Repelieron el ataque rebelde sobre Freetown

FREETOWN, Sierra Leona.- Las fuerzas gubernamentales de Sierra Leona lograron ayer repeler los ataques del Frente Revolucionario Unido (RUF) sobre la capital, Freetown, obligándolos a retroceder, informaron fuentes militares.

En los combates no estuvieron involucrados los cascos azules de las Naciones Unidas, que ayer aumentaron su número a 9200 tras la llegada de un contingente procedente de Jordania, dijeron voceros de la Misión de la ONU en Sierra Leona (Unamsil, según sus siglas en inglés).

Hasta el momento no se ha dado a conocer el número de muertos o de heridos en las filas de las tropas que defienden al gobierno del presidente Ahmed Tejan Kabbah, pero fuentes no oficiales dijeron que los rebeldes, muchos de ellos vistiendo uniformes y boinas azules de los soldados de la ONU -de los cuales 500 fueron secuestrados la semana última por guerrilleros del RUF-, sufrieron numerosas bajas, aunque sin especificar qué cantidad.

Otras versiones no confirmadas señalaron que los guerrilleros del RUF utilizaron en sus ataques vehículos todoterreno y blindados de las fuerzas de la ONU, pertenecientes a las unidades que mantienen capturadas.

Los observadores internacionales indicaron que existen fuertes divisiones en la jefatura del RUF, que se confirman por las declaraciones de Peter Vandy, uno de sus principales representantes, que condenó a su líder, Foday Sankoh, "por perpetuar las matanzas en Sierra Leona".

Fractura

Vandy, que es miembro del gabinete de Kabbah en virtud de los acuerdos de paz de 1999, leyó una declaración de nueve puntos por la radio y televisión estatales en la que se distanció de las acciones de los guerrilleros del RUF y retiró su apoyo a Sankoh, que se encuentra con paradero desconocido.

"Nos desligamos totalmente de las violaciones del acuerdo de paz de Lomé por Sankoh", dijo Vandy, que no reveló cuántos miembros del RUF han adoptado esa postura.

La situación en que se encuentra Sierra Leona se agravó la semana última coincidiendo con la salida del país de los 15.000 soldados de las fuerzas de intervención de la Comunidad Económica de los Estados del Oeste Africano (Ecomog), y que en su mayor parte estaban compuestas por soldados nigerianos.

Entonces, los rebeldes se negaron a ser desmovilizados y a entregar sus armas a los cascos azules de la ONU, recién desplegados en Sierra Leona, como prevé el acuerdo de paz de Lomé firmado en julio último por todas las partes involucradas.

Tras los primeros choques entre los rebeldes y los soldados de la ONU, la situación se agravó por el secuestro y desarme por parte de los rebeldes de 300 cascos azules, cifra que aumentó a 500 pocos días después y que todavía se encuentran en poder del RUF, aunque éstos lo han desmentido.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, lamentó que ningún país quiera intervenir en Sierra Leona para que se cumpla el mandato internacional, informó ayer el diario francés Le Monde.

"Fue la OTAN la que intervino con todo su poder en Bosnia, o Australia en Timor Oriental, mientras que en Sierra Leona ningún país es capaz de hacerlo", señaló Annan en una entrevista publicada por el matutino.

Se manifestó "muy decepcionado" ante la ausencia de respuesta de la comunidad internacional a la demanda de crear una fuerza de reacción rápida que respalde a las tropas de paz en Sierra Leona, y subrayó que "es vital que el mundo no abandone al pueblo de Sierra Leona".

Mediador

WASHINGTON (AFP) - En un paso para evitar que se instale una guerra civil total en Sierra Leona, el presidente estadounidense, Bill Clinton, anunció ayer que el reverendo Jesse Jackson se trasladó a un país no identificado de Africa Occidental para intentar mediar. "Le solicité al reverendo Jesse Jackson, mi enviado especial para la promoción de la democracia en Africa, que regrese a esa región para buscar con sus dirigentes una solución pacífica a la crisis", indicó Clinton.

Por Agencias AFP, Reuters, EFE, ANSA y AP

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