Más brindis en los pubs británicos
Una ley extendió desde hoy el horario de consumo de alcohol
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LONDRES.- Mientras las autoridades contenían el aliento, los bebedores brindaron ayer en Gran Bretaña en honor las nuevas leyes británicas que permiten el consumo de alcohol a cualquier hora y que hoy pusieron fin a 90 años de leyes restrictivas a la venta de bebidas de ese tipo en Inglaterra y Gales.
El gobierno confía en que el cambio detendrá las olas de borrachos que salen de los bares a las calles justo después del cierre oficial de los locales, a las 11 de la noche. Pero los enemigos de la medida sostienen que se promoverá el consumo de alcohol por parte de los británicos, aunque éste dista mucho de ser el mayor de Europa.
"Vemos casos de personas que han resultado lesionadas por beber demasiado", dijo Martin Shalley, de la Asociación Británica de Medicina de Emergencia. "Creo que esto va a ocurrir ahora con mucha mayor frecuencia."
Las leyes de licencia de alcohol de Gran Bretaña -que no fueron modificadas desde 1915, cuando se impusieron básicamente para mantener sobrios a los empleados de las fábricas- eran consideradas anacrónicas desde hace años.
Esas normas obligaban al cierre de la mayor parte de los bares a las 11 de la noche de lunes a sábado, y a las 10.30 los domingos. Ahora, la habilitación para vender alcohol las 24 horas rige en principio para supermercados y otros locales comerciales, que deben contar con una licencia especial.
Sólo 359 pubs cuentan con este tipo de permiso, mientras que otras decenas de miles tienen licencia para extender sus horarios de funcionamiento, la mayoría por dos o tres horas del viernes al domingo.
El ministerio británico de Cultura -que tiene bajo su responsabilidad los lugares donde se vende alcohol- informó que alrededor de una tercera parte de los pubs, bares y tiendas que venden alcohol en Inglaterra y Gales pidieron extender sus horarios bajo la nueva ley.
El opositor Partido Conservador argumentó que la medida conllevará a un aumento de las peleas callejeras. Por su parte, el gobernante Partido Laborista alegó que la nueva legislación ayudará a poner fin al abuso del alcohol, que cuesta a Gran Bretaña unos 37.000 millones de dólares, en concepto de operativos policiales, comportamientos antisociales a causa del alcohol -como destrozos a la propiedad pública-, y cuidados médicos.
"Gran Bretaña tiene un problema con el alcohol. Como nación, tomamos demasiado, y demasiado rápido", dijo la secretaria de Cultura británica, Tessa Jowell.
Según la Organización Mundial de la Salud, los británicos consumen en promedio menos alcohol que los irlandeses, alemanes, franceses, húngaros y españoles, aunque tienden a beberse varios tragos de golpe, sobre todo cuando se acerca la hora del cierre de los pubs.


