
Basta de leyendas en el castillo de Bran
Los dueños del lugar dicen que Drácula no existe
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BUCAREST.- El archiduque Dominic de Habsburgo, nieto de la reina María de Rumania y heredero del castillo de Bran, conocido como el castillo de Drácula, se cansó de que la imagen del vampiro sobrevuele el castillo y su vida. Y está decidido a terminar con eso.
Ayer, el diario Evenimentul Zilei publicó palabras del archiduque harto de la imagen de fortaleza de Drácula a la que está asociado el castillo. "Drácula es solamente un mito, así que no lo combatiré directamente, porque a la gente le gustan estas fantasías, pero tampoco lo promoveré", son las palabras de Dominic.
El último fin de semana, el archiduque y sus hermanas, Maria Magdalena Holzhausen y Elisabeth Sandhofer, también herederas de la propiedad, visitaron el castillo junto al ministro de Cultura rumano, Theodor Paleologu.
Confiscado por el régimen comunista en 1948, el castillo de Bran, donde el archiduque Dominic, que ahora vive en Estados Unidos, pasó sus primeros diez años, fue devuelto a sus propietarios en mayo de 2006.
Según el acuerdo de restitución, debía funcionar durante tres años como museo público. Desde mayo ya no estará a cargo del Ministerio de Cultura de Bucarest y, según el diario, los Habsburgo quieren fundar una sociedad que lo gestione.
En tanto, el ministro Paleologu precisó que el estado prevé dos variantes: administrarlo junto con los dueños, sobre la base de un acuerdo público-privado, o bien comprarlo.
En 2007 la revista Forbes puso al castillo de Bran, que data del siglo XIV, en el segundo puesto en la clasificación de las propiedades más costosas del mundo, con un valor estimado en 140 millones de dólares.
Sin vampiros dentro, claro.






