
Un sismo devastó el oeste de Colombia
El terremoto, de seis grados en la escala de Richter, causó al menos 250 muertos y miles de heridos; víctimas argentinas
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BOGOTA.- Un fuerte terremoto de seis grados de intensidad estremeció ayer gran parte de Colombia y causó por lo menos 250 muertos, casi 1000 heridos y enorme destrucción.
El sismo, que se registró a las 13.19, hora local (15.19, hora argentina), con epicentro en las cercanías de Roncesvalles, a unos 170 kilómetros al oeste de Bogotá, fue detectado a una profundidad de 60 kilómetros, en una zona volcánica de la cordillera de los Andes, informó la Red Sismológica Nacional.
El terremoto arrasó en su epicentro la zona cafetalera occidental, cuyas tres principales ciudades, Armenia, Calarcá y Pereira, sufrieron severos daños y padecieron el mayor numero de víctimas mortales.
Una réplica del terremoto, con una intensidad de 5,6 grados, se registró en estas ciudades a las 17.44, hora local, y aumentó la angustia de millares de personas que deambulaban por las calles, buscando refugios para pasar la noche o ayudando en la búsqueda de sobrevivientes.
Otras réplicas menores se sintieron en las cinco horas siguientes al movimiento telúrico.
El sismo fue tan violento que causó 20 derrumbes en vías troncales que comunican a Bogotá con Armenia, Pereira y Cali.
El presidente Andrés Pastrana postergó hasta mañana un viaje oficial a países europeos para supervisar personalmente las tareas de socorro y fue en helicóptero a la zona del desastre, informó la oficina de prensa del palacio de gobierno.
Armenia, ciudad de 300.000 habitantes, fue la más afectada; allí hubo por lo menos 100 muertos, según la Defensa Civil. En medio del caos, unos 500 heridos eran atendidos en los hospitales y numerosas edificaciones cayeron como un castillo de naipes, incluyendo el céntrico hotel Armenia Plaza.
Entre las víctimas de Armenia había decenas de policías y bomberos, cuyos cuarteles fueron completamente destruidos por el terremoto. Un sacerdote quedó atrapado en su propia parroquia y la cárcel municipal resultó tan destruida que los presos quedaron libres.
Tendidos en las calles
Dramáticas imágenes de la televisión mostraron a bomberos y voluntarios rescatando personas atrapadas al desplomarse edificios y viviendas, mientras las ambulancias cruzaban raudas las calles, haciendo sonar sus sirenas.
Testigos dijeron que había numerosos muertos atrapados entre los escombros y algunos cadáveres quedaron tendidos en las calles.
En Armenia, algunas calles se agrietaron, hubo incendios y el pánico se apoderó de sus habitantes. Las autoridades municipales lanzaron por radio dramáticos llamados de auxilio al gobierno nacional y también se decretó el toque de queda nocturno.
"Me dan ganas de llorar por la tragedia tan grande que estoy viendo. Se nos acabó la ciudad", expresó, preso de la angustia, el congresista César Augusto Mejía, desde Armenia.
En Calarcá, municipio situado a 163 kilómetros al oeste de Bogotá, 35 personas murieron, en su mayoría niños y ancianos, y 250 resultaron heridas, según informó la cadena radial RCN, citando fuentes oficiales de la morgue.
"El centro de Calarcá no existe. Sólo quedó en pie el hospital", dijo José Marcos, un conductor de camión que pasó por la población de 50.000 habitantes, en un diálogo telefónica con la cadena informativa Radionet.
En Pereira, ciudad de 550.000 habitantes, hubo por lo menos 17 muertos, 160 heridos, 200 viviendas quedaron dañadas y algunas se desplomaron debido al efecto del poderoso sismo, según un informe de la Policía Nacional.
Entre los muertos había dos niños que fueron hallados por los socorristas abrazados entre los escombros de su vivienda.
Como un bombardeo
"Pereira parece una ciudad bombardeada. Está inmensamente golpeada por este sismo", dijo el alcalde Luis Alberto Duque, después de hacer un sobrevuelo en helicóptero.
"Yo estaba sentada, pero no me podía levantar ni caminar. El techo de la casa se nos cayó, se reventaron las tuberías y explotó el calentador del agua. Teníamos tanto pánico, pues sólo se escuchaban ruidos...", relató entrecortada por los nervios la médica Mónica Sepúlveda.
Pereira es la capital del departamento de Risaralda y se encuentra muy cerca de Calarcá. Allí también hubo calles agrietadas, las tuberías del acueducto explotaron y hubo cortocircuitos en el tendido eléctrico que causaron numerosos incendios, dijo la policía. El alcalde de Pereira decretó el toque de queda a partir de las 18 para facilitar las tareas de rescate y evitar el pillaje.
La Defensa Civil dijo en su informe oficial que en otras poblaciones del Departamento del Valle, en la misma zona geográfica, hay numerosas víctimas, incluso cinco muertos en el municipio de Alcalá, y que centenares de viviendas se desplomaron.
Bóvedas desplomadas
En Ulloa, uno de los municipios afectados, se registró la destrucción de 120 viviendas, pero no hubo víctimas, informó la alcaldía.
En Cajamarca, otro municipio de la zona del desastre, la iglesia quedó destruida, 45 bóvedas del cementerio se desplomaron dejando los cadáveres expuestos y una niña de 16 años murió atrapada por el derrumbe de un camino, informó el sacerdote Raúl Darío Bejarano, párroco local.
El terremoto se sintió en gran parte de Colombia, pero la mayor cantidad de víctimas y daños se concentraba en unos 17 municipios del llamado eje cafetero, donde están los mayores cultivos de café.
Desde 1990, la situación sísmica de la zona afectada comenzó a ser estudiada y un informe realizado por la Universidad Nacional reveló entonces la posibilidad de que se registrara un terremoto en las próximas dos décadas.


