Pekín gana peso con la "diplomacia del yuan"
PEKIN.- Trasladando sus tácticas guerrilleras a la escena internacional, Mao Tsetung quería que los países en vías de desarrollo "rodearan" a los más avanzados para que el comunismo triunfara en el mundo.
Tres décadas después de su muerte, y con China plenamente entregada a la economía de mercado, el capitalismo puede cumplir el sueño del "Gran Timonel". Aplicando la doctrina maoísta a su neoliberalismo económico de ojos rasgados, los dirigentes chinos han empezado por los países de la periferia de Europa, los más castigados por la crisis.
A medida que estos Estados, amenazados por la bancarrota, forzaban a la Unión Europea (UE) a poner en marcha a regañadientes multimillonarios planes de rescate, Pekín salió en su ayuda ofreciéndose a comprar su deuda pública.
¿Pero acude China al rescate de Europa o pretende, como Zeus con apariencia de toro, raptarla aprovechándose de su debilidad? Con gravísimos problemas de liquidez, como ocurre en el caso de Grecia, los asfixiados gobiernos europeos han vuelto sus miradas -y también sus manos pedigüeñas- al autoritario régimen de Pekín, que atesora las mayores reservas de divisas del mundo, con 3,2 billones de dólares.
Italia fue el último país en pedir ayuda al "amigo chino". Poco antes de su última subasta de deuda pública, que colocó a su precio más alto desde la entrada en vigor del euro, un oficial confirmó ayer que el ministro de Economía, Giulio Tremonti, se había reunido con funcionarios chinos, al parecer para pedirles que compraran "cantidades significativas" de bonos del Tesoro italianos.
Según informaron el Financial Times y The Wall Street Journal, en la delegación china estaba Lou Jiwei, responsable de China Investment Corporation (CIC), un fondo inversor con más de 300.000 millones de dólares.
La vocera de Asuntos Exteriores, de China, Jiang Yu, se limitó a decir que Europa es uno de los principales destinos inversores de su país, sin mencionar a Italia, pero el primer ministro chino, Wen Jiabao, manifestó a principios de este mes su confianza en el euro tras pedir a la Unión Europea seguridad para sus inversiones.
Aunque las operaciones comerciales y financieras del régimen de Pekín en el extranjero son un secreto de Estado, los expertos calculan que tiene un cuarto de sus reservas de divisas en euros.
China ya no sólo financia la deuda pública de Estados Unidos, de la que atesora más de 1,15 billones de dólares en bonos del Tesoro emitidos por la Reserva Federal, sino que está poniendo sus huevos en otras canastas, entre ellas las europeas.
En junio, cuando el premier Wen Jiabao se comprometió a "dar una mano" a Europa, China adquirió deuda pública de Hungría y prorrogó un préstamo de 1000 millones de euros.
Durante su visita a Pekín en abril, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció con bombos y platillos que China iba a destinar 9000 millones de euros para reflotar las cajas de ahorros. Aunque el régimen terminó desmintiendo su indiscreción, China se ha convertido en uno de los principales poseedores de deuda pública española.
Lo mismo ocurre en Grecia, donde las adquisiciones masivas de bonos del Estado fueron acompañadas de colosales inversiones chinas. Como la concesión a la naviera Cosco, por 3400 millones de euros y 35 años, de las dos principales terminales de contenedores del puerto griego del Pireo, uno de los mayores del planeta. Además, bancos estatales chinos prestaron en octubre 267 millones de dólares a tres navieras griegas para apoyar la principal industria del país.
Voto de confianza
Durante una visita a Portugal en noviembre, el presidente chino, Hu Jintao, prometió "apoyar con medidas concretas el impacto causado por la crisis financiera global". En diciembre, poco después de que el ministro de Finanzas de Portugal se reuniera con su homólogo chino, Xie Xuren, y con el gobernador de su Banco Central, Zhou Xiaochuan, el diario Jornal de Negocios informaba de que Pekín estaba dispuesto a hacerse con entre 4000 y 5000 millones de euros de su deuda pública.
Un balón de oxígeno tan importante para las vacías arcas de Portugal como la confianza que expresó en enero el viceprimer ministro chino, Li Keqiang, en los bonos del Tesoro españoles.
"China pretende aumentar su influencia política en el mundo, pero sabe que va a tener problemas para recuperar su dinero y tiene que pensar cuánto puede ofrecer en préstamos", explicó a LA NACION Michael Pettis, catedrático de Finanzas en la Universidad de Pekín y asociado principal de Carnegie Endowment. A su juicio, "el problema de los países europeos es que deberían recurrir a sus vecinos y aliados para resolver sus problemas de liquidez porque, si se trata realmente de falta de solvencia, no van a solucionar nada con la ayuda china, sino sólo posponer la solución".
Haciendo uso de la "diplomacia del yuan", China va conquistando peso político en la UE, ganándose la confianza de los países de la periferia, que son los más castigados por la crisis y se engloban bajo la peyorativa denominación de los "PIGS" (Portugal, Irlanda, Grecia, España).
De esta manera, podrá presionar a la UE en asuntos tan diversos como el levantamiento del embargo de armas vigente desde la matanza de Tiananmen en 1989, las negociaciones sobre el cambio climático o las decisiones del G-20.
Más leídas de El Mundo
Investigación confidencial. Reino Unido suspendió a un enviado comercial a la Argentina en medio de una fuerte polémica
Tenía 24 años. Conmoción en Uruguay por el femicidio de una joven cuando iba a la facultad
“Tercera Guerra Mundial”. La fuerte advertencia del primer ministro ucraniano sobre el futuro del conflicto con Rusia