Saddam se llevó mil millones de dólares
Por Dexter Filkins De The New York Times El ex presidente iraquí ordenó retirarlos del Banco Central horas antes de los bombardeos a Bagdad Se sospecha que fueron destinados a financiar una "estrategia posocupación"
En las horas previas a que las bombas estadounidenses comenzaran a caer sobre la capital iraquí, uno de los hijos del presidente Saddam y un asesor cercano se llevaron cerca de 1000 millones de dólares en efectivo del Banco Central del país, según funcionarios estadounidenses e iraquíes.
El retiro del dinero, que sería uno de los mayores robos bancarios en la historia, fue realizado bajo órdenes directas de Saddam, según un funcionario iraquí que pidió no ser identificado.
Agregó que no se dio ninguna razón financiera para retirar el dinero de las bóvedas del banco y que no se dijo a nadie a dónde se llevaría el dinero.
"Cuando se recibía una orden de Saddam Hussein, no se discutía", explicó el funcionario iraquí, que tenía un alto puesto en un banco en el régimen depuesto. Dijo que el hecho le fue informado por los funcionarios financieros iraquíes que entregaron el dinero al hijo de Saddam y al asesor.
Esta denuncia ofrece una visión de los últimos días del gobierno de Saddam -que, por su énfasis en las conexiones familiares ha sido comparado con la mafia- y quizá dé una clave acerca de cómo pensaba financiar su fuga y sobrevivir fuera del poder.
Qusay Hussein, el segundo hijo de Saddam, dirigió la maniobra para apoderarse del dinero, junto con Abid al-Hamid Mahmoud, asistente del presidente, dijo el funcionario iraquí. Esto sucedió a las 4 de la madrugada del 18 de marzo, horas antes del primer ataque aéreo estadounidense.
Los dos hombres llevaban una carta del presidente con su firma, autorizando el retiro del dinero, dijo el funcionario. El volumen del efectivo era tan grande -unos US$ 900 millones en billetes de 100 dólares y hasta 100 millones de euros- que se necesitaron tres camiones con acoplado para llevárselo y un equipo de trabajadores tardó dos horas en cargarlo, agregó.
El robo del dinero fue confirmado por un funcionario del Tesoro de Estados Unidos asignado a trabajar con funcionarios financieros iraquíes aquí para reconstruir el sistema bancario y financiero del país.
Funcionarios iraquíes dijeron que no tenían claro qué efectos tendría la desaparición de US$ 1000 millones sobre la economía del país. El funcionario iraquí dijo que el retiro de dinero representaba alrededor de un cuarto de las reservas físicas del Banco Central.
Los mil millones de dólares son casi el doble del monto de efectivo que se cree que obtuvieron saqueadores iraquíes en las tres semanas posteriores al colapso del gobierno iraquí. Funcionarios estadounidenses e iraquíes dijeron que unos US$ 4000 millones en dólares estadounidenses y al menos US$ 40 millones en moneda iraquí fueron robados por saqueadores de bancos en todo el país luego del 9 de abril.
La desaparición de un monto tan considerable de dinero genera temores de que se esté utilizando para financiar restos del gobierno de Saddam, muchos de cuyos altos miembros se cree que se ocultan en Bagdad o sus alrededores.
Algunos miembros del Consejo Nacional Iraquí, una organización que junta a muchos grupos que se opusieron a Saddam, afirman que el dinero puede ser un elemento central en lo que describieron como una gran "estrategia posocupación" ideada por Saddam, que imaginó una ocupación de la capital por los estadounidenses y su eventual retorno al poder.
¿Enviado a Siria?
Ni los funcionarios iraquíes ni los estadounidenses dijeron saber dónde se encuentran los US$ 1000 millones ni Saddam, Qusay o Mahmoud, buscados por los Estados Unidos.
Algunos estadounidenses sospechan que el dinero puede haber sido llevado a Siria. El coronel Ted Seel, un oficial de las fuerzas especiales del ejército de los Estados Unidos, señaló que había información de inteligencia de ese momento de que un grupo de camiones con acoplado cruzó la frontera iraquí con ese país.
Saddam tenía poder casi absoluto en su gobierno y por lo tanto no está claro qué leyes pudieron haberse violado al apoderarse del dinero. El funcionario iraquí dijo que el presidente y su familia solían sacar dinero de bancos iraquíes, pero no sumas como las que se dice que se llevaron el 18 de marzo."A veces venían por montos pequeños, quizá US$ 5 millones", indicó.
En el caso de los US$ 1000 millones, el funcionario dijo que Qusay y Mahmoud habían llevado cinco funcionarios iraquíes con ellos al banco: entre ellos el director del Banco Central, el ministro de finanzas iraquí -actualmente en custodia de los estadounidenses- y el director del tesoro iraquí.
George Mullinax, un funcionario del Departamento del Tesoro, dijo que la "gente de Saddam Hussein" se llevó el dinero. Calculó que la cifra era de US$ 900 millones, y señaló que era posible que ya se hubiese recuperado parte del dinero. Agregó que los aproximadamente US$ 650 millones descubiertos en uno de los palacios de Saddam el mes pasado podrían provenir del Banco Central. Pero el funcionario iraquí dijo que ese dinero le pertenecía al mayor de los hijos de Saddam, Uday.
Funcionarios estadounidenses e iraquíes han recuperados otras grandes sumas de dinero desde la caída del gobierno de Saddam. El mes pasado, funcionarios bancarios iraquíes, con la ayuda de soldados estadounidenses, recuperaron un transporte de caudales con US$ 250 millones.
Dhia Habib al-Khyoun, presidente del Rafidain Bank, uno de los mayores bancos iraquíes, dijo que los US$ 250 millones se habían cargado en sucursales bancarias por todo el país.
Si bien no está claro para qué se retiraron los US$ 1000 millones, sí está claro que Saddam adoptó medidas en los días finales de su gobierno para poner a resguardo al menos parte de su dinero.
A comienzos de marzo, dijo Khyoun, se le ordenó distribuir los depósitos en efectivo del Rafidain Bank a las sucursales alrededor de Bagdad. Dijo que el objetivo era la salvaguarda de algo de dinero en efectivo, para el caso de que fueran bombardeadas las oficinas centrales del banco.
Antes fue el oro de Moscú
El supuesto robo de casi 1000 millones de dólares por parte de la familia del derrocado Saddam Hussein trae a la memoria el episodio del "oro de Moscú", que tuvo como protagonista al entonces ministro de Hacienda de la República española: Juan Negrín López. En 1936, Negrín entregó 510 toneladas de oro del Banco de España (la cuarta mayor reserva del mundo) a la Unión Soviética de Stalin, sin garantía ni recibo alguno, supuestamente en pago a la ayuda militar soviética durante la guerra civil. Dicho envío provocó el suicidio del cajero mayor del banco español y el empobrecimiento del país. Y nunca fue devuelto por la URSS.
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