Premios. Goya 2023: otra noche de felicidad para Argentina, 1985 en una ceremonia marcada por el recuerdo de Carlos Saura
La película de Santiago Mitre le dio por 19a vez al cine nacional el premio al mejor film íberoamericano de la Academia del Cine Español y sumó un nuevo reconocimiento en su notable recorrido internacional
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“Le quiero agradecer a Leo Messi que nos hizo muy felices a todos los argentinos”. El espíritu futbolero que viene acompañando desde hace un buen tiempo el festejado recorrido internacional de Argentina, 1985 volvió a aparecer en las palabras de uno de los productores de la película, Federico Posternak, en un momento tan destacado como el nuevo triunfo de un largometraje nacional en la fiesta del Goya, la más importante celebración anual del cine de habla hispana.
Aunque quedó confirmado al ganar el premio a mejor película iberoamericana su amplio favoritismo, este nuevo éxito para Argentina, 1985 tiene una enorme significación porque se conoce en el corazón de la gran temporada internacional de premios y sobre todo en la víspera de otra trascendente gala de la pantalla europea. La película de Santiago Mitre es una de las nominadas de este año a mejor película no hablada en inglés en la entrega de los Bafta, equivalentes del Oscar en el Reino Unido, otorgados por la Academia británica del cine.
Y todo esto ocurre mientras cada vez falta menos para el 12 de marzo, el esperado día del Oscar, con nuestra representante también ocupando un lugar entre las cinco candidatas a ganar el premio a la mejor película internacional, la distinción de la industria del cine más importante del mundo.
Todo este recorrido seguramente debe haber pasado por la cabeza de quienes viajaron a Sevilla en representación de la película y subieron al escenario a recibir y agradecer el premio. Primero habló Peter Lanzani, que habló en nombre de Mitre y del otro gran protagonista actoral de la película, Ricardo Darín, ambos ausentes con aviso. “No estaba nervioso hasta ahora –dijo el actor que personifica en Argentina, 1985 al fiscal adjunto Luis Moreno Ocampo. Vimos cómo una historia tan argentina, vista por diferentes públicos que pasan por situaciones particular, son tan diferentes y tan parecidas a la vez porque esas mismas heridas nos hermanan a todos. La única manera de luchar contra eso es con la justicia”.
Sin saberlo, las palabras de Lanzani coincidieron con el primer comentario que se hizo en la transmisión en directo de Televisión Española, apenas conocido el triunfo argentino. “Qué envidia que se siente al ver esta película. Al ver al dictador juzgado y condenado, y no muriendo en una cama”, se escuchó en pantalla en el momento en que los representantes de la película, ubicados en asientos de la fila 3 del hermoso Auditorio Andalucía de Sevilla, se dirigían al escenario para recibir el premio.
La mención tiene que ver con el motivo de repercusión más fuerte que tuvo y tiene Argentina, 1985 en España, dicho y repetido más de una vez por Mitre y Darín en diferentes entrevistas periodísticas. El interés por ver la película en la península tiene que ver en buena medida con el reconocimiento del núcleo de la trama (el histórico Juicio a las Juntas que puso en 1985 en el banquillo de los acusados a los responsables de la última dictadura militar argentina) y el lamento de que algo parecido no haya cerrado en España la larga experiencia franquista.
Después de Lanzani le tocó hablar a Agustina Llambí Campbell, una de las productoras, que dedicó el premio al elenco y al equipo técnico de Argentina, 1985. “Y también a los colegas de las otras películas nominadas, y a todos los productores y productoras de cine en América Latina”.
La coronación con el Goya de Argentina, 1985 tuvo presencia argentina desde el mismo anuncio. Le tocó a Alberto Ammann, actor nacido en nuestro país y radicado en España desde hace muchos años, dar el nombre de la película ganadora con indisimulada alegría y el puño cerrado como señal de festejo. Ammann, que también hizo cine en nuestro país (Tesis sobre un homicidio, Betibú) llegó al escenario para anunciar el premio de este año al cine íberoamericano junto a la actriz española Cecilia Suárez. Las otras nominadas eran 1976 (Chile), La jauría (Colombia), Utama (Bolivia) y Noche de fuego (México). Pero el festejo fue una vez más para el cine argentino, que con el de este año suma un total de 19 triunfos como mejor película iberoamericana votada por los integrantes de la Academia del Cine español. El último triunfo hasta el momento en esa categoría había sido el de La odisea de los giles (también protagonizada por Darín) en 2020. Antes, triunfos parecidos reconocieron a películas tan destacadas como Relatos salvajes, El secreto de sus ojos, El clan, El ciudadano ilustre, Un cuento chino, Un lugar en el mundo, Relatos salvajes y Cenizas del paraíso.
El gran momento, una vez más, para el cine argentino en los Goya llegó cuando estaba por cumplirse la primera hora y media de la gala número 37 de la historia del premio, que será recordada de manera casi excluyente por la gran despedida que le hizo toda la comunidad del cine español a una de sus grandes figuras, el director Carlos Saura.
