En busca de la heredera de Friends: ¿cuál es la mejor comedia de esta época?

Seinfeld y Friends, las reinas indiscutidas de la comedia televisiva de los noventa, terminaron hace ya varios años. La primera de ellas finalizó en 1999, y la segunda en 2004. Por ese motivo, repasamos cuáles son las mejores sitcoms de los últimos 16 años y cuál podría ser recordada a futuro como la gran comedia televisiva de esta época. Las candidatas son...

Two and a half men

Status: 12 temporadas entre 2003 y 2015.

¿De qué va? Alan Harper (Jon Cryer) y su pequeño hijo Jake (Angus T. Jones) deben irse a vivir con Charlie (Charlie Sheen), el tío solterón y mujeriego que vive de fiesta en fiesta. La comedia surge a partir de cómo Alan y Jake se acomodan a ese nuevo y desconocido (aunque atractivo) estilo de vida.

Lo que más gusta: indudablemente el gran acierto de la serie fue el propio Charlie Sheen, que con este personaje se convirtió en el rey de los excesos (dentro y fuera de la pantalla). Two and a half men era una serie ensamblada a partir del tío Charlie, y el resto de los personajes parecían acomodarse a esa lógica. Como suele pasar, el protagonista se creyó más que la propia ficción y su ego desmedido lo llevó a abandonar la serie (¿o la serie lo abandonó a él?). De esa forma, en la novena temporada hace su ingreso Walden Schmidt (Asthon Kutcher, que para sacar las papas del fuego pidió un cachet que al día de hoy le provoca dolor a las billeteras de los productores), que con mucha dignidad, pero menos solvencia, aguantó estoico cuatro temporadas completas. En resumen: Sheen, a pesar de vivir al borde del descontrol y con todo lo despreciable que su “tío Charlie” pudo llegar a ser, logró componer un personaje de comedia perfecto.

Lo que cansó: seguramente lo más delicado de esta comedia sea el componente femenino. Si bien la serie se refugia en un universo masculino, la gran mayoría de las veces (salvo honrosas excepciones), los personajes femeninos sólo se anclaron en estereotipos basados únicamente en la belleza, siendo las mujeres con personalidad más fuerte, aquellas con las que los protagonistas no desean tener relaciones (por ejemplo, las madres o las ex esposas).

Capitulazo: Back Off, Mary Poppins (episodio 1, temporada 2). Alan descubre que su hermano pertenece a un club exclusivo en el que se encuentra con otros hombres como Elvis Costello, Harry Dean Staton o Sean Penn. Obviamente, Alan quiere entrar ante la negativa de Charlie, que no quiere saber nada del asunto.

How i met your mother

Status: 9 temporadas entre 2005 y 2014.

¿De qué va? Ted Mosby (Josh Radnor), padre de dos hijos, decide contarles cómo conoció a su madre (que no es lo mismo que el amor de su vida). De esa forma, la serie se convierte en un gigantesco flashback en el que Ted repasa no solo sus muchas parejas, sino también cómo fue su juventud junto a sus amigos Marshall (Jason Segel) y su novia Lily (Alyson Hannigan), Barney (Neil Patrick Harris) y su amigovia Robin (Cobie Smulders).

Lo que más gusta: How i met your mother y su estructura de flashback y flashforward logró perfeccionar un recurso que ninguna sitcom había explotado antes con tanta eficacia. De esa forma, no solo sabemos cómo fue la juventud de los protagonistas, sino también la infancia y la vejez. Y obviamente que el personaje de Barney Stinson, una versión más refinada de Charlie Harper, elevó a esta serie al olimpo de las comedias.

Lo que cansó: algunos golpes bajos molestaron. En el capítulo Bad News (treceavo de la sexta temporada), por ejemplo, la muerte del padre de Marshall fue un argumento que atentó contra el espíritu del programa (algo similar sucedió con Barney y la búsqueda de su padre). La vieja costumbre de muchas sitcoms, que en un momento determinado eligen ponerse sensibleras, es una fiebre que pareciera no extinguirse, y que en el caso de HIMYM logró hacer varios episodios para el olvido.

