Buenos Aires flamencos
Llegan para conquistar al público porteño y son dos de los exponentes más preciados del nuevo flamenco español, que coincidirán este fin de semana: Ketama, el grupo integrado por la familia Carmona, y Tomatito, que es considerado el heredero de
Antonio, José Miguel y Juan Carmona, núcleo central de Ketama, están serios como en una procesión. Muestran en sus rostros el cansancio de un vuelo de varias horas directo de Madrid. Pero se les pasará enseguida. Enrollados en la charla, como les gusta decir, se defenderán de su último y cuestionado trabajo "Konfusión" y hasta armarán un poco de jaleo al final de la charla.
Provenientes de una familia de estirpe para el flamenco como los Habichuela de Granada, Ketama es hoy uno de los grupos flamencos más populares de España y uno de los que más ha mutado desde su primer disco, editado en 1985 por Nuevos Medios, el sello que impulsó los nuevos valores de este género.
De las bulerías a las raíces morunas, pasando por los sonidos africanos (de esas joyas discográficas llamadas "Songhai 1 y 2", junto a Toumani Diabate) y las rumbas salseras, hasta éste último salto hacia el universo pop. "Este es el disco menos flamenco que hicimos", reconoce José Miguel, hijo del legendario guitarrista Pepe Habichuela. Pero Antonio aclara: "Queremos experimentar otras cosas. Una siguiriya te la hacemos tal cuál como mandan los cánones, pero eso ya sabemos cómo se hace".
"De Akí a Ketama" (1995) que fue editado en nuestro país con dos años de retraso, lo mismo que el grupo tardó en ampliar su selecto grupo de fieles en la Argentina, fue la excusa para que vinieran el año último en plan de promoción, dejando en éxtasis a 200 privilegiados. Ahora llegan al teatro Gran Rex, donde mañana recorrerán los clásicos que acuñaron en toda su larga historia como iconos junto a los hermanos Amador de un movimiento flamenco que se abrió a otros sonidos.
Pero serán los temas de "Konfusión" los que se convertirán en los protagonistas de la noche.
"Este es un paso diferente en nuestra música, pero no quiere decir que la línea de Ketama vaya ir en el futuro por el lado de este trabajo. Puede ser que sí. O puede ser que el próximo disco sea de flamenco puro y no metamos más nada que guitarra y voz. Lo que es seguro es que va a ser diferente. Aunque hubiera sido más fácil continuar la línea del anterior, porque ya sabíamos que a la gente le gustaba y a lo mejor era el momento. Pero nos hemos arriesgado y estamos orgullosos de no hacer lo mismo", se planta José Miguel, uno de los guitarristas.
_Los constantes cambios muestran a un grupo que no tiene una dirección fija. ¿Es así?
Juan Carmona _Ketama tiene fijo el flamenco y desde ahí nos interesa fusionarnos con la música que nos apetezca. Eso es lo único fijo que hay en la vida musical de Ketama. El flamenco, porque es con el que hemos convivido siempre y por el cuál hemos luchado, y en el cual hemos tocado con todos los genios del flamenco. A partir de ahí hemos querido fusionar el flamenco con otras cosas y aprender de otras músicas.
El grupo, dicen a trío, no ha perdido la esencia. Han sido demasiados tablaos y noches de juerga. Para José Miguel no caben dudas. "La culpa de nuestra fusión la tienen los atascos de Madrid, donde escuchábamos otras músicas. Pero lo más importante para nosotros fue la influencia de Paco de Lucía y Camarón de la Isla, los primeros en ponerle otros instrumentos al flamenco. Son músicos con otro sentido del ritmo. Cuando éramos jóvenes íbamos con los cascos (walkman) hasta la otra punta de Madrid escuchando sus temas. Gracias a ellos llegamos a esta fusión, vista por tres gitanos que hacen flamenco."
En el grupo no hay estrategias. Sólo la curiosidad de quienes han vivido inmersos en una cultura riquísima que quiere abrirse al mundo. El presente pop de Ketama responde a eso. "No hacemos esta fusión con el funk y el pop para ser más internacionales -sostiene Antonio, el cantaor del grupo-. Sino por la inquietud que nos crea el probar eso. Somos tres gitanos que acabamos de salir del cascarón del flamenco. Hace Ô ná estábamos haciendo giras con todos los grandes y era todo el rato tocar tangos, bulerías y siguiriyas. Pero hay otras músicas y lo difícil es juntarse con eso. El flamenco iría muy bien con el tango de aquí. El baile del tango se parece, por la pasión, al del flamenco".