La imagen del director fallecido a los 91 años este viernes 10 de febrero ocupó el lugar más destacado del escenario al comenzar la ceremonia y toda la primera media hora estuvo dedicada a evocar a esta gran personalidad del cine español, que había sido elegida por la Academia del Cine Español como destinataria del Goya de Honor de este año. Pudo recibir el reconocimiento en su casa la semana pasada, pero falleció en la víspera de la gala.
La Academia entregó a Carlos Saura el Goya de Honor de 2023 hace unos días. El pasado octubre se anunciaba que el cineasta sería el homenajeado "fruto de su extensa y personal aportación a la historia del cine español en las seis últimas décadas" #Goya2023 pic.twitter.com/B46Luz1T0v
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Después de un primer momento musical a cargo de Manuel Carrasco y una versión de “Cantares”, el tema popularizado por Joan Manuel Serrat, todo fue para Saura. El largo momento consagrado al recuerdo del fallecido realizador tuvo una elevada carga emotiva, primero con la aparición en el escenario de la actriz Carmen Maura, figura destacada del cine de Saura. Maura puso el Goya en manos de la esposa de Saura, Eulalia Ramón, y dos de sus seis hijos, Antonio y Ana. Después de un recorrido por imágenes de Cría cuervos, uno de sus mejores films, el homenaje siguió con una versión muy festiva de “Por qué te vas”, el tema musical que también identificó a la película, interpretado por la mexicana Natalia Lafourcade. El larguísimo aplauso que todo el auditorio le tributó a Saura fue el momento más conmovedor de toda la velada.
Un poco más tarde se abrió un segundo tributo a otra gran estrella del cine y el arte de España, Lola Flores, en el año del centenario de su nacimiento. La evocación de la Faraona tuvo un sabor especial porque se hacía en la misma tierra andaluza que la vio nacer hace ya un siglo. El homenaje se cerró con la participación de Lolita, una de las hijas de Lola Flores y heredera de su arte. Interpretó una versión con arreglos jazzísticos de “Pena, penita, pena”, uno de los himnos de la copla andaluza escrito por sus autores más icónicos, Quintero, León y Quiroga.
Otro momento de elevada temperatura emotiva la aportó Telmo Irureta, un actor con parálisis cerebral que sobrellevó todas las dificultades para consagrarse como revelación y recibir el Goya por su labor en la película La consagración de la primavera.
Argentina es el país ganador de esta categoría:#Goya2023 pic.twitter.com/n3x5KWHKVZ
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Con otro andaluz, el actor malagueño Antonio de la Torre, y su colega Clara Lago como anfitriones, la ceremonia del Goya eligió este año casi no ahorrar tiempo. Una detrás de otra, casi sin pausas, las distintas categorías del premio fueron desfilando sobre el escenario casi sin otro trámite que el anuncio de las nominaciones y el ganador de cada una de ellas. Sucesivos duetos de figuras del cine español se encargaron de hacer efectiva esa continuidad que en un momento resultó casi burocrática.
Esta planificación redujo casi al mínimo el compromiso de la pareja de anfitriones. En realidad, a ninguno les tocó cumplir estrictamente la función de animadores, sino que cada uno de ellos tuvo su momento destacado. Quien mejor lo aprovechó fue De la Torre con un monólogo que ofreció mientras recorría las butacas del auditorio deslizando comentarios sobre la actualidad del cine español y elegantes elogios a las películas y las figuras nominadas. Fue muy comentada su mención a la precariedad de condiciones en las que trabaja la mayoría de los actores y actrices en España. “Solo un 8 por ciento, en el que me incluyo, puede vivir de esta profesión”, dijo.
Así y todo, la ceremonia tuvo bastante fluidez. Entre otras cosas, porque se había tomado la decisión de darle el protagonismo al anuncio de los ganadores (de la manera más simple) y al puñado de homenajes de este año con destinatarios muy precisos. Además de los homenajes a las personalidades que ya nos dejaron como Saura y Lola Flores, más el tributo colectivo del tradicional segmento In Memoriam, hubo otro momento especial de aplauso en este caso para una figura de enorme y plena vigencia que subió al escenario para recibir el Goya internacional de este año: la actriz francesa Juliette Binoche.
Vuelve a ver el discurso de Juliette Binoche, ganadora del Goya Internacional #Goya2023 pic.twitter.com/2IjusFuXYD
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Ya se habían superado largamente las tres horas previstas cuando As Bestas, de Rodrigo Sorogoyen, se convirtió en la gran ganadora de la noche al llevarse los premios a la mejor película, al mejor director y al mejor actor protagónico, el francés Dénis Menochet. Fue muy celebrada la aparición, para anunciar la mejor película, del cuarteto femenino protagónico de Bélle Epoque, de Fernando Trueba, a 30 años de su estreno. Allí aparecieron en el escenario Maribel Verdú, Penélope Cruz (que perdió entre las nominadas a mejor actriz de reparto), Ariadna Gil y Miriam Díaz Aroca.
El premio al mejor actor para Menochet, en tanto, fue entregado por Leonardo Sbaraglia, una presencia que sirvió para recordar que una vez más la fiesta del Goya tuvo festejo argentino. En este caso con un nuevo triunfo para la película nacional más exitosa y premiada de los últimos tiempos. Fue otra noche de felicidad para Argentina, 1985. Y con mención futbolera en el festejo.
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