Rusia criticó el histórico avance en la UE para la adhesión a Ucrania y Moldavia y advirtió que puede desestabilizar el bloque

MOSCÚ.- Rusia dijo el viernes que la decisión de la Unión Europea (UE) de iniciar negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia es una decisión politizada que podía desestabilizar el bloque, y elogió a Hungría por oponerse a la medida.

“Las negociaciones para entrar en la UE pueden durar años o décadas. La UE siempre ha tenido criterios estrictos para la adhesión y es obvio que, por el momento, ni Ucrania ni Moldavia los cumplen”, declaró a la prensa el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov.

“Está claro que se trata de una decisión absolutamente politizada, el deseo de la UE de demostrar su apoyo a estos países. Pero esos nuevos miembros podrían desestabilizar a la UE, y como vivimos en el mismo continente que la UE, por supuesto que estamos observando esto de cerca”, agregó.

En una cumbre celebrada el jueves, los líderes de la UE acordaron entablar conversaciones de entrada con Ucrania pese a que se encuentra en medio de una guerra que Rusia dice que proseguirá hasta cumplir sus objetivos.

En la misma reunión, la UE acordó conceder a Georgia –que, al igual que Ucrania y Moldavia, formó parte de la Unión Soviética– el estatus de candidato a la adhesión. Peskov dijo que también se trata de una decisión politizada.

“A nuestro pesar, a menudo el deseo (de la UE) de demostrar esta voluntad política viene dictado en muchos aspectos por el deseo de molestar aún más a Rusia y de enemistarse con la UE en relación con Rusia”, declaró.

Resistencia de Orbán

Los líderes europeos eludieron en la reunión del jueves las objeciones del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, haciendo que abandonara la sala mientras daban el histórico paso, algo que Peskov destacó con ironía.

“Esperar a que alguien salga a tomar un café para, en su ausencia, impulsar una decisión es una práctica única”, comentó.

Y siguió: “Es una mala decisión. Podemos detener este proceso más adelante, y si es necesario usaremos el freno, y la decisión última la tomará el Parlamento húngaro”.

El avance en la vía de la adhesión –que también mostró los límites del poder de Orban para inclinar las decisiones de la UE a su favor– se produjo en un momento crítico para Ucrania, cuya contraofensiva contra las fuerzas de invasión rusas no ha logrado avances importantes y en el que el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha sido incapaz hasta ahora de conseguir que el Congreso apruebe un paquete de 60.000 millones de dólares para Kiev.

Por otra parte, Ucrania instó el viernes a la UE a desbloquear en enero los 50.000 millones de euros de ayuda financiera destinada al país devastado por la guerra y que fue bloqueada precisamente por el primer ministro húngaro.

“Esperamos que todos los procedimientos legales necesarios se completen en enero de 2024, lo que nos permitirá recibir la financiación correspondiente lo antes posible”, manifestó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania en un comunicado.

En respuesta, Orbán reclamó el viernes “la totalidad de los fondos” europeos a su país, que fueron congelados por dudas sobre la vigencia del Estado de Derecho, antes de considerar la posibilidad de levantar su veto al envío de nueva ayuda para Ucrania.

“Siempre dije que si se realizaba una enmienda del presupuesto de la UE [...], Hungría aprovecharía la ocasión para reivindicar claramente lo que merece. No la mitad, no un cuarto, sino la totalidad”, declaró el dirigente nacionalista en un entrevista en la radio estatal.

Agencias AFP y Reuters

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