Capitulazo: The Playbook (episodio 8, temporada 5). Luego de su ruptura con Robin, Barney repasa sus mil y una estrategias para seducir mujeres. Un capítulo perfecto en el que Neil Patrick Harris demuestra su indiscutible habilidad para la comedia. Es el episodio ideal para evangelizar a los no seguidores de esta serie.

The Big Bang Theory

Status: comenzó en 2004 y lleva nueve temporadas al aire.

¿De qué va? Un grupo de jóvenes nerds (cuyo mundo de cuatro paredes está compuesto por informática, video-juegos, historietas y series sci-fi) se ve sacudido con la entrada de Penny (Kaley Cuoco), una bella sureña que llega a la ciudad con aspiraciones de actriz. El eminentemente mundo despojado de mujeres, poco a poco comienza a poblarse de nuevas integrantes que en algunos casos, terminan siendo más nerds que los propios protagonistas.

Lo que más gusta: TBBT es una de esas series que milagrosamente tiene una galería en la que todos los personajes son atractivos, desde el propio Sheldon (Jim parsons), hasta otros menos recurrentes como Wil Wheaton o Barry Kripke (o incluso otros casi “invisibles” como la señora Wolowitz).

Lo que cansó: con las temporadas, la trama comenzó a agotarse y llevó a sus protagonistas a historias menos atractivas, abandonando el paraíso geek para buscar la comedia en las parejas disparejas u otros tópicos que ya se visitaron hasta el hartazgo. En ese sentido, basta comparar las primeras temporadas con las últimas para ver cómo la serie traicionó su propio espíritu.

Capitulazo: The Terminator Decoupling (episodio 17, temporada 2). Parte del grupo viaja en tren y se cruza con Summer Glau, heroína nerd que protagonizó la serie de Terminator y Firefly. Mientras tanto, Sheldon se ve obligado a “interactuar” más de lo deseado con Penny. Gran episodio con el que cualquier amante de la ciencia ficción, se sentirá irremediablemente representado en las escenas con Glau.

The Office

Status: 9 temporadas, entre 2005 y 2013.

¿De qué va? Con un registro tipo documental, la serie retrata la cotidianeidad de una oficina común y corriente, con sus empleados y la relación con su jefe. Una premisa de lo más sencilla, que dio pie a mil situaciones de comedia.

Lo que más gusta: el tono, definitivamente lo mejor que tiene esta serie es el tono incómodo de cada uno de los chistes. Desde Michael Scott (Steve Carell, en el papel de su vida) en adelante, todos los capítulos de The Office son una sucesión de chistes incorrectos y silencios incómodos que bien podrían ser herederos de Larry David.

Lo que cansó: algo que suele suceder cuando se va un personaje tan fuerte, la serie no pudo sostener con eficacia la partida de Carrell. Si bien todos los personajes tienen su atractivo, cuando en la octava temporada el actor abandonó la serie, irremediablemente la ficción se vino cuesta abajo, y si bien no tocó el subsuelo, la calidad bajó (a pesar de haber presentado nuevos y gloriosos personajes como Robert California -James Spader-)

Capitulazo: Dinner Party (episodio 9, temporada 4). Varios empleados de la papelera se reúnen en la casa de su jefe para una cena informal y descubren las mil miserias en las que vive su empleador y los maltratos y excentricidades de su esposa. Es un episodio de comedia perfecto. Y de yapa, mención especial para el capítulo Stress Relief (episodios 14 y 15, temporada 5) en el que Dwight (Rainn Wilson) simula un incendio, dando a luz la que probablemente sea la mejor escena de toda la serie.

Modern Family

Status: se estrenó en 2010 y lleva siete temporadas hasta el momento.

