
Cuba Gooding Jr: un actor que la juega bien de deportista
En La carrera por el Oscar Gooding Jr. se encuentra en un momento crucial ante la perspectiva de ganar la codiciada estatuilla
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NUEVA YORK.- Desde que interpretó a aquel estudiante encerrado en un universo vecinal violento, en "Los dueños de la calle ("Boy`zN` the Hood"), en 1991, dirigido por John Singleton, el negro Cuba Gooding Jr. se ha convertido en uno de los rostros populares del cine norteamericano y en una de las figuras confiables en el momento de reclamar espectadores.
En la carrera de Cuba aparecen títulos de reconocible vigor artístico y comercial tales como "Cuestión de honor". "Gladiator", "Judgment Night" y "Outbreak".
Acaba de ser nominado para el Oscar, entre los cinco actores de reparto que aspiran a ser el mejor, y, pocos días atrás, obtuvo el premio al mejor actor de reparto que otorgan anualmente sus pares del sindicato de actores.
Se presenta ante la prensa internacional para apoyar su caracterización del futbolista Tod Tidwell, un personaje imaginario pero parecido a muchos, en "Jerry Maguire", producción de la Columbia también nominada para el Oscar, lo mismo que Tom Cruise, el protagonista. También está aquí para acentuar su presencia enla memoria de quienes votan para el Oscar.
En "Jerry Maguire", ya estrenado en la Argentina, el futbolista que hace Cuba Gooding Jr. es un atlético personaje, un poco loco y gritón, que tiene a Tom Cruise como agente.
"Quería estar seguro de aportar la presencia física del atleta de un modo realista, es decir, conseguido con trabajo." Cuba muestra los bíceps, que emergen tensos de las mangas recogidas de una camisa muy colorida. "Tuve un entrenador, trabajé con complementos, aparatos y pesas, y, aparte, me junté con jugadores de fútbol, practiqué con ellos y fui observándolos mientras hacían sus prácticas."
"Fue duro -sonríe, con unos dientes blanquísimos y parejos-; el entrenamiento me obligaba a levantarme muy temprano, a la mañana, y a llevar una vida sana, al menos mientras duraron la gimnasia y la filmación. Es agotador tratar de conseguir que la presencia física y el personaje coincidan con realismo."
-La comedia no parece ser su modelo más habitual.
-Cuando trabajo, no pienso que se trata de una comedia. Sólo me interesa llevar adelante la película en cada situación, trabajándola desde un personaje extravagante y ostentoso, que no quiere pasar inadvertido. Es un futbolista muy vistoso a quien le gusta hacerse notar con gestos y voz, en escenas delirantes, alocadas.
Dejo que el personaje haga lo suyo y, con algo de suerte, tengo la esperanza de que el público se ría.No siempre lo consigo. Pero querer hacer reír no es algo consciente. Para mí es una película como cualquier otra y no pienso en pasos de comedia cuando filmo.
-¿Qué aprovechó de los deportistas?
-Se toma un poco de aquí y otro poco de allá. Trabajé al lado de atletas de la liga canadiense de fútbol: se entrenaron conmigo y les escuchaba decir frases ininteligibles -un código o un argot del grupo- que, luego, coloqué como un rumor en boca de mi personaje.
El temor del clisé
-Cuando los actores copian de la vida real, ¿no terminan armando clisés: el policía, el deportista?
-No hago preguntas. Mi técnica fue observarlos todo el tiempo: su preparación, la conducta con los compañeros, el trabajo dentro de la cancha y fuera de ella.Cuando me preguntan cómo se trabaja en un set, contesto siempre lo mismo: vengan a ver, que es lo mejor.
-En materia de promoción y popularidad, un actor y un deportista se parecen.
-Es así. Parece una ironía: para mí fue una gran oportunidad este trabajo en "Jerry Maguire", porque tuve que meterme en la vida de un deportista cualquiera, a quien seguí en todo: durante su rendimiento dentro del estadio tanto como en la construcción publicitaria que se hace de su imagen: hay que venderlo y cuanto más, mejor.
Por lo general, los deportistas se construyen a partir de las marcas que los "sponsorean": zapatillas, combustibles... usted sabe. En muchos casos, la imagen pública del deportista supera su rendimiento en la cancha.
-Habrá algunas diferencias.
