
CQC: la rebeldía está de vuelta
Desde mañana, a las 23, el trío vuelve a la TV con su irónica mirada sobre la realidad
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No están vestidos con los trajes negros. No tienen puestos los anteojos oscuros ni se escucha de fondo la música de AC/DC. Pero el trío de conductores de "Caiga quien caiga" está reunido y se nota. Sentados en un sillón de la oficina de Mario Pergolini en la productora Cuatro Cabezas, algo aparece extraño a la vista, como fuera de orden o balance. Es que desde la perspectiva que aporta la TV hace ya seis temporadas, Juan Di Natale está sentado en la esquina equivocada y Eduardo de la Puente no está custodiando la otra, porque Pergolini le ganó de mano y se sentó ahí primero. Pero a no preocuparse, son los mismos de siempre.
"Otro año...", dice Pergolini
"Otro robo", completa De la Puente.
"Uno más", agrega Di Natale.
Desde mañana, a las 23, por Canal 13, "Caiga quien caiga" volverá a la pantalla de Canal 13. Y, para hablar de lo que vendrá, parece inevitable hablar del pasado.
"Esta es nuestra séptima temporada. Hicimos cinco en América y ésta es la segunda en Canal 13. En el medio estuvo el especial y el tiempo que no hicimos el programa. Que, en nuestro caso, la gente dice que no trabajamos, pero cuando se trata de Nicolás Repetto, es que se tomó un año sabático. Eso es porque él es lindo. Tiene una mujer linda e hijos lindos", dice Pergolini mientras sus compañeros acumulan comentarios al margen a la velocidad de la luz.
Cuando el año pasado regresaron a la TV después de dos años de ausencia, la Argentina era muy distinta de aquella que fue su materia prima en 1999. Entonces, después de la campaña presidencial y del triunfo de Fernando de la Rúa, creían que ya no sería divertido seguir haciendo el programa. Ahora es tiempo de una nueva campaña y por supuesto ya no piensan aquello de que las cosas se puedan poner aburridas. No son gente de tropezar dos veces con la misma piedra, así que cuando los políticos salgan a buscar votos ellos estarán ahí para molestarlos.
"Este año lo vamos a dividir en tres. Creo que va a ser un programa de acá hasta el 27 de abril, va a ser otro programa el del ballottage, otro programa cuando ya esté el que gane y otro programa hasta el 25 de mayo, cuando se vaya Duhalde", detalla Pergolini, y la dinámica que se ve en pantalla se pone en marcha.
Di Natale: -Son como cinco programas.
Pergolini: -Y, sí. Me parece que nos vamos a tener que preparar para cinco escenarios más o menos. Al programa no le va a quedar otra que ir mutando con esta realidad. Con la guerra tenemos otro tema más. Para nosotros algo bueno de la guerra sería que Estados Unidos se equivoque y bombardee una aldea llena de civiles.
Di Natale: -Eso seguramente pasará.
De la Puente: -El tema es que nosotros nos enteremos para hacer el chiste.
Di Natale: -No deja de ser un chiste atroz.
Pergolini: -Creo que éste va a ser un año atroz.
De la Puente: -De hecho te faltó un tramo de "Caiga..." que es el último, el de las primeras atrocidades que cometa el nuevo presidente.
Pergolini: -Por ejemplo: el nuevo presidente, ya perdiendo Irak, se alió a ellos.
(Risas, aplausos y primer corte.)
Serios, aunque no quieran
"Caiga quien caiga" es un programa de humor hecho desde un territorio donde la lengua oficial es el cinismo. Y ese mundo, tanto cuando está la cámara encendida como cuando no, está lleno de comentarios mordaces, a saber: "Si (Carlos)Menem sale presidente y (Gerardo) Sofovich intendente de la ciudad me voy a tener que ir del país. No me va a quedar opción porque no voy a estar seguro en ninguna parte". Pergolini se ríe y De la Puente, su coequiper tanto en la TV como en la radio, le sigue el tren: "Tendremos que hacer un "CQC" zonal por sistemas de circuitos cerrados en edificios".
Aunque ellos encuentren el humor en situaciones donde aparentemente no hay nada de qué reírse, y allí reside parte de su talento, a veces los implacables hombres de negro también se ponen serios. Sucedió el año pasado, cuando el notero Daniel Malnatti fue agredido y amenazado mientras cubría un acto del ex presidente Menem en Tucumán. Y la seriedad podría volver. "Creo que todo va a ser más violento, que nos vamos a tener que cuidar mucho. Ya a fin del año pasado se notaba que los políticos estaban muy nerviosos, así que me parece que este año el programa, sin querer, va a tener varias notas serias", dice el dueño de Cuatro Cabezas.
Si la seriedad puede ser forzada no lo serán algunos cambios que se verán en pantalla. En la versión 2003 de "Caiga..." las notas tendrán otra dinámica, una que no se ceñirá necesariamente a las crónicas del pasado.
