
La violencia no cesa y crece el temor de una nueva Intifada
En Jerusalén hubo un nuevo ataque a cuchillazos contra judíos; la represión israelí en Gaza dejó cinco muertos
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JERUSALÉN.- En una nueva jornada de violencia cinco palestinos resultaron muertos y cinco israelíes fueron heridos ayer a cuchillazos en el marco del conflicto por el acceso a los lugares santos para las dos religiones en Jerusalén.
Estos 11 días de enfrentamientos -en los que cuatro israelíes y 19 palestinos murieron en Jerusalén, la ocupada Cisjordania, Gaza y ciudades israelíes- generan preocupación sobre un nuevo alzamiento palestino, que muchos ya empiezan a llamar la "Intifada de los cuchillazos", tras los levantamientos de 1987 y 2000, que terminaron con miles de muertos.
La jornada sabática de descanso judío se vio alterada temprano por la mañana con un nuevo apuñalamiento de dos judíos ultraortodoxos, en la zona limítrofe de Jerusalén, entre el barrio palestino y el judío.
Allí, un joven de 16 años de una zona de la parte oriental de la ciudad, ocupada por Israel en 1967, agredió con un cuchillo a dos religiosos judíos que regresaban del Muro de los Lamentos.
Horas después, en un ataque similar en la histórica Puerta de Damasco, a sólo 100 metros, otro palestino de 19 años atacó a una patrulla policial israelí que le había requerido el documento de identidad.
El suceso acabó con la muerte del agresor y heridas a tres agentes, uno de ellos en estado grave, por los disparos provocados por sus propios compañeros.
A unos 80 kilómetros de allí, en la frontera entre Gaza e Israel, otros dos palestinos, menores de 13 y 15 años, murieron en enfrentamientos con el ejército israelí, cuando los manifestantes se acercaron a la verja fronteriza y arrojaron piedras, cócteles molotov y neumáticos en llamas .
Los sucesos en esa zona siguen a la violenta represión lanzada anteayer por el ejército israelí a protestas similares en el norte y este de Gaza, en las que murieron seis palestinos (uno de ellos murió ayer en un hospital) y más de cien resultaron heridos.
En un intento por bajar la tensión, el premier israelí, Benamin Netanyahu, mantuvo ayer un diálogo telefónico con el secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, a quien pidió que presionara a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para que detenga "la salvaje instigación" que generó la oleada de violencia que se vive tanto en Israel como en los Territorios Palestinos.
Según informó la oficina de Netanyahu, Washington destacó que es consciente de "que Israel no quiere cambiar el statu quo de la Explanada de las Mezquitas", como denunciaron en cambio los palestinos, comenzando por el presidente Mahmoud Abbas.
El actual conflicto se inició por las cada vez más comunes visitas de judíos nacionalistas a la zona de la Explanada, lindante con el Muro de los Lamentos, lo que los islámicos consideran una provocación.
Ayer también Abbas habló con Kerry a quien pidió -según indicaron fuentes palestinas- "detener a las autoridades israelíes" que, precisó, "protegen a los colonos". En la conversación advirtió por otra parte que la situación interna palestinas podría tornarse "incontrolable" si siguen las "provocaciones".
Agencias ANSA y Reuters




