
Juegos espaciales y movimientos mínimos
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Tres en un tiempo . Dirección, coreografía y vestuario: Roxana Grinstein. Cuarto creciente (Poema visual. Fragmentos) . Dirección, coreografía, idea, vestuario y compaginación musical: Roberto Daniel Galván. Miopya . Dirección y coreografía: Gerardo Litvak. Intérpretes: Compañía de Danza del Departamento de Artes del Movimiento María Ruanova (IUNA). En el Escenario Planetario. IV Festival Buenos Aires Danza Contemporánea.
Nuestra opinión: muy bueno
Un gran escenario montado detrás del Planetario sirvió de marco a la función que realizó, en el IV Festival Buenos Aires Danza Contemporánea, la Compañía de Danza del Instituto Universitario Nacional de Arte. Un predio al aire libre colmado de espectadores que siguieron con sumo interés un programa armado por tres obras de diferentes coreógrafos, pero con un eje común: la valorización del movimiento hasta en su mínima expresión y un juego en el espacio que posibilitó potenciar las cualidades de un equipo de bailarines con muy buenas capacidades expresivas.
Los tres trabajos están concebidos a partir de comprender esas capacidades. En ninguna de las coreografías los directores han querido imponerse sobre los bailarines, sino más bien que han dispuesto sus creatividades buscando que sean los cuerpos de los bailarines el sello más importante del espectáculo, antes que las ideas -que las hay, sin dudas- de los coreógrafos.
Desandar el tiempo
En Tres en un tiempo, Roxana Grinstein buceó muy poéticamente en lo finito del tiempo y lo hizo con mucha sutileza, dejando que tres bailarinas anden y desanden el espacio, delimitando con sus movimientos la presencia del único hombre que, en escena, fue muy lentamente atravesando, casi rutinariamente, sus caminos.
Roberto Daniel Galván quebró con su obra, Cuarto creciente , el ritmo de la pieza anterior. Su trabajo jugó con ritmos e intensidades y se valió para ello de la música de D. Ligeti, Natasha Atlas & Project y Test Department. Su coreografía logró una conjunción casi perfecta, por momentos, entre composición musical y movimiento, generando una fuerte tensión en el espectador.
Finalmente, en Miopya, Gerardo Litvak redescubrió, con la pasividad de su ritmo, un mundo de sensaciones muy atractivo. Construyó y deconstruyó imágenes a partir de un trabajo grupal muy calificado (de esta obra participó toda la compañía). Con ellos, Litvak fue componiendo y descomponiendo figuras, movimientos, que se cruzaron, se superpusieron y que siempre despertaron nuevas motivaciones en el público.
Tres pantallas de video, dentro del mismo escenario, permitieron observar más de cerca los movimientos de los bailarines. Esto generó un clima especial en la función y también aportó cierto valor agregado a la recepción de las coreografías. Por momentos, el cruce entre lo que sucedía en el escenario (la totalidad) y lo que la cámara de video tomaba y reproducía (aspectos muy individuales, a veces) posibilitó un contacto con estas obras desde perspectivas muy diferentes, pero también muy sugestivas.
Agenda del día
A las 19. Origami, la forma que se pliega , y Lo que nos sostiene , en el C. C. Rojas, Corrientes 2038. En el Teatro de la Ribera, Pedro de Mendoza 1821, Arida o estepa .
A las 20. Insanas e impuras... esas tierras , en el C. C. Borges, Viamonte y San Martín. Karo vertical 2006 , en el C. C. de la Cooperación, Corrientes 1543.
A las 21. Slogans , en el C. C. Recoleta, Junín 1930.






