Saydnaya, la cárcel del horror del régimen de Al-Assad: los sirios buscan celdas secretas con prisioneros atrapados
En la prisión militar, símbolo de la brutalidad del gobierno derrocado, equipos especializados trabajan para encontrar presos en celdas subterráneas; decenas de personas buscan personalmente a sus familiares desaparecidos
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DAMASCO.- La cárcel militar de Saydnaya, ubicada al norte de Damasco, conocida como el “matadero humano” y símbolo del régimen de los Al-Assad, se convirtió este lunes en un escenario del horror, mientras médicos, cascos blancos y ciudadanos de a pie buscan desesperadamente celdas subterráneas secretas donde, según organizaciones de derechos humanos, un gran número de presos políticos permanecen atrapados después de que se bloquearan los accesos.
La cárcel de Saydnaya es conocida por su historia de abusos y torturas bajo el régimen de Bashar Al-Assad, el presidente sirio que fue derrocado este fin de semana tras un cuarto de siglo en el poder y huyó a Rusia. Esta prisión fue el escenario de crímenes que incluyen ejecuciones masivas, tortura sistemática y condiciones inhumanas para los prisioneros, según distintos organismos.
Cuando los rebeldes ingresaron a Damasco este fin de semana, la cárcel de Saydnaya fue uno de los primeros lugares en los que se liberaron a miles de prisioneros. Sin embargo, no todos los detenidos pudieron salir de inmediato, ya que las celdas subterráneas, algunas de las cuales eran inaccesibles, mantenían atrapados a muchos.
Según los grupos de derechos humanos, las celdas estrechas, de apenas unos metros de ancho, estaban abarrotadas de más de una docena de personas a la vez, sin dejar espacio para tumbarse. Los gritos de los prisioneros que estaban siendo torturados se oían resonando en los pasillos. Pero los horrores de lo que sucedía allí abajo todavía están lejos de esclarecerse.
Dramatic footage of Syrian rebels liberating political prisoners from the Sednaya prison, also known as ‘the slaughterhouse’.
— Ariel Oseran (@ariel_oseran) December 8, 2024
Notice the children inside the cells. pic.twitter.com/DbSISslnnW
Según los informes, los Cascos Blancos, una organización de defensa civil siria, fueron los primeros en investigar las condiciones de las celdas subterráneas. Estos equipos de emergencia desplegaron unidades especializadas en búsqueda y rescate, expertos en demoliciones y apertura de puertas de hierro, así como unidades caninas y personal médico. Las autoridades temen que aún haya personas atrapadas en estas celdas, lo que complica las labores de rescate, ya que la estructura de la cárcel es sumamente deteriorada y las condiciones de seguridad son extremas.
“Los Cascos Blancos han desplegado cinco equipos de emergencia especializados en la cárcel de Saydnaya para investigar celdas subterráneas ocultas, que supuestamente albergan detenidos según los sobrevivientes”, escribieron los Cascos Blancos en X.
The White Helmets has deployed 5 specialized emergency teams to Sednaya Prison to investigate hidden underground cells, reportedly holding detainees according to survivors. The teams consist of search and rescue units, wall-breaching specialists, iron door-opening crews, trained…
— The White Helmets (@SyriaCivilDef) December 8, 2024
“Los equipos están compuestos por unidades de búsqueda y rescate, especialistas en derribar muros, equipos de apertura de puertas de hierro, unidades caninas adiestradas y personal médico. Estos equipos están bien entrenados y equipados para gestionar operaciones tan complejas”, añadió el organismo civil.
Desesperación
Videos enviados al diario The New York Times por un grupo de médicos que visitaron la cárcel tras la caída de Damasco muestran las terribles condiciones dentro de la instalación.
En los videos registrados por la Asociación de Médicos Independientes, una organización no gubernamental que brinda asistencia humanitaria y médica en Siria, se observan celdas numeradas, cada una de las cuales parece haber albergado a una docena o más de personas, cubiertas de escombros, ropa y pertenencias personales. Las paredes y los techos están en ruinas.
En otra escena, los familiares revisan registros en papel en busca de información sobre sus seres queridos. “Están mirando los registros médicos y los registros de prisioneros, esperando”, dice el médico que graba la escena.
En el interior de la cárcel, la gente deambulaba este lunes por las laberínticas instalaciones, pasando de celda en celda, buscando cualquier pista que pudiera indicarles dónde podían estar sus familiares y amigos. Se apresuraban a localizar el ala subterránea oculta, a la que llamaban el “ala roja”, en medio del temor de que los prisioneros estuvieran muriendo de hambre sin comida y asfixiándose por falta de aire.
