
Buen año para la cabra de Manganeses
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El pueblo español de Manganeses de la Polvorosa, en la provincia de Zamora, celebró días atrás sus tradicionales fiestas de San Vicente Mártir. Pero, particularmente para los mayores, éste fue un año muy distinto, que quedará marcado en la historia del lugar.
Es que por primera vez en mucho tiempo no se cumplió allí con un peculiar ritual: el de arrojar una cabra viva desde el campanario de la iglesia de San Vicente y atajarla con una lona antes de que se estrelle contra el suelo, como es costumbre desde hace setenta años.
En realidad, el polémico salto de la cabra fue prohibido en 1999. Pero en los dos últimos años, los jóvenes de esta localidad decidieron honrar a la tradición más allá de la ley y lanzaron al pobre animal de todos modos.
A principios de los años noventa, este rito fue cuestionado por organizaciones ecologistas que denunciaron el maltrato al animal. Incluso acusaron al ayuntamiento y al sacerdote del pueblo de amparar el espectáculo cuando se intentó aplicar la ley regional de protección de animales.
Así las cosas, este año la Guardia Civil extremó las medidas de vigilancia y evitó que se repita la misma situación en Manganeses de la Polvorosa. Las cabras del pueblo, agradecidas.