¿De qué va? Retrata la vida de una familia enorme, compuesta principalmente por el clan Pritchett. Por un lado, está Jay, un hombre sesentón casado con una joven latina que tiene un pequeño hijo. Por otro, Claire, casada y con varios hijos; y por otro, Mitchell Pritchett, el hijo de Jay que formó pareja con Cameron, con el que adoptó a una pequeña niña. La serie propone retratar a través de la comedia, la dinámica de una familia que se aleja kilométricamente del canon y cómo a pesar de los cambios no dejan de existir los mismos problemas de siempre.

Lo que más gusta: Modern Family podría caer en la carga de moralina constante, pero siempre logra dar una vuelta de tuerca, incluso a veces incorporando un grado de relativa acidez poco habitual para una comedia de este tipo. El verdadero atractivo de la serie es cómo logra gambetear siempre el cliché y el golpe bajo innecesario, revelando que todos los personajes pueden divertirse con sus miserias, y que no por eso pueden dejar de tener una relación amor/odio con distintos miembros de su familia.

Lo que cansó: la falta de personajes secundarios que permitan expandir el universo. Llama la atención que a pesar de tener más de 160 episodios, los personajes son básicamente siempre los mismos y ninguno de ellos logró desarrollar una vida personal muy basta por fuera del núcleo familiar, lo que termina dando la sensación de ver una y otra vez las mismas caras de siempre.

Capitulazo: My Funky Valentin (episodio 15, temporada 1). En el primer San Valentín de la serie (una fiesta que aparecerá en más de una oportunidad), las tres parejas principales verán cómo sus planes se hacen pedazos: Phil y Claire se sumergen en un juego de rol que tendrá pésimos resultados; Mitchell y Cameron atraviesan una discusión, y Jay y Gloria pasan un mal trago en un espectáculo de comedia.

De yapa: las que se merecen una mención

Community: serie de culto que logró temporadas perfectas, pero que no siempre pudo mantener el estándar de calidad en lo más alto.

Love: la serie de Netflix producida por Judd Apatow, si bien solo lleva una temporada, demostró que tiene pasta para ser una de las grandes comedias de esta época.

Silicon Valley: la más reciente creación de Mike Judge debe ser la gran comedia de este momento. Van apenas tres temporadas de gloria, crucemos los dedos para que no decaiga.

Arrested development: un caso totalmente fuera de cualquier molde. Esta excepcional serie que tuvo apenas cuatro temporadas (la última gracias a Netflix, que escuchó a la legión de fans que pedían a gritos un epílogo para la saga de los Bluth), es una de las joyas televisivas más importantes del último tiempo (junto a Curb your enthusiasm, de la que no vamos a hablar porque ya la elogiamos demasiado en esta nota).

Unbreakable Kimmy Schmidt: otra de Netflix (y de la gran Tina Fey). La de Kimmy es una ficción que si bien lleva poco tiempo al aire, demostró que Ellie Kemper es la comediante perfecta, siendo capaz de transitar el absurdo sin hacer papelones.

Pero la comedia ganadora es... The Office

La épica cotidiana de una papelera es claramente la mejor comedia televisiva en lo que va del nuevo milenio. Quizá la gran ironía de esta ficción es que a pesar de haber estado basada en una remake, logró una identidad única que no necesitó robar fórmulas preestablecidas. Pero lo más interesante de The Office es que siguiendo la lógica de Seinfeld, supo mantener a sus personajes prácticamente siempre en el mismo casillero sin forzar cambios ni violentar sus espíritus. Michael es Michael siempre y lo mismo sucede con otros principales personajes como Dwight, Jim o Pam, como así también con los secundarios como Toby, Creed o Stanley. The Office es una serie que al día de hoy hace escuela, que inauguró una nueva forma de entender la comedia en televisión y que supo hacerlo durante nueve años, aunque muchos le daban no más que una temporada de vida.

Por Martín Fernández Cruz

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