
Boom Boom Kid: "Trato de poner color donde no hay"
Inquieto, curioso, imparable, ya editó tres discos en el año y no para de tocar y de girar
1 minuto de lectura'

Boom Boom Kid, el artista que levanta la bandera de libertad antes que su voz, logró lo que nadie: se despachó este año con tres discos. Editados en forma independiente, por supuesto, hizo el disco de "otoño", de "invierno" y el de "primavera" inspirados en, cómo no, en Las cuatro estaciones de Vivaldi. Desde Lima, Perú, habló con LA NACION.
Era Nekro cuando cantaba en Fun People, es Il Carlo cuando hace boleros, es Boom Vän Kinder en su proyecto karaoke. Hay tres Carlos Rodríguez: el hacedor, el músico y el de la verdad, y los tres son uno en Boom Boom Kid, que ya tiene 45 años, según su DNI. La clave es reinventarse: desde aquella emblemática banda Anesthesia, previa a Fun People, que surfeaba entre el hardcore melódico y el punk más visceral, que BBK sigue cantando en español y en inglés, se autoedita y hace todo él mismo (el do it yourself llevado al extremo). Pertenece a esa categoría de músicos que involucran a la reflexión con el funcionamiento fáctico del sistema.
Hoy, atravesando su madurez musical e intelectual, lo encontramos inspirado en la música clásica. "Acá estoy, escuchando musiquita en Lima", comienza diciendo. "A la mañana cuando me levanto con música instrumental me estiro como un gato, un perrito, como todos los animales. Los copio, trato de mover mis huesitos para que se aceiten y estar preparado para salir, medito un poco, me organizo el día, respiro y mientras ponía a Vivaldi se me ocurrió esta idea", dice.
Y sobre sus discos agrega: "Los estoy haciendo tal cual se presentan las colecciones de ropa: otoño-invierno, primavera-verano. El primer single sale el 22 de diciembre [hoy] con la llegada del verano. El disco físico estará quizás antes del Carnaval para que bailemos con él, lo saco por mi sello, Ugly Records. Una locura muy cara económicamente [se ríe] porque no se venden discos y los costos son altos, pero es algo que quiero hacer y estoy feliz. Siempre tengo invitados, como mi amigo Marcelo Belén, el baterista de Los Visitantes y El Lado Salvaje. Lo hicimos en los estudios DDR de Bárbara Zampini" (la viuda argentina de Dee Dee Ramone, que montó un estudio de grabación en Adrogué). Inquieto, curioso, imparable, siempre está: "Viajando mucho. Este año hicimos Inglaterra, Guatemala, Costa Rica, México, España, Uruguay, Chile y ahora Perú, aunque no toqué tanto como otros años, pero para el próximo tengo planeados más giras y discos en mano. También estoy con Drácula en Campana 1972 DC, la banda de sonido del documental que estamos haciendo con el amigo [JuanPa] Zurita sobre cómo unos jóvenes se atrevieron a hacer una película de Drácula en 1972 en Super 8, se llama Qué clase de joven le abre la puerta a un vampiro".
-¿Qué más?
-También estoy grabando un disco acústico, así que muy entretenido. Con su obra, cada artista logra, a base de talento, trabajo y dedicación, un manifiesto conceptual de su mirada al mundo. La belleza, la inteligencia musical, las melodías que se repetirán cual mantra serán quizás el sustrato cultural que moldea sensibilidades. Parafraseando a Gilbert Lascault, diremos que, a veces, para la enunciación primigenia del arte es necesaria la práctica artística relacionada con soportes como las conexiones con la política, la violencia o el mercado. Me gusta hacer las cosas como las quiero hacer, como todo el mundo. Las llevo a cabo, es una linda tarea, lo hago contento desde hace muchísimos años, con colaboraciones, solo. Lo hago solo y está bueno. Mis discos no tienen distribución por todo el país o todo el mundo, las distribuidoras grandes no me los compran, pero ahora Internet me ayuda a que llegue. Me gustaría que tuvieran los discos físicos porque les pongo mucha pasión, tengo mucho cariño por cómo hago estas cosas por el arte. Y en lo digital no se aprecia: busco determinada calidad de papel, imprimir con diferentes tintas o hago ediciones raras. A veces se logra, a veces no. No me preocupa.
-¿Qué te preocupa?
-Lo que me preocupa es que los seres humanos no podemos estar en paz y siempre hay gente jodiéndole la vida a otra gente y trabajo para eso: en mi locura con mis ruidos trato de poner un poco de color donde creo que no hay. A eso me dedico, lo llevo con cariño y felicidad. Esa es mi cosa, ¿viste?






