MADRID (De nuestra corresponsal).- De esta ciudad partió ayer un mensaje que choca contra la prédica del gobierno republicano de los Estados Unidos.
"El objetivo de eliminar al terrorismo no es realista. Lo que sí se puede hacer es contenerlo mediante la reducción de factores que, como la pobreza, desencadenan situaciones de frustración, que pueden llevar a una cultura de resentimiento, de la que nutren sus filas las organizaciones terroristas."
Esta fue una de las primeras conclusiones de la Cumbre Internacional sobre Terrorismo que, con la presencia del titular de las Naciones Unidas, Kofi Annan, y del ex presidente Bill Clinton, deliberará hasta mañana en esta ciudad.
Fue convocada por el Club de Madrid, que integran 56 ex jefes de gobierno y de Estado -entre ellos, Raúl Alfonsín, que asiste a las deliberaciones-, y la Fundación Safe Democracy, fundada y presidida por el empresario argentino Martín Varsavsky, que también expondrá en el plenario.
Otros invitados brillan por su ausencia. No están ni Tony Blair ni Gerhard Schröder ni Jacques Chirac.
Otra recomendación de la cumbre fue un llamado a producir "una única definición de terrorismo". Y entendieron que debe considerarse como tal "cualquier ataque contra civiles, sea cual fuere su motivo". Si la definición se acepta, podría ser -se dijo- el primer paso para superar las diferencias que se advierten en el nivel internacional a la hora de referirse al fenómeno.
El mensaje global bajo el que delibera el plenario tiene un signo esperanzador en la capacidad que asigna a la democracia para combatir el flagelo.
