Meghan Markle: "Siento mucho que crezcan en un mundo donde el racismo está presente"

LONDRES.- En su primera aparición desde que dejó la corona británica, Meghan Markle, la duquesa de Sussex, se refirió a la muerte de George Floyd, que generó una ola de protestas contra el racismo en Estados Unidos, y dijo que lamentaba que los jóvenes tuvieran que crecer en un mundo donde todavía existe la discriminación por raza y que lo que está ocurriendo en Estados Unidos era "devastador".

"Sé que saben que las vidas negras importan", expresó Markle en un video que grabó para un grupo de estudiantes que se graduaban en su antigua escuela secundaria en Los Ángeles, que fue transmitido ayer.

"Durante las últimas dos semanas he planeado decirles algunas palabras para su graduación y, como todos hemos visto a lo largo de la última semana, lo que está sucediendo en nuestro país, en nuestro estado y en nuestra ciudad natal de Los Ángeles es absolutamente devastador", continuó Markle, cuya madre es afroamericana y su padre es blanco.

En tanto, también manifestó su preocupación por el racismo para las generaciones futuras. "Lo primero que quiero decirles es que lo lamento, siento mucho que tengan que crecer en un mundo donde eso todavía está presente", agregó en el mensaje que envió a jóvenes del Immaculate Heart High School.

La duquesa tampoco ocultó su inquietud al hablar sobre esta cuestión y reconoció que quería decir que "lo correcto" y que se sentía nerviosa de que sus palabras fueran "desacreditadas". "Lo único incorrecto es no decir nada. Porque la vida de George Floyd importaba, la vida de Breonna Taylor importaba, la vida de Philando Castile importaba y la vida de Tamir Rice importaba, al igual que la de muchos nombres que conocemos y la de muchos nombres que desconocemos", sostuvo.

La muerte de Floyd despertó una fuerte indinación por la brutalidad policial contra los afroamericanos y desató protestas en todo el país, algunas violentas, con toques de queda impuestos en algunas ciudades para controlar los disturbios.

Si bien la familia real británica por tradición no hace comentarios sobre cuestiones políticas, Meghan y Henry renunciaron a sus roles reales oficiales a fines de marzo y ahora viven en Los Ángeles con su hijo Archie.

Agencia Reuters

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