"No voy a pagar el pato", la nueva campaña contra el gobierno de Dilma Rousseff
Las grandes centrales empresariales de Brasil impulsan el lema por los grandes aumentos de impuestos y están a favor de un juicio político a la presidenta
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Las grandes centrales empresariales de Brasil, lideradas por la Federación de las Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp), la mayor y más influyente patronal del país, publicaron una solicitada hoy en favor del juicio político a Dilma Rousseff y protestaron de forma original frente al Congreso.
Más de 400 entidades que apoyan la campaña "No voy a pagar el pato" contra el aumento de impuestos impulsado por el Gobierno y los escándalos de corrupción, que fue difundida en tres grandes diarios, en enormes espacios pagos.
"Vemos que el país está a la deriva. La hora del cambio es ahora. Decir sí al impeachment, dentro de los parámetros constitucionales, es decir no al descontrol económico", reza la propaganda.
Paralelamente, las centrales empresariales trataron de instalar un pato inflable de 20 metros de altura -equivalentes a un edificio de siete pisos- frente al Congreso Nacional en Brasilia, pero como no recibieron autorización decidieron colocarlo en los jardines de alrededor un total de 5000 patos pequeños inflables y de peluche.

El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el vicepresidente Michel Temer, decidió hoy, en una cumbre partidaria que duró apenas 10 minutos, su salida de la alianza que gobierna Brasil, lo que complica la situación de la presidenta Rousseff y acrecienta las chances de que avance el juicio político en su contra que se trata en el Congreso.
La resolución fue adoptada por unanimidad por la dirección nacional del PMDB, la mayor fuerza política del país, e impone además que sus afiliados dejen sus cargos en el gobierno, con la excepción de Temer, donde quedan 6 ministros, luego de que anoche renunciara uno de ellos.
Gabinete desmembrado
El titular de Turismo, Henrique Alves, se anticipó un día a la decisión del partido, y presentó anoche su renuncia, ya aceptada por Rousseff.
Todavía están con hombres del PMDB al frente las carteras de Minas y Energía, Salud, Agricultura, Puertos, Aviación Civil y Ciencia y Tecnología. Deberán dimitir a esas plazas o arriesgarse a ser sancionados, inclusive con la expulsión del partido.
La reunión de la conducción pemedebista duró apenas 10 minutos y se votó una única moción, que pedía la "inmediata salida del PMDB del Gobierno, con la entrega de los cargos en todas las esferas del poder público federal".
El vicepresidente del partido, Romero Jucá, proclamó el resultado por "aclamación" y declaró que "a partir de hoy, de esta reunión histórica, el PMDB se retira de la base del Gobierno. La decisión está tomada. Viva Brasil", apuntó.
Los cerca de 150 dirigentes del PMDB presentes en la reunión se unieron en un coro que gritó durante unos minutos "Brasil presente, Temer presidente", en un claro y nada disimulado apoyo a un eventual juicio político contra Rousseff, cuyo trámite avanza en Diputados.
Temer, un abogado constitucionalista de 75 años, primero en la línea sucesoria en caso de una destitución de Rousseff, no estuvo en la reunión celebrada en Brasilia para "no mezclar las funciones institucionales de la Vicepresidencia con las cuestiones partidarias", según explicó el propio PMDB.
Agencias AFP, EFE y AP
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