Jose Miguel interviene y ratifica la postura del cantante."Mi padre ha tocao hace dos días con este tío, Néstor Marconi, en el Festival de Granada. Se quedaron los dos fascinados porque se llevaron muy bien tocando. Para nosotros también estaría bien hacer algo por ahí." Antonio se declara seguidor del tango argentino: "Debe ser difícil dentro del tango abrirse a otras cosas, como sucede en el flamenco, y hacer cosas que no sean las de toda la vida. Pero estamos en un punto de riesgo. Da igual. La música es pa´ eso".
Los Ketama se acuerdan de los cuestionamientos que le hacían al mítico Camarón de la Isla, el mismo enfrentamiento que un sector ortodoxo mantiene con ellos. Pero reconocen: "En la familia son nuestros peores críticos. Pero nos respetan porque saben que siempre hicimos flamenco y que sabemos cómo se canta o se toca un tango o una bulería".
Casi como para alejar cualquier fantasma, Juan Carmona toma la guitarra y enciende el duende jondo con una siguiriya. Antonio balbucea un cante que eriza la piel y José Miguel acompaña con palmas. La postal flamenca es irrefutable y le sirve al cantante para dejar las cosas claras. "Hemos mamado el flamenco, lo hemos hecho con todos. No tenemos que demostrar Ôná ´. Ahora queremos divertirnos."
Tomatito, un fruto de la guitarra
Para los amantes del género flamenco este fin de semana se convertirá en una auténtica fiesta gitana. Al otro día del anunciado recital de Ketama se sumará la presencia de Tomatito, uno de los herederos naturales del trono que hace tiempo ostenta el maestro Paco de Lucía. El joven andaluz de 39 años que pasado mañana, el martes 19 y el domingo 24 tocará con Lucho González y Luis Salinas en el escenario de La Trastienda, tiene un camino recorrido junto al mítico Camarón de la Isla que lo ha transformado en uno de los músicos flamencos mas reconocidos y populares de España.
Con un estilo propio cercano a las armonías jazzeras y sin abandonar el toque gitano, el músico consiguió en sus tres discos, "Rosas del amor", "Barrio negro" y "Guitarra gitana", un sello propio que lo ha consolidado como solista. Todo su aprendizaje y la apertura hacia otros estilos se lo debe a Camarón. "Tuve la suerte de empezar en un disco como La leyenda en el tiempo (1979) que cambió la historia del flamenco. Por esa época, andaba con discos de Chick Corea, música india y árabe para coger esos semitonos que revolucionarían la manera de interpretar. Yo era un niño que pensaba que si él lo hacia sería bueno para nuestra música. No me equivoqué." Pero Tomatito discrimina entre el flamenco de verdad y el comercial:"Se tiene que aprender, pero sin perder la raíz. Dicen nuevo flamenco, pero son flamencos que hacen rumbas o salsa. Eso no existe. Es sólo flamenco de temporá ".
El músico sera uno de los que dictará cátedra desde su guitarra. Después de verlo nadie tendrá duda del auténtico arte jondo.
Otros sonidos para una misma generación
Tomatito y Ketama son parte de una misma generación que descubrió otros sonidos. El guitarrista no sólo compartió escenario con los Carmona en varias oportunidades. También formaron parte de toda una nueva camada de músicos que salieron del flamenco, a mediados de los ochenta, y coparon la escena madrileña. Tomatito se sorprende cuando se entera que el grupo esta acá presentando su nuevo disco. Se entusiasma con la coincidencia en este punto del planeta. "Voy a ver si nos podemos encontrar", dice, y agrega: "Los Ketama son amigos míos. Son familia. Ellos han encontrado un sonido que ha pegado en España. Les ha ido bien y ahora están mas comerciales, pero les gusta lo que hacen. Vienen de una familia tradicional y conocen el flamenco puro. Nadie se los ha contao".