Humos de sobremesa
Lugares y consejos para recordar antes de encender un puro; a medida que el hábito de fumar cigarros se extiende, crecen los sitios donde comprar e inhalar las mejores marcas.
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Un grupo de jóvenes apenas termina su cena cuando la botella de champagne llega a la mesa. Luego de aflojarse un poco más el nudo de la corbata, uno de ellos extrae del bolsillo del saco una marquilla de cigarros. Pronto, una nube de humo envuelve la sobremesa.
La escena no pertenece a un film de Hollywood, sino a un jueves porteño, por la noche, en un restaurante de moda situado en Las Cañitas. El gesto que, matices al margen, se repite en no pocos bares y restaurantes de una Buenos Aires obstinada en no quedar afuera de las nuevas tendencias.
En estos días, no hay edad ni sexo que limite inscribirse en el hábito de pitar un cigarro, inhalar el humo, saborearlo -evitando la insalubre tarea de tragarlo-, para finalmente envolverse en él con una exhalación.
Quizá por esta razón, desde salones elegantes hasta modernos cafés ofrecen a sus clientes espacios exclusivos para fumar, humidores (las cajas donde se conservan los cigarros), accesorios y hasta revistas dedicadas a este placer en auge.
Las cigarrerías ya no son comercios oscuros, reservados a un público mayor, llegan al país marcas preciadas en todo el mundo y, de a poco, los no fumadores miran con menos recelo a sus compañeros de mesa cuando éstos cierran la noche con un puro.
Una recorrida de Vialibre por distintos locales de la ciudad permitió elaborar un listado de sitios aptos para comer, tomar algo, fumar o comprar cigarros (ver aparte). Los hay para todos los gustos y los presupuestos. Aun para quienes no aspiren a enrolarse en las filas de expertos exhaladores de humo.
Refugio para hedonistas
Tobago Cigar & Arts Caffé, nació como un espacio para quienes desean combinar el espeso humo de un puro con una cuota de cultura. El salón profundo, con barra de madera, mesas y sillas de viejo café, una chimenea y una pared-estante en la que descansan libros para hojear y leer cuanto se quiera, sin obligación de compra. La escenografía se completa con una galería de arte -coordinada por Diana Glusberg- y un mueble humidor realizado en madera de cedro estacionada durante 50 años.
"Un refugio para hedonistas donde dejarse caer en compañía de un buen café y cocina gourmet", lo definen sus dueños, Claudia Londynski, Silvia Hoch, Ruth y Gustavo Wagmaister. Y no pecan de pretensiosos. La propuesta de Fernando Ferrari -ex chef de Madeletto, San Bábila y Harry Cipriani- bien podría otorgarle el rótulo bistrot.
Además de cafetería y tragos, la acotada carta ofrece algunas tapas y ensaladas, sándwiches en sabrosos panes, con rellenos deliciosos y, entre los platos calientes, una breve nómina que hace difícil la elección.
Durante el día, Tobago se transforma en taller de narrativa, fotografía, video, juegos teatrales y pintura. Por la noche, música en vivo, lecturas de poesía, espectáculos teatrales cuentan, de lunes a sábados, con artistas destacados; Gabriela Acher, Mono Fontana, Divina Gloria, Fernando Noy, entre otras figuras, pasaron por el informal escenario del local.
A un cuidado inventario de vinos, los gourmands amantes del humo pueden sumar a sus placeres una selección de cigarros de todo el mundo. Con precios que oscilan entre $ 2,50 y $ 22,50, de acuerdo con marcas y vitolas, no faltan los cubanos Cohiba, Montecristo, Partagás, José L. Piedra, Romeo y Julieta y, como novedad, los recién llegados al país minihabanos. También hay puros de República Dominicana, Holanda, Suiza y Francia, estos últimos hechos con tabaco de Camerún.
Lejos del fragor del microcentro, en los límites de Belgrano R, unas notas de jazz inundan el ambiente y los sentidos no se equivocan cuando indican que este lugar nació para reconfortar a los incansables buscadores de rincones perfectos.
Sitios aptos para fumadores
Casa del Habano Cubano Viamonte 534. Con sede en 32 países, ofrece más de 30 marcas. También, se consiguen accesorios para el fumador (encendedores, cortadores, tabaquera, ceniceros). Salón de fumadores. Cohiba Espléndidos, $ 38; Cuaba Divinos, $ 7, Generosos, $ 8,30; Partagás, Romeo y Julieta y otras marcas.
Davidoff Maipú 818, Tel. 314-5353. Venden cigarros Davidoff (Special R, $ 14,90), Griffins, Private Stock (robusto, $ 5) y Zino Mouton Cadet, desde $ 3 hasta $ 50. Habanos (Romeo y Julieta, Partagás, Montecristo), dentro de la misma variación de precios. Entre los accesorios, amplia gama de humidificadores (desde $ 350), cortadores (doble hoja autoafilables Zino, $ 60; Davidoff en laca y oro, $ 365), portacigarros (desde $ 55), encendedores, cerillas, ceniceros, pipas (de $ 20 a más de $ 1000) y artículos suntuosos (relojes, trabas de corbata, gemelos). Además, lapiceras y accesorios de reconocidas marcas. Salón del fumador con servicio de bar y lockers.
Tabaqueria Inglesa Paraguay 626. Salón del fumador con sillones, TV y bar en el primer piso. Los tragos y el café son invitación de la casa. Habanos (Cohiba, Montecristo, Romeo y Julieta, Partagás, Bolívar, Punch, de $ 2 a $ 43); dominicanos (Royal Corona de Arturo Fuentes, $ 7); el hondureño Robusto de Bering, $ 7,80; Macanudo de Jamaica y el brasileño Don Pepe, Panatelas, $ 3,50.
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