
Graciana Chironi, Liliana Capurro y Federico Esquerro.
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Como una piedra rodante
Se dice que la piedra que rueda no acumula moho. En Familia rodante , la nueva película de Pablo Trapero, sólo se trata de sacudir un poco el polvo que se acumula en la estructura familiar.
Cuando la "nona" es elegida para ser madrina en la boda de una sobrina a la que no conoce, la numerosa familia decide movilizarse con ella hasta Misiones, su tierra natal, a la que hace tiempo no vuelve. Tan prometedora como un viaje con toda la familia a cuestas escuchando a León Gieco, la travesía se pone en marcha. Mil kilómetros desde Buenos Aires hasta un pueblito cercano a la frontera con Brasil; las tensiones y secretos que permanecían invisibles asoman al ponerse en movimiento.
Es difícil no imaginar en el grupo familiar que nos presenta Trapero una representación del país en el que vivimos. Lo raro aparece al percibir que, caso extraño en el cine nacional, los conflictos que surgen entre estos personajes son puramente de orden sexual. No existen problemas sociales, económicos ni de ningún otro tipo. El retrato incluye cuñados que tienen una historia pasada, a punto de revivir en cualquier descuido; un triángulo adolescente entre dos primos y la amiga de ella, y la violenta relación de una joven pareja. Frente a semejante potencia carnal, no extraña que la tierra se vuelva roja y la abuela (personaje medular) se vea empequeñecida con su modesto conflicto personal: tiene 80 años y se le ha ocurrido mirar atrás en el camino (el de su vida, claro).
El neorrealismo, que nació en los años 40 a la sombra de la Segunda Guerra Mundial, se sirvió de escenarios naturales y actores no profesionales para retratar conflictos cotidianos. En una escala menor, los últimos años de la Argentina parecen estar generando un tipo de cine que comparte ciertas particularidades con aquel movimiento caracterizado por un especial interés en el hombre común.
Familia rodante carece de esa espontaneidad, que es reemplazada por una naturalidad cuidadosamente elaborada y llevada a cabo con toda profesionalidad y absoluto dominio de los aspectos técnicos, aunque sin esconder cierta composición for export.
Basándose en anécdotas y recuerdos familiares y utilizando a su abuela como protagonista, Trapero revive la comedia costumbrista y familiar que había sido olvidada durante años, siendo el primero de los jóvenes realizadores del nuevo cine argentino en convertirse en una persona adulta. Con todos los logros y las pérdidas que ello trae aparejado.