My uncle and thousands of the disappeared—I hope we can one day learn their fate.
— Samer Daboul (@samerdaboul6) December 9, 2024
The images of detainees in prisons are unforgettable: their eyes filled with anguish and fear as they step into freedom. The doors and corridors of those human slaughterhouses are terrifying, and… pic.twitter.com/VQ6zFn5qB6
“Hay tres miembros de mi familia desaparecidos. Nos dijeron que hay cuatro niveles bajo tierra y que la gente se está ahogando en ellos, pero no sabemos dónde están”, dijo Ahmad al-Shnein a The Guardian mientras buscaba en el pasillo de la cárcel. “Los que salieron de aquí parecían esqueletos. Así que imagínense cómo lucirán los que están bajo tierra”, agregó Shnein.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, una organización con sede en Gran Bretaña que documenta los abusos a los derechos humanos en Siria, estimó que más de 30.000 detenidos han sido asesinados en la cárcel de Saydnaya.
A pesar de los esfuerzos por liberar a los prisioneros, la falta de acceso a las puertas electrónicas subterráneas impidió que las fuerzas rebeldes pudieran abrir las celdas donde, según testigos, se encontraban detenidos más de 100.000 prisioneros.
Algunos prisioneros fueron liberados tras intensos esfuerzos, y videos filtrados muestran a mujeres y niños saliendo de las celdas. La sensación de alivio y esperanza se sintió en las calles de Damasco cuando los exdetenidos corrieron a reunirse con sus seres queridos, algunos aún incrédulos ante la caída del régimen.
Saydnaya, que se había convertido en un símbolo de los abusos del régimen de Al-Assad, era conocida por su brutalidad. Desde 2011, cuando comenzó la guerra civil, miles de opositores al régimen fueron detenidos, torturados y ejecutados.
La cárcel fue descrita por Amnistía Internacional como un “matadero humano”, y las ejecuciones se realizaban de forma sistemática, con el consentimiento de los altos mandos del gobierno sirio.
Testimonios de sobrevivientes
Los testimonios de quienes sobrevivieron a esta cárcel revelan historias desgarradoras. Omar al-Shogre, uno de los sobrevivientes, contó su experiencia de tres años en la cárcel cuando era adolescente, describiendo el dolor y la desesperanza que vivió. A lo largo de su cautiverio, fue forzado a torturar a otros prisioneros, incluido su propio primo, bajo amenaza de ser ejecutado si se negaba.
Los supervivientes dijeron que los guardias aplicaban una regla de silencio absoluto dentro de la prisión. Si los detenidos no podían hablar, al menos podían escribir. Las paredes de las celdas estaban cubiertas de mensajes garabateados a mano. “Tab, khadni”, decía el mensaje que significa “basta ya, llévenme”.
Otro trozo de papel, encontrado en el suelo, roto y pisoteado, detallaba la muerte de un prisionero, aparentemente escrito por otro detenido ansioso por documentar la muerte de su amigo.
La nota, escrita por un preso de 63 años que la firmó como Mohammed Abdulfatah al-Jassem, decía que había visto a otro preso –cuyo nombre no era legible– caerse y golpearse la cabeza durante una convulsión. Dejó un número de teléfono en la nota para que la persona que la encontrara llamara, que ahora estaba inactivo, según The Guardian.
Buscan a un periodista
Entre los detenidos bajo el régimen Al-Assad está el periodista norteamericano Austin Tice, capturado hace más de 12 años en Siria, que el gobierno de Estados Unidos aspira a encontrar en este nuevo escenario, dijo este lunes el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
”Para nosotros es una prioridad absoluta encontrar a Austin Tice, localizar la cárcel en la que puede estar recluido, sacarlo de allí y llevarlo sano y salvo a casa con su familia”, dijo Sullivan este lunes. ”Estamos hablando a través de los turcos y otros con gente sobre el terreno en Siria para decirles: ‘Ayúdennos con esto. Ayúdennos a traer a Austin Tice a casa’”.
Tice, un exinfante de marina estadounidense y periodista freelance, tenía 31 años cuando fue secuestrado en agosto de 2012 mientras informaba en Damasco sobre el levantamiento contra el presidente sirio Bashar al-Assad. Siria había negado que haya estado detenido.
El presidente Joe Biden dijo el domingo que el gobierno estadounidense cree que Tice está vivo. ”Creemos que está vivo. Creemos que podemos recuperarlo, pero aún no tenemos pruebas directas de ello. Y Al-Assad debe rendir cuentas”, dijo Biden. “Tenemos que identificar dónde está”.
Agencia Reuters y diario The New York Times
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