-A los actores nos cuesta llegar al personaje. Nos pagan para recrear una realidad, mientras la realidad del deportista está sólo en el rendimiento deportivo al que se somete diariamente. Después, los atletas tienen lo que les exige el show: las marcas, los avisos comerciales. El show es su parte de actor, pero vuelven a su realidad de siempre en el campo deportivo. Para los actores, en cambio, su negocio es el espectáculo.
Debemos mantenernos en un delicado equilibrio, mientras al deportista le está permitido regresar a su realidad. El actor pasa de la realidad a la ficción y se queda allí.
-¿Un deportista tiene más mercado que un actor?
-Hay algo común entre actor y deportista. Si yo no fuera actor, sino ejecutivo de una empresa, mi valor de mercado estaría dado por mi cargo: vicepresidente, presidente, socio fundador, la estructura de la escala de negocios en la administración empresaria.
-¿Y el talento?
-A los productores del espectáculo no les importa que uno tenga talento, les basta que la imagen llene los cines. Aunque no es siempre así, en la mayoría de los casos los empresarios de los estudios creen que pagando obtienen productos populares. En esto, deportistas y actores funcionan igual. El rendimiento es lo de menos.
-¿No siente cierta frustración?
-Sí, porque los estudios, ahora, sólo piden productos vendedores y no actores. Yo tengo los recursos como para entrar en ese juego, pero, ¿para qué entrar? o ¿por qué no entrar? Se sabe que si uno llega a hacer el dinero que necesita y más, después obtendrá los personajes que le gustan y sin condicionamientos.
-¿Se presenta usted a audiciones de casting?
-Hay películas para las que hay que hacer audiciones, aunque de antemano tienen decidido el tipo de actor que necesitan y, a veces, también tienen el actor. Si es así, las audiciones son inservibles. Me preocupa perder un papel interesante por no tener "el nombre", aunque tenga el talento. Las audiciones son un juego al que jugás o perdés todo.
Frente a Tom Cruise
Si hay algo que no queda en claro es cómo algunos actores llegan a interpretar determinados personajes. Cuba Gooding Jr. es uno de estos actores.
"Nunca supe qué pasó, pero mis primeras lecturas del personaje las hice acompañado de Robin Williams: no me pregunten si Robin estaba para hacer de Jerry Maguire y se negó o si estaba practicando mi papel o qué ocurrió porque no lo sé."
-¿Y cómo obtuvo el suyo?
- Fue gracioso. Yo había estado en un casting para otra película, en la que tenía que encarnar a un agente de deportistas, como Tom Cruise. Hice la audición pero no conseguí el rol. Sin embargo, al día siguiente, me llamaron para otra audición en la que buscaban a este deportista. Al verme, el director Cameron Crowe, dijo: "Usted es el personaje".
-¿Así, a ojo?
Yo me había rapado para la audición del día anterior y a lo mejor lo que le gustó fue mi pelo corto. Por eso me lo he dejado así, inclusive para mi próxima película, un proyecto con Jack Nicholson.
-¿Cómo le fue con Tom Cruise?
-No lo conocía de antes, pero coincidimos en el gusto por el hockey sobre hielo, que nos encanta a los dos. Juega bastante bien.
-Le gusta al actor hacer una película donde por lo general van a ver a Tom Cruise?
-En el trabajo Tom no me intimida, aunque a veces me dejaba sorprendido con algunas observaciones y recursos provenientes de su experiencia. Mientras prepara o rueda la escena, es tanto el trabajo que tiene que no le queda espacio para verificar cómo trabajan los demás. No les miento, ¡eh! Tom es un tipo natural y no intimida.
-¿ Su personaje y el de Cruise sólo se relacionan por dinero?
-No. Hay un aprendizaje mutuo, él como agente y yo como deportista. Los representantes de un actor y de un deportista tienen que crear un producto, su cliente. En lo personal y profesional, Jerry y yo nos enfrentamos (en la ficción) por cuestiones personales, de modo que, por fin, convenimos en que hay que incorporar lo personal de cada uno y de los dos en el producto que se crea y que se defiende. Se genera un mayor interés en en el producto. La vida personal y la vida profesional, mezcladas, dan mejores resultados económicos.
-¿Cómo se llevó en el libro de "Jerry Maguire"?
-Es un guión con excelentes diálogos y él es un director que me permitió modificarlos cada vez que no se adecuaban a mi decir. A Cameron le gusta controlar mucho el libro, pero conmigo fue generoso: cuando todos hacían cambios, se puso serio y sólo me autorizó a mí, que iba trayendo vocablos y frases de mis observaciones en el mundo deportivo.
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