La primera versión fue escrita en la Argentina
1 minuto de lectura'
La primera versión de las memorias del criminal de guerra nazi Adolf Eichmann fue escrita en la Argentina.
Entre 1955 y 1956, cuatro años antes de ser capturado por un comando israelí frente a su casa de Bancalari, al norte de Buenos Aires, Eichmann se la había dictado a Wilhelm Sassen, un belga que hasta hace poco seguía viviendo en el país.
Sassen, que durante la guerra fue director de un diario en Holanda y miembro del staff del ministro de Propaganda de Hitler, Joseph Goebbels, de periodista pasó a ser traficante internacional de armas, y hasta estuvo vinculado con la venta de fusiles a Ecuador.
En 1995, un sobrino suyo, Roberto Sassen von Elsloo, intermedió en la compra de los FAL argentinos destinados al ejército ecuatoriano.
Hasta hace pocos meses, Sassen vivía lujosamente en el ostracismo, en una casona de las Lomas de San Isidro, disfrutando de los ahorros conseguidos como representante para América latina de la empresa Steyr-Daimler Puch.
A través de ella vendió ametralladoras AUG y tanquetas a los militares golpistas bolivianos y a Roberto Suárez, "el rey de la cocaína", y ajustó contactos con agentes de la SIDE local.
El transcriptor
La relación entre Adolf Eichmann y Wilhelm Sassen comenzó en 1954, cuando fueron presentados en Buenos Aires por el ex general de la SS Otto Skorzeny, organizador de la custodia personal de Juan Domingo Perón.
Skorzeny había llevado a Sassen a casa de Eichmann y la relación entre ambos acabaría dando origen a la primera versión de las memorias.
El método de trabajo, según consta en las actas del juicio contra Eichmann celebrado en Jerusalén, era el siguiente: en un enorme magnetófono, Sassen grababa lo que su camarada decía, luego lo pasaba a máquina y más tarde el propio relator corregía la versión con anotaciones en los márgenes.
En mayo de 1960, tras la captura de Eichmann a manos de un comando israelí, Sassen decidió vender esas memorias. Todo indica que lo hizo a dos puntas: una copia a la revista Life, que las publicó al mes siguiente como primicia mundial, y los originales al Estado de Israel, que los sumó a las pruebas que servirían para condenar a Adolf Eichmann a muerte en la horca.
Wilhelm Sassen había llegado a la Argentina en 1947, con cargos pendientes en la justicia belga y la holandesa.
En 1955 cubrió el golpe contra Perón para la revista Life y tras la captura de Eichmann se fugó al Paraguay, desapareciendo del mapa, temeroso de las represalias por su delación a los israelíes.
A mediados de 1994 concedió un fugaz reportaje al programa televisivo "Edición Plus", donde, entre otras cosas, dijo: "Eichmann era un burócrata"; los nazis llegaban a la Argentina porque "la mano de Dios decía: "Bueno, déjenlos pasar", y había hecho una defensa apasionada del doctor Joseph Mengele, quien experimentó en Auschwitz con gemelos vivos: "Era mi mejor amigo; un filósofo, un académico, un hombre de gran exquisitez cultural, que tenía conocimientos de música y de teatro. Han inventado cosas terribles sobre él, olvidando que sus trabajos han sido en pro de la humanidad".
Una frase inquietante
JERUSALEN (AP).- En su diario, difundido ayer en Israel, Adolf Eichmann reconoció que el Holocausto fue "el mayor crimen de la historia", pero también señaló que había escrito esas palabras por sugerencia del presidente del tribunal que lo condenó a la horca en dicho país, creyendo que con esa concesión podía salvar la vida.
En realidad, las memorias escritas por Eichmann antes de ser ahorcado por crímenes contra el pueblo judío y contra la humanidad ofrecen una fría descripción de lo que definió como "la mayor y más violenta danza de muerte de todos los tiempos".
Pero también hay frases que, aunque resultan difíciles de comprender en su totalidad, resultan inquietantes. "Quiero que esto sirva como advertencia -escribió Eichmann-. Las palabras de advertencia no son ni miel ni leche. Son fuertes y secas, como los arbustos de espinas de las pampas o como los huesos descoloridos en el desierto."
Esta frase del genocida parece cobrar una hoy nueva dimensión ante el curioso fenómeno del crecimiento neonazi en Austria, tierra natal de Adolf Hitler, en la figura del dirigente Joerg Haider.
- 1
2Francia: el video de agresiones y amenazas a un niño judío en un aeropuerto de París que desató una investigación
3El pesebre navideño, un gesto de protesta de hace 800 años que hoy es una trinchera contra la política migratoria de Trump
- 4
Bruselas denuncia una ofensiva de Estados Unidos contra la regulación digital europea

