos judíos en Cisjordania. La comunidad internacional teme que la construcción cree una frontera de facto que implique la anexión de territorios palestinos.
La nueva muralla consistirá en una serie de estructuras que por el momento no estarán unidas al muro principal, para dejar espacios sin cubrir, en respuesta a una demanda de Estados Unidos. A Washington le preocupa que la barrera pueda aislar a pueblos palestinos del resto de Cisjordania. Algunos palestinos incluso quedarían separados de sus propias tierras de cultivo o lugares de trabajo.
Uno de los tramos más discutidos de la nueva barrera es el que rodeará a Ariel, que con 18.000 habitantes es el segundo asentamiento más importante en Cisjordania. Para evitar un enfrentamiento con la Casa Blanca, el gobierno israelí decidió que por ahora no unirá ese tramo con el resto del muro.
La nueva sección del cerco, que debería estar terminado en diciembre, tendrá 45 kilómetros de largo e irá desde la colonia de Elkana hasta una base militar al norte de Jerusalén. La construcción del primer tramo de 150 kilómetros finalizó en julio. El costo total estimado del muro, que tendrá más de 600 kilómetros, es de mil millones de dólares. Gran parte de la barrera consiste en una enorme cerca con sensores y un gran muro de cemento en otras partes.
Los palestinos han dicho que la barrera, a la que denominan "muro del apartheid", es un obstáculo para la hoja de ruta, el estancado plan de paz impulsado por Estados Unidos.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) denunció que, con la decisión del gobierno israelí, unos 80.000 habitantes de Cisjordania quedarán aislados.
El viceministro de Información de la ANP, Ahmed Soboh, dijo que el nuevo tramo aprobado por el gabinete de Ariel Sharon representará el "trazo ilegal de fronteras, y el encierro de palestinos en distintos guetos".
"Es una gran apropiación de tierras y no una barrera de seguridad", sostuvo el jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erekat. "La continuación de la construcción de la barrera socavará la visión del presidente Bush de la hoja de ruta y el proceso de paz", agregó.
Desde Estados Unidos, el vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher, reiteró que Washington juzga como "problemático" el hecho de que el muro pueda atravesar el territorio palestino.
El polémico muro fue incluso objeto de las críticas de la ONU. Anteayer, el organismo sostuvo en un informe que la construcción del cerco implica la anexión ilegal por parte de Israel de un sector de los territorios palestinos.
Gabinete palestino
Por su parte, el primer ministro palestino, Ahmed Qureia (Abu Ala), designado hace más de tres semanas, anunció ayer que había alcanzado un acuerdo con el presidente Yasser Arafat sobre la composición de su gabinete de 12 miembros, que dará a conocer al Parlamento entre el domingo y el lunes.
La inclusión de aliados de Arafat en el gabinete probablemente molestará a Israel y a Estados Unidos, que han tratado de marginar al presidente palestino.
Entretanto, Israel continúa con la búsqueda de activistas palestinos. Dos de ellos fueron abatidos por soldados israelíes en el campo de refugiados de Tulkarem, en Cisjordania, y un jefe de la Jihad Islámica fue detenido por el ejército en Jenin.