"Vamos a trabajar un formato más de noticiero y cargar las tintas por ese lado. Por ejemplo, si un notero va a hacer una nota y lo único que sirve de toda la grabación son dos palabras, antes no entraban y ahora las vamos a utilizar", cuentan Pergolini y Di Natale casi al unísono.
Sin peleas internas
Pergolini dejó de fumar, pero misteriosamente durante la entrevista siempre tiene un cigarrillo en la mano. No es magia, es que se lo saca a Di Natale, que después de soportar estoicamente la maniobra un par de veces se cansa y dice basta. Ese parece ser el único desacuerdo entre ellos que de otra manera se manejan como un trío compacto, pero respetuoso de las individualidades.
"No nos peleamos mucho en estos años. Y ahora estamos medio grandes. Acá no hay vanidades ni peleas de ese tipo", cuenta Pergolini. Según De la Puente, que se lleven bien tiene que ver con delegar el trabajo: "Es que cuando te tenés que sentar muchas horas a escribir los guiones, a pensar todos los chistes, en un momento te cansás, te querés ir. Ahora es mucho más liviano, les damos trabajo a los chicos y nosotros tomamos té y nos relajamos".
Los chicos son los guionistas a los que el trío hace responsables también de la sección con mayor cantidad de maldad concentrada de todo el programa: la de las cucarachas.
"Crecieron casi sin quererlo, de verdad. Si no, hubiéramos hecho los muñecos al toque -razona en broma el Pergolini empresario-; este año van a tener un lugar más formal, ya no serán una interferencia sino que tendrán un segmento propio." Tan destacado será el lugar que ocupen los insectos animados que serán ellos los encargados de hacer el resumen de las noticias que invadieron los medios en los meses de verano. Por su particular mirada, mezquina e impune, pasarán, por ejemplo, los casos Conzi y García Belsunce.
"Las cucarachas pueden decir cosas que si las dijéramos nosotros directamente serían una animalada. Las cucarachas son el inconsciente de nuestros guionistas. Nosotros no tenemos nada que ver. Ellas están tres pasos más adelante del límite que nos ponemos nosotros frente a una cámara", dice De la Puente.
Las peleas externas
El año pasado, Pergolini protagonizó junto a Marcelo Tinelli una de las peleas mediáticas más entretenidas de los últimos tiempos. Claro que el conductor de "El show de Videomatch" no fue el único en caer bajo su filosa lengua. Desde la pantalla de Canal 13 y el aire de su programa de radio, "¿Cuál es?", Pergolini parece disfrutar de la provocación, de lanzar frases demoledoras, sólo para ver cómo caen del otro lado de la cámara y del micrófono. En general, las reacciones lo divierten tanto que lo que empieza como una frase al pasar se transforma en un enjambre de noteros esperándolo a la salida de sus programas.
"Salgo de la radio, aparecen cuatro cámaras y me preguntan: "¿Qué opinás sobre lo que dijo tal sobre vos?", "¿Quién es?" pregunto yo. Y no sé qué contestar. Las cosas que decís en la radio se amplifican a un volumen tan grande que la reacción puede ser insoportable", describe Pergolini. Claro que él es el primero en admitir que esa repercusión aumenta considerablemente cuando lo dicho sale por TV.
"Si yo por radio digo: "(Néstor) Kirchner de presidente, (Daniel) Scioli de vice y (Gerardo) Sofovich de intendente va a parecer la lotería La Solidaria", la gente se caga de risa. Si lo digo por la tele se me vienen encima todos los de La Solidaria, con toda razón. Es distinto el impacto y es obvio que no digo lo mismo en uno u otro medio."
Hacer un programa de humor político en la Argentina -y el mundo- modelo 2003 no parece una tarea fácil. Pero tampoco lo fue en 2002 y "Caiga quien caiga" superó la prueba. Aunque no fue fácil: "Los tipos el año pasado nos decían "no estamos para chistes", así que al principio, para que nos hablaran, nos las ingeniamos con el sketch del asesor de imagen. Este año, más que por los chistes los vamos a agarrar por las contradicciones. Ideamos un sistema, que no podemos contar antes del primer programa, para que nos respondan y ellos se dejan más en ridículo que nosotros haciendo chistes. Creo que este año va a pasar por ahí, por dejarlos mal parados", dice Pergolini.
Lo dice tranquilo, seguro de que muchos de esos personajes sólo necesitan de un empujoncito para quedar expuestos y de que a partir de mañana, a las 23, ellos volverán a estar allí para dárselo.
Nuevas secciones
- "Misterios y milagros argentinos" será algo así como el programa de Víctor Sueiro visto desde la perspectiva de "CQC".
- Habrá un segmento en el que gracias a una serie de trucos los conductores interactuarán con algunos funcionarios. Algo similar a lo que hicieron con la charla entre Perón y Balbín, en el teatro Gran Rex.
- "CQC histórico". Después de seis temporadas utilizarán su archivo para marcar las contradicciones de los políticos y de paso volverán a verse momentos memorables de los noteros del pasado.




