Israel volvió a atacar un hospital en Gaza y sigue con los bombardeos en el sur
Además de una nueva incursión contra el hospital bautista, las fuerzas israelíes dejaron 28 muertos en Rafah, cerca de la frontera con Egipto
LA NACIONRAFAH, Franja de Gaza.– Fuerzas israelíes asaltaron este martes uno de los últimos hospitales en funciones en el norte de Gaza y mataron al menos a 28 palestinos en una serie de ataques aéreos en el sur del territorio en su ofensiva contra Hamas, que cuenta con el renovado apoyo de Estados Unidos, pese a la creciente preocupación internacional.
Fn el hospital Al-Ahli en Ciudad de Gaza, que ya había sido atacado al comienzo de la guerra, las fuerzas israelíes destruyeron un muro en la entrada principal y detuvieron a casi todo el personal, según la iglesia que lo gestiona.
Don Binder, pastor de la catedral anglicana de San Jorge en Jerusalén, que dirige el centro, dijo que tras la incursión solo habían quedado dos médicos, cuatro enfermeras y dos celadores para atender a unos 100 heridos graves, sin agua corriente ni electricidad.
“Ha sido una gran misericordia para los muchos heridos en Ciudad de Gaza que pudiéramos mantener abierto tanto tiempo nuestro hospital anglicano Ahli”, escribió Binder en Facebook anteanoche. “Eso se acabó hoy”.
Este martes había un tanque israelí estacionado en la entrada del hospital, añadió, lo que impedía entrar y salir a nadie.
En otro hospital de la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, Mohammed Zaghroub se despidió de sus dos hijos –un chico de 2 años y una beba de dos semanas– que murieron en un ataque contra su casa antes del amanecer. Herido en el ataque, hizo una mueca cuando retiraba las mortajas para mirarles el rostro con su esposa y su madre de pie junto a su cama.
“Ella solo tenía dos semanas. Su nombre ni siquiera estaba registrado”, dijo la abuela de los menores, Suzan Zoughroub. Dirigiéndose al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu exclamó: “¿Cree que matando a estos niños logrará algo? ¿Han tenido éxito ahora? ¿Lograron lo que buscaban?”.
La ofensiva por aire y tierra, lanzada en respuesta al ataque de Hamas del 7 de octubre contra Israel, acabó con la vida de casi 20.000 palestinos, desplazó a unos 1,9 millones de personas, arrasó con gran parte del norte de Gaza y provocó ataques contra objetivos estadounidenses e israelíes en toda la región.
Luego de una reunión con autoridades israelíes anteayer, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dijo que proteger a los civiles palestinos era “tanto un deber moral como un imperativo estratégico” para Israel.
Pero también reiteró el apoyo de Estados Unidos a Israel en su guerra contra Hamas y aclaró: “No estoy aquí para dictar cronogramas o condiciones”.
Sus declaraciones indican que Estados Unidos seguirá protegiendo a Israel del creciente clamor internacional en favor de un cese del fuego, y que Washington seguirá prestando ayuda militar para una de las guerras aéreas y terrestres más mortales del siglo XXI.
Ataques en Rafah
Suzan Zoughroub dijo que su familia estaba durmiendo cuando su casa fue impactada antes del amanecer.
“Nos encontramos con que toda la casa se había derrumbado sobre nosotros”. Al menos 25 personas murieron en el ataque, junto con al menos otras tres en otro incidente en Rafah, según periodistas de la agencia AP que vieron el traslado de los cadáveres a dos hospitales locales la madrugada de ayer.
Rafah, en la zona sur de Gaza adonde Israel aconsejó a la población palestina que se refugiara, sufrió bombardeos reiterados en los últimos días con la pérdida de un gran número de vidas civiles.
El ejército informó ayer que había matado a un responsable financiero de Hamas en un ataque aéreo en Rafah, sin especificar cuándo ocurrió o si había otros muertos o heridos.
También se libraron feroces batallas en el norte de Gaza, que ha quedado reducido a un páramo siete semanas después que tanques y tropas israelíes irrumpieran en la zona.
Imágenes en internet mostraron una escena de devastación después de un ataque que afectó a una organización benéfica local en el campamento de refugiados urbano de Jabaliya, con varios cadáveres desgarrados cerca de un carro tirado por burros en una calle que estaba llena de escombros y metal retorcido.
Decenas de personas murieron en ese ataque en Jabaliya, según Munir al-Bursh, un funcionario del Ministerio de Salud.
Agencias AP y AFP
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