
Amazonia: a Tarzán le habría encantado
Un retrato de la mayor selva del mundo
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MANAOS, Amazonia.- A Tarzán le habría encantado: Brasil estrenó el Amazonas Film Festival, una aventura impulsada por el gobierno del estado de Amazonia y producida por la compañía francesa Le Public System Cinemá, con el objetivo de convertir a la mayor selva del mundo en un polo de producción cinematográfica.
La primera edición del festival, presentado con el subtítulo "Mundial del Film de Aventura", culminó el jueves, después de cinco días de presentación de las películas participantes. La vencedora fue la película "Casi dos hermanos", de la directora brasileña Lucía Murat, con una historia sobre la relación entre presos políticos y presos comunes encarcelados en Ilha Grande, Río de Janeiro, durante la dictadura. De esa relación termina surgiendo la organización criminal Comando Vermelho, que hoy maneja el narcotráfico en casi todo el país.
Los temas tratados por las películas de este festival no necesariamente tienen a la selva como protagonista, sino la aventura, la ficción, la etnología y la vida de los animales. Compitieron también 14 documentales.
La exhibición de las películas se realizó en el Teatro Municipal de Amazonas, construido en 1896 en la época en que Manaos, la capital de Amazonas, era una ciudad cosmopolita, agitada por la riqueza de la industria del caucho, que comenzaba a ser usado en todo el mundo. La declinación de la industria del caucho, antes de mediados del siglo pasado, volvió a sumergir a Manaos en su vida de ciudad chica.
Sin embargo, contra lo que el imaginario de cualquiera que no sea nativo de Amazonas podría suponer -sea francés, argentino, paulista o carioca-, Manaos hoy es mucho más urbana de lo que se podría imaginar. Con sus casi 2 millones de habitantes, tiene más de 500 empresas radicadas en su Zona Franca industrial y recibe más turistas del Primer Mundo que de su propio país. No, en Manaos las serpientes no andan por las calles ni los cocodrilos esperan a la vuelta de la esquina, pero el calor de más de 40 grados de sensación térmica, debido a la humedad constante, que supera el 90 por ciento, le recuerdan a uno que está en el corazón urbano de la selva amazónica, mayor reserva de biodiversidad del mundo.
La idea de crear un polo de filmación en Amazonas no es un capricho, sino el intento de consolidar una industria que ya existe aunque de forma precaria. Seis largometrajes fueron filmados en Amazonia desde 2001, gracias a una estructura creada por el gobierno local (Film Commissions), para dar apoyo logístico a los equipos de filmación. La producción hollywoodense "Anaconda", por ejemplo, dejó en Amazonas más de 20 millones de dólares y demandó el trabajo de 400 personas. Se filmaron acá partes de "Diario de motocicleta", del director brasileño Walter Salles, sobre la vida de Ernesto Che Guevara, y hasta una de las ediciones de la serie norteamericana de reality-aventura: "Survivor". Héctor Babenco filmó en la región "Brincando nos campos do Senhor", con Tom Berenger y Daryl Hannah, y Werner Herzog se metió en la aventura de su vida al filmar aquí "Fitzcarraldo" (1982) y "Aguirre, la ira de Dios" (1972), con un Klaus Kinski al borde de la demencia. Antes, bastante antes, el portugués Silvino dos Santos, que trabajó con los hermanos Lumière, había sido contratado por empresarios franceses para filmar una película aquí mostrando que los indios no estaban siendo explotados en la industria del caucho: "No país das Amazonas" fue lanzado en 1922.
"El norte brasileño no está bien retratado en las películas. Se hacen películas de los desiertos semiáridos del Noreste o en ciudades coloniales como Bahía, pero no se sabe prácticamente nada de la región amazónica, que concentra el 40% de todo el territorio de Brasil", comentó Sergio Andrade, presidente de la Film Commissions del estado de Amazonas.
"Casi podría decir que me siento en casa. El calor, los ríos, todo me recuerda Vietnam", contó a LA NACION el director vietnamita Minh Nguyen-Vó, de la película "Buffalo Boy", que obtuvo una mención especial del jurado. Este largometraje, que ocurre en la Indochina de 1940, es el primero de Minh, que vive actualmente en Los Angeles.
Para Richard Hobert, sin embargo, el contraste con su Suecia natal era total. Hobert presentó en el festival su película "Three Suns", con la genial Lena Endre, la actriz de "Infidelidad" (Liv Ullmann, con guión de Ingmar Bergman), como protagonista. Su película, que ocurre en el siglo XIV en las estepas de lo que hoy es Suecia, es una historia sobre valores y dilemas morales en medio de la llegada de la peste negra a la región.
La filmación en Amazonia puede también llamar la atención sobre la destrucción del llamado "último pulmón del planeta". Según cifras oficiales, en 2004 habrán sido exterminados 30.000 kilómetros de selva. Un espacio de selva poco mayor que Tucumán desaparece por año de la Amazonia hace décadas. Empresas de diferentes partes del mundo cortan y contrabandean hacia Europa y EE.UU. árboles de maderas de alto valor, realizan biopiratería retirando de la selva vegetales con principios curativos y los patentan, capturan animales hasta exterminar especies que sólo existen aquí.
"Si se crea una industria del cine, difícilmente eso va a empeorar. Son pocos los riesgos de que una industria cinematográfica pueda agravar la destrucción que ya es causada actualmente, porque la mayor parte de las veces los productores de cine del exterior son más cuidadosos o responsables que los propios brasileños, en parte por el recelo de ser demandados por daños al medio ambiente", contó Oscar Ramos, director de arte de la película Tainá 1 y 2, sobre las aventuras de una indiecita en la selva amazónica, una historia más cercana a la cultura latinoamericana que las montañas nevadas de Disney. De eso se trata.




