La presión migratoria desborda a una Europa descoordinada y llena de reproches
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BRUSELAS.-La tragedia de la isla de Lampedusa, que dejó más de 133 muertos, echa luz sobre el problema del flujo migratorio en las costas europeas y la falta de coordinación entre los Estados miembros de la Unión Europea (UE).
Según la Organización Internacional para las Migraciones, 25.000 refugiados murieron en el Mediterráneo en los últimos 20 años; de esas muertes, 2000 ocurrieron en 2011 y 1700 el año pasado.
Desde hace años, y a pesar de que la crisis le restó atractivo a Europa como destino, varios Estados, entre ellos Italia, hacen frente a una presión creciente del flujo de inmigrantes. Este país, así como Grecia, Malta y Chipre, lamenta la falta de solidaridad de sus socios europeos.
Según las reglas actuales, corresponde que el primer país al que llega un inmigrante debe administrar su pedido de asilo y su alojamiento. Este sistema, denunciado por los países del sur de la UE por su falta de solidaridad, no cambia desde que fue instaurado, en 2003.
La legislación europea no prevé ningún mecanismo para repartir de manera automática la gestión de los pedidos de asilo, y los países del norte de la UE no están dispuestos a modificar las cosas en este punto.
De un país de la UE a otro, los demandantes de asilo se enfrentan a importantes disparidades respecto del acceso a los cuidados médicos o una asistencia jurídica, gratuita o no. En junio, un informe del Servicio Jesuita para los Refugiados denunció la "falta de humanidad" del sistema de asilo europeo.
En cuanto a la prevención de dramas como el de Lampedusa, la Comisión Europea (CE) elaboró el programa Eurosur, destinado a mejorar la coordinación entre los Estados miembros para vigilar mejor los barcos de inmigrantes, luchar contra las redes criminales que organizan la inmigración, así como auxiliar a los refugiados en peligro.
El sistema, que estará operativo a partir del 2 de diciembre próximo, reposa en el intercambio de datos e informaciones. Se evalúa su costo en 244 millones de euros para el período 2014-2020. El Parlamento Europeo debe dar su aval a este texto la semana próxima.
"Pero no hay nada previsto para reforzar las patrullas en las zonas marítimas peligrosas", afirmó la eurodiputada alemana Ska Keller.
La Comisión, el órgano ejecutivo del bloque, pidió a los Estados miembros que intensifiquen sus esfuerzos y que lancen "lo antes posible" este programa. La Comisión también busca canalizar mejor la inmigración, fomentando los ingresos legales en los países de origen o de tránsito de los aspirantes a llegar al continente europeo.
Es por ello que la UE firmó en junio "un acuerdo de movilidad" con Marruecos, que prevé negociaciones sobre un pacto para facilitar los procedimientos que otorgan visas a los estudiantes, los investigadores y los empresarios. En materia de inmigración ilegal prevé una mejor cooperación para luchar contra las redes de tráfico de inmigrantes.
La Comisión quiere firmar acuerdos similares con otros países del continente africano, como por ejemplo Túnez. Respondiendo a los llamados del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), la CE pidió a los países miembros de la UE que se comprometan más aún en la reinstalación de los refugiados más vulnerables.
En 2012, la UE concedió protección a 102.700 demandantes de asilo, contra 84.300 en 2011. En 2012, Alemania tomó bajo su protección a 22.200 personas; Suecia, a 15.300, y Gran Bretaña, a 14.600.
Agencia AFP
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