
Di Núbila, crítico de raza
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"Soy, simplemente, un memorioso que vive para el cine." Y en torno de esta frase, que solía repetir siempre con indudable modestia, se desarrolló la larga y fructífera trayectoria de Domingo Di Núbila, fallecido ayer a los 76 años, en una clínica de Belgrano, como consecuencia de una larga enfermedad.
Crítico y estudioso -uno de los últimos que analizaron con ardor, honestidad y voluntad la historia de la cinematografía argentina-, Di Núbila nació el 30 de enero de 1924 en Pergamino.
En su época de estudiante devoraba libros de aventuras, y también se animaba a escribirlas en breves cuentos que se llevó el olvido. Sin embargo, estaba predestinado a que el lenguaje fuese su herramienta de trabajo. A los 14 años, y presentado por un pariente, ingresó en el diario El Tiempo, de su ciudad natal. Allí, según él mismo gustaba recordar, "hacía de todo". Esa fue la escuela que moldeó al futuro crítico.
Ya por esos días Di Núbila comenzó a vincularse con distintos aspectos del quehacer artístico por medio del Ateneo Cultural de Pergamino, y muy pronto conoció a Mario Soffici, que estaba en aquella ciudad rodando su film "Quiero morir contigo". Este encuentro fue decisivo para el futuro de Di Núbila. Si bien pronto alcanzó la responsabilidad de crear y dirigir la sección espectáculos de El Tiempo, optó por dar el gran salto hasta Buenos Aires.
Aquí conoció al legendario crítico, guionista y narrador Chas de Cruz, que lo incorporó a su espacio radial "Diario del cine", en el que Di Núbila se mantuvo durante casi un cuarto de siglo. En sus comienzos porteños ingresó en el periódico Cine, y años después fue director de "El Heraldo del Cinematografista", una publicación especializada que en su momento era imprescindible. Pasó también por la redacción de "Gaceta de los espectáculos", fue asesor fílmico de Canal 9, corresponsal por largo tiempo de la revista norteamericana Variety, y transitó por la radio y la televisión con "Fontana Show" y "Mónica presenta".
Un libro imperdible
Para su mayor gloria, Domingo Di Núbila realizó el primer reportaje sobre cine que se emitió por la pantalla chica, en el viejo Canal 7. Pero no hay duda de que su trabajo más importante es la "Historia del cine argentino", dos tomos que vieron la luz en 1956 con un éxito arrebatador. El libro permaneció mucho tiempo agotado -en 1998 se reeditó la primera parte, titulada "La época de oro"- y se convirtió en fuente de consulta ineludible de estudiosos e investigadores. Otro volumen suyo, "Cuando el cine es aventura", se centró en la figura del pionero Federico Valle.
En los últimos años, y a pesar de su enfermedad, Domingo Di Núbila trabajó como director de programación de la señal de cable Space, en cuya empresa productora -Imagen Satelital- se desempeñaba desde comienzos de la década del 90. Su simpatía, su inclaudicable caballerosidad y un humor que ponía de manifiesto en centenares de anécdotas que narraba en interminables ruedas de amigos se sumaban a esa vocación por el cine nacional y su historia, tarea a la que había impreso su sello personal y su enorme sapiencia.
Hoy, a las 16, se rezará un responso en su memoria en la capilla del cementerio de la Chacarita; luego, sus restos serán cremados.






