Un equipo ganador y singular
Lisandro Alonso y Viggo Mortensen presentaron ayer, en la primera jornada del encuentro, la película que el actor describió como un “western existencial argentino-danés”
MAR DEL PLATA.– "El cine de Lisandro no es como el de otros", dice Viggo Mortensen, resumiendo un intento de explicar lo que lo atrajo de Jauja, la película de Lisandro Alonso que abrió ayer la Competencia Internacional del Festival de Cine de Mar del Plata.
El público del festival demostró sus altas expectativas llenando casi toda la enorme sala del Auditorium, que tiene una capacidad de 1000 butacas, en la función de las nueve de la mañana. Jauja es un film esperado no sólo por su paso por los festivales de Cannes, Toronto y San Sebastián, sino también por tratarse de un nuevo trabajo de un director singular, que esta vez eligió a un actor profesional y reconocido como Mortensen para el papel protagónico. El guión es del escritor Fabián Casas y tiene una trama que se acerca más a lo clásico (se acerca sin llegar a serlo) y muchos más diálogos que en los anteriores trabajos de Alonso (La libertad, Los muertos, Liverpool).
En Jauja, Mortensen interpreta al capitán Dinesen, un danés que recorre la Patagonia con su hija adolescente, trabajando para el ejército argentino en la época de la conquista del desierto. Cuando su hija se enamora de un soldado y se fuga con él, Dinesen sale en su caballo a buscarla.
Así se enfrenta a la hostilidad del entorno: desde el viento y la necesidad de encontrar agua hasta la violencia de un personaje elusivo sobre el que existen diversos rumores. Para Mortensen, su personaje es alguien que quiere conocer profundamente esa tierra extraña. "Es un matón estudioso", lo definió el actor, durante la charla abierta que se realizó después de la función y de la que también participaron Alonso, Casas y Esteban Bigliardi, quien también actúa en el film.
Tal como dice Mortensen, el cine de Alonso es distinto y si Jauja marca un cambio en su obra, el giro que toma sigue siendo singular. La película está construida con planos de encuadre minucioso, en el formato poco común de 4:3 (cuadrado con bordes redondeados), en los que se juega con los movimientos internos, que parecen buscar todo el tiempo un equilibrio. La duración de los planos y los detalles enigmáticos que pueblan las imágenes y la trama invitan al espectador a sumarse al viaje y encontrar su propio sentido.
Otra particularidad de Jauja es la combinación de las culturas argentina y escandinava. "Esta película es tan danesa como Argentina -dice Mortensen-. Tiene ecos de la cultura escandinava, desde las sagas vikingas; cuentos de aventuras; historias de gente que como el Quijote va a buscar algo y se pierde; los cuentos de Hans Christian Andersen; los films de Dryer y de Von Trier. Es una mezcla muy interesante y difícil de lograr. Si ves la película y no lo conocés a Lisandro podés pensar que es un director danés. Es como un western existencial argentino-danés."
Gran parte de la película está hablada en danés, lo cual no fue un problema para Mortensen, quien habla el idioma porque su padre es de Dinamarca y además vivió mucho tiempo en allí y va de visita con frecuencia. "Tenía una buena idea de cómo tenía que ser su acento al hablar castellano porque es el acento de mi papá -cuenta el actor-. Él habla castellano igual que mi personaje. Cuando mis hermanos vean la película se van a reír mucho."
El trabajo de Mortensen se extendió también a la producción y la composición de la música. "Me encantó que Viggo se involucrara tanto como actor, productor y músico -dice Alonso-. Era el primero que se levantaba a la mañana. Yo estaba con el cepillo de dientes y venía Viggo y me decía «Ayer soñé tal cosa, vamos a hacer esto». Los primeros días me encantó pero después ya decía «¡No sueñes más! ¡Me estás quemando la cabeza!»."
El director explica que no estaba acostumbrado a este tipo de colaboración que recibió tanto de Mortensen como de Bigliardi, ya que en sus películas suele trabajar con no actores. "Siempre filmé con gente que vive al margen y no están en un lugar para proponer cosas porque apenas entienden lo que está sucediendo. Aprendí muchísimo porque me hicieron un montón de preguntas que me hicieron crecer como realizador".
Por supuesto, en una charla con Mortensen no podía faltar la referencia a San Lorenzo y al contestar una pregunta sobre la película, inesperadamente el actor relató una anécdota (ficticia) que sostuvo el interés del público hasta que el remate demostró que se trataba de un chiste: "Anoche pasó una cosa rara. A la hora que en Escandinavia llaman «la hora del lobo», alrededor de las tres de la mañana, escuché una voz y le grité a Fabián que estaba en el otro cuarto: «¡Apagá la tele!». Empezamos a escuchar un murmullo: «Soy el Manco». Yo le gritaba: «¡Callate, Fabián!». No creo en estas cosas pero resulta que El Manco Casa, que fue un gran jugador de San Lorenzo, que nació el 28 de octubre de 1943, en Mar del Plata, nos venía a decir que le pidiéramos al público de acá, sean cuervos o no, plata para los metros cuadrados para volver a Boedo. ¡Viva el manco marplatense!"
Para cerrar la charla, Mortensen y Casas quisieron repetir lo que hicieron en el festival de Cannes, cuando sacaron un cartel que decía "Queremos la copa" y lo consiguieron. Esta vez, junto al escudo de su club de fútbol, rezaba: "Queremos la otra". Habrá que ver si Mar del Plata les trae suerte futbolística. El logro cinematográfico ya lo tienen.
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