
Cine Club Núcleo retomó su actividad
Esta es su cuadragésima octava temporada
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Que en Buenos Aires un cineclub se acerque al medio siglo de existencia es casi un milagro. Pero si ese cineclub -concretamente el Cine Club Núcleo- es conducido desde su fundación por Salvador Sammaritano, un crítico de larga trayectoria en medios gráficos, radiales y televisivos y un apasionado por todas las vertientes del séptimo arte, aquel milagro se convierte en fervor y en trabajo constante.
Sammaritano posee el don del perfil bajo y del corazón grande. Es muy difícil hacerlo hablar de su larga vinculación con el cine y con cada uno de aquellos que lo forjaron a fuerza de coraje, de coherencia, de errores y de apasionamiento. Sus recuerdos infantiles apenas pasan por alguna anécdota tan simple como aquella que descorre de su portentosa memoria: "De chico no le daba tregua al proyector de juguete... Los otros pibes se agolpaban para ver esas imágenes recortadas por mí de la clásica revista de historietas El Tony, que revivían hazañas de piratas y superhéroes sobre una sábana iluminada, pero aquellas películas imaginarias me hacían sentir como los hermanos Lumiére".
La trayectoria del Negro Sammaritano -sus amigos no lo conocen de otra forma- siguió vinculada con la cinematografía, pero como periodista y crítico en infinidad de publicaciones. Pero ya la idea de crear un cine- club le daba vueltas en la cabeza y así, en la sala de estudiantes de la Facultad de Derecho, ubicada en Las Heras y Pueyrredón, Sammaritano y un grupo de muchachos tan entusiastas como él inauguraban el Cine Club Núcleo.
"Teníamos, además de mucho entusiasmo -rememora-, un vetusto proyector Kodascope, y así el 24 de agosto de 1954 nacía el Cine Club Núcleo. Como diría el inolvidable Alberto Olmedo, "éramos muy pobres", pero recorrimos con éxito los primeros tramos de nuestro proyecto."
Del ayer al hoy
Hoy, caídas muchas hojas del calendario y dueño de un ancho prestigio internacional como erudito y difusor del arte fílmico, Sammaritano asumió al inicio del presente año lectivo la dirección de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica, dependiente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales.
Simultáneamente, tras una larga ausencia de la televisión, regresará en marzo con su mítico programa Cine Club, que emitirá el remozado Canal 7. Y, por supuesto, prosigue su fervorosa labor al frente de Núcleo.
"En múltiples sedes, algunas que son sólo recuerdo, como los cines Lorraine, Arte, Alfil o Dilecto -recuerda el Negro Sammaritano-, el Cine Club Núcleo acumuló, entre ciclos de revisión y preestrenos, legiones de fanáticos. Proyectábamos lo mejor de la pantalla nacional y extranjera, luchamos contra la censura más tiránica y siempre seguimos adelante."
Y así, entre alegrías y alguna tristeza que nunca hizo caer los brazos, el Cine Club Núcleo inició ayer su 48a. temporada. Lo hizo con la producción iraní "El color del paraíso", de Majid Majidi, en el cine De la Comedia, Rodríguez Peña 1062 .
"En esta sala -puntualiza- ofrecemos los martes, a las 18, a las 20.15 y a las 22.30, el ciclo de preestrenos, en tanto que el segundo y el cuarto domingo de cada mes, a las 10, proyectamos en ese mismo sitio algunos estrenos y films malditos... El domingo ofreceremos la producción francesa "La mamá y la p...", de Jean Eustache. A partir de marzo iniciaremos un ciclo de revisión que tendrá lugar a las 19 en una sala por designar. Además, desde este año decidimos contar con un comité de apoyo integrado por prestigiosos críticos, entre ellos Fernando López, Jorge Carnevale, Ricardo García Oliveri y Aníbal Vinelli."
Sammaritano apunta un par de cifras de interés: "Desde su creación, el Cine Club Núcleo lleva realizadas casi seis mil proyecciones y en estos momentos cuenta con aproximadamente quinientos asociados. Pero para subsistir necesitamos más amigos que se unan a nuestra cruzada. A quienes se interesen en integrar nuestro cine club pueden acercarse a la sala De la Comedia los días de funciones".
Entre decenas de anécdotas y recuerdos, Salvador Sammaritano se denomina "un cruzado por el arte en una época que parece interesarse sólo en lo material... Pero lo importante es que el cine, una pasión personal desde niño, me permite vivir feliz dentro de una cotidianidad que muchas veces se torna muy agobiante".




