Vargas Llosa dice que la Marina sabía que Fujimori es japonés

LIMA, 7 (AFP).- El escritor Mario Vargas Llosa reveló hoy que en 1990, al final de la campaña electoral en la que fue candidato presidencial, la Marina de Guerra del Perú "poseía la constancia de fraude" en cuanto a que el actual presidente Alberto Fujimori "no había nacido en el Perú sino en el Japón".

Vargas Llosa, en un artículo escrito para el semanario limeño Caretas y que se divulga en la capital peruana como "primicia mundial", dice que oficiales navales le informaron que los padres de Fujimori, inmigrantes "procedentes de la isla de Kawachi, le fraguaron una nacionalidad peruana".

La nota del escritor y ensayista peruano-español se suma a las informaciones y conjeturas que la publicación viene planteando sobre el lugar de nacimiento del mandatario, quien por todo comentario respondió esta semana, desde Bolivia, que la prensa "puede seguir investigando libremente".

Para Vargas Llosa, sin embargo, "el crimen mayor que ha cometido Fujimori no es haber nacido en Kawachi ni adulterado documentos públicos (sino) haber destruido, confabulado con (su asesor) Vladimiro Montesinos y (el presidente del comando conjunto de las Fuerzas Armadas) Nicolás Hermoza, un proceso democrático que desde 1980 había comenzado a integrar a civiles y militares".

El novelista, vencido en 1990 por Fujimori en su intento de llegar a la presidencia del Perú, pasó a ser implacable crítico del mandatario luego que éste diera, con apoyo de las Fuerzas Armadas, un virtual golpe de Estado en 1992, disolviendo el Congreso e interviniendo el Poder Judicial.

"El asunto de la presunta nacionalidad japonesa de Fujimori no se ventiló en aquella ocasión por mi propia repugnancia moral a esgrimirlo como argumento contra un adversario político", dice Vargas Llosa en su artículo titulado "Los patriotas".

"Qué importa que naciera en alguna aldea perdida de Kumamoto: en el Perú gateó y aprendió a hablar, estudió, creció, trabajó y compartió a lo largo de toda su vida los infortunios y las ilusiones de los demás peruanos", abunda.

"Eso hace de él -agrega-, no importa cuán dudosa sea la legitimidad del mal garabateado papel que explica su nacimiento, un ciudadano del Perú."

Según la información a la que hace referencia Vargas Llosa, en 1990 Montesinos debía encargarse "de hacer desaparecer en aquellos días, de los registros judiciales, el abultado prontuario del candidato".

Nuevas investigaciones de Caretas revelan esta semana la sospecha de otra alteración en un documento en poder del Indice del Archivo de la Nación, donde un libro que registra la llegada de inmigrantes japoneses en 1934 (año del arribo de los padres del actual jefe de Estado) ha desaparecido en los últimos días.

Ivcher apeló

LIMA, 7 (DPA).- Precedidos por una marcha de unos 300 trabajadores, los asesores legales del principal accionista del canal, Baruch Ivcher, apelaron hoy la resolución judicial que suspendió la propiedad del empresario sobre el Canal Frecuencia Latina.

El director del programa Contrapunto, Luis Ibérico, reiteró la decisión de los periodistas del canal de impedir que los accionistas Samuel y Mendel Winter, vinculados con el régimen y con las Fuerzas Armadas, tomen el control del medio de comunicación.

Adversarios enemistados

Alberto Fujimori: las conjeturas sobre su verdadera nacionalidad no parecen quitarle el sueño; su popularidad está en uno de los peores momentos.

Mario Vargas Llosa: derrotado por "el chino" Fujimori en las elecciones de 1990, se convirtió luego en uno de sus críticos más acérrimos.

La Justicia parece apuntar a un hombre clave

LIMA, 7 (AFP).- Vladimiro Montesinos, el controvertido asesor del presidente peruano Alberto Fujimori, podría ser notificado por el fiscal que investiga las denuncias existentes de espionaje telefónico, se informó hoy en medios judiciales.

Así se expresó el fiscal especial Víctor Hugo Salvatierra, en declaraciones recogidas por el diario limeño El Sol, cercano al gobierno.

Montesinos, hombre clave en la toma de decisiones políticas del régimen, asesora al Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). Sus actividades así como el dinero que recibe por sus servicios fueron considerados como "secretos de Estado" por la propia oficialidad peruana.

El magistrado designado por el Ministerio Público agregó que también se entrevistará con algunos mandos militares del SIN, entidad a la cual se le atribuyen las escuchas telefónicas ilegales que afectaron a políticos y periodistas, y que fueron reveladas hace un mes por una televisora.

"Las denuncias de espionaje sólo buscan desestabilizar a la institución" respondió el jueves el general Julio Salazar Monroe, jefe del SIN, quien aseguró que "cualquier persona, natural o jurídica, puede interceptar las líneas telefónicas".

Diálogo interceptado

El militar recordó, como prueba de este hecho, que "un canal de televisión" interceptó la comunicación telefónica del presidente Fujimori con el asesor Montesinos y el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Nicolás Hermoza, en 1992, durante un intento de golpe de Estado de un general del Ejército.

"Se está buscando desprestigiar al Servicio de Inteligencia, que cumple una importante lucha contra la subversión y el narcotráfico", enfatizó.

La denuncia presentada por el programa periodístico Contrapunto, del Canal 2, desencadenó una de las crisis políticas más serias que ha enfrentado el gobierno de Fujimori, generando la desaprobación de la población peruana y encendidas críticas de la oposición política.

Medios oficialistas, sin embargo, tratan de restar importancia al espionaje telefónico, aduciendo que éste se realiza para combatir la delincuencia y que, además, cualquier persona puede hacerlo "con equipos que son muy baratos".

"Los servicios de inteligencia del Perú y de cualquier otro país realizan este tipo de operaciones para capturar a terroristas y narcotraficantes", declaró la congresista Martha Chávez, abanderada del régimen.

Campaña de desprestigio

LIMA, 7 (Reuter).- El jefe del Servicio de Inteligencia desestimó las acusaciones sobre presuntos actos de espionaje telefónico, al alegar que sólo buscan desprestigar al organismo.

El general Julio Salazar en declaraciones citadas el jueves por el diario Expreso, destacó que con las denuncias "se busca desprestigiar al Servicio de Inteligencia, que cumple un papel importante en la lucha contra la subversión y el narcotráfico".

Salazar, que envió una comunicación escrita al poder judicial defendiendo a la institución, instó al juez de derecho público, Percy Escobar, a declarar improcedente las acusaciones de espionaje en su contra.

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