
La canción española también se disfruta leyendo
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Las grandes compañías discográficas dominan el mercado musical en casi todas sus facetas.
Pero siempre dejan huecos. Hay músicas, compositores y géneros que, por diferentes razones, no llegan a llamar la atención de las majors.
Allí es donde aparecen los sellos chicos que, por su propia constitución, promueven no sólo otras músicas, sino también formas diversas de presentación del material discográfico.
Y, para poder emerger del océano de música que se graba y llega a las bateas de todo el mundo mes tras mes, ofrecen productos de calidad y el plus de una elaboración de cuidado artesanal. Una marca registrada de estas pequeñas editoriales musicales es el cuidado casi obsesivo por la información. Su orgullo es aportar, además de sonidos, datos sobre intérpretes, características técnicas y, por que no, conversaciones, ilustraciones y poemas.
Este es el caso de la colección que lanzó la revista española El Europeo y que acaba de llegar a la Argentina por medio del sello Acqua Records.
Además de ofrecer un menú rico y variado en materia de música popular contemporánea española, los presenta bajo el formato de libro-discos.
Como su nombre lo indica, no se trata solamente de ofrecer un puñado de canciones de artistas como Eduardo Aute, Dina Rot y otros menos conocidos en la Argentina, como el vasco Eduardo Atxaga o el histriónico catalán Sisa Mestre, sino también completísimos libros que incluyen poesías e ilustraciones.
En vez del habitual booklet, el sello ofrece libros del mismo tamaño que el CD, pero con muchas páginas, papel de calidad y cuidado diseño, sin por eso aumentar demasiado el precio de venta: la primera serie de libro-discos costarán en Buenos Aires entre 25 y 30 pesos.
Luis Eduardo Aute, el más conocido de los artistas que integran la colección, que inició la serie de libro-discos con su obra titulada "Animal", puede servir de ejemplo de la propuesta de El Europeo.
Aute ofrece veinticinco canciones inéditas, poemas y dibujos o "boligrafías", según la definición del propio autor.
El músico español se muestra en una faceta diferente a la de sus anteriores trabajos discográficos. Muchas obras instrumentales y canciones de un minuto de duración distan bastante de su repertorio habitual. Estas viñetas sonoras se complementan con poesías y dibujos que le otorgan al producto un carácter intimista y ascético. Y multidisciplinario.
Es bueno recordar que el español aprendió a pintar antes que a componer canciones. De hecho, éste no es el primer proyecto multimediático que encara Aute. Su primer intento para unificar sus múltiples pasiones artísticas data de 1968 (24 canciones breves), y en cada década se hizo un tiempo para seguir experimentando en este rubro ("Sarcófago", de 1975 y "Templo", de 1987).
Si bien el proyecto del libro-disco le permitió al artista español construir un producto mucho más libre y experimental, siguen vigentes algunas de sus preocupaciones y obsesiones.
Una de ellas es la palabra y la perdida del sentido original que el uso -y abuso- cotidiano suelen infringirles. En una entrevista que le realizó el diario español El País, Aute señaló que el objetivo que se propuso en su creación para "Animal" fue "rastrear todos aquellos conceptos que las palabra han terminado no definiendo, sino ocultando, por fuerza del uso, en frases hechas y paradojas de fondo. De todas formas -agrega-, lo que verdaderamente critica mi libro es la huida hacia adelante. Creo que debemos huir hacia dentro, hacia los orígenes".
El disco-libro de Dina Rot "Una Manu tumó l´otra" también es conocido para el público argentino. Incluye muchas de las obras que la cantante presentó en la Argentina el año último. Rot canta con su voz dulce e intimista los poemas que Juan Gelman y Clarisse Nicoidsky escribieron en lengua sefardí.
De la serie de libro-discos que editó El Europeo, se consiguen en Buenos Aires otros seis títulos, de autores que si bien no han tenido hasta ahora difusión en la Argentina, seguramente se incorporarán al catálogo de los amantes de la canción popular española.
Algunos de los discos más interesantes son el de Martirio y sus "Coplas de madrugá", "Universo en ciernes", de Mari Pau Domínguez, y "Nueva Etiopía", de Bernardo Artxaga.
Martirio, cantante y actriz y cara televisiva, se despachó con un repertorio de coplas amorosas clásicas españolas de la década del 50, pero con una mirada de los años 90. El artífice de esta peculiar alquimia es el notable pianista de jazz Chano Domínguez, que con su trío le da una nueva vuelta de tuerca a coplas tradicionales.
Una verdadera curiosidad es el disco de Bernardo Artxaga. Es un libro-disco que incluye canciones, poesías y conversaciones que, en definitiva, muestran un poco de la cultura vasca. Todas las canciones están cantadas en esta lengua, hasta un insólito tango de Mikel Laboa, "Lizardi", con bandoneón y fraseo tanguero incluido.
Múltiples influencias
La Colección de El Europeo permite hacer una recorrida imaginaria por la actualidad de la canción en la península ibérica a través de autores y poetas que no son tan conocidos en estas latitudes.
Y en esta recorrida, algo que llama la atención es la diversidad de influencias que siguen atravesando a la canción popular español desde hace más de una década.
Es una constante en todos los libro-discos encontrarse con las raíces poéticas ibéricas, desde el renacimiento hasta la actualidad y la fuerte presencia mora y flamenca.
Además, no falta en cada álbum al menos una par de canciones con perfil rockero y/o afrocubano.
El furor de la salsa parece continuar en España porque no es raro encontrar al menos un merengue, un son una guajira o similar.
Un buen ejemplo de esto es el disco de la escritora y periodista Mari Pau Domínguez, que convocó a un seleccionado para su disco debut: Ana Belén, Miguel Ríos Víctor Manuel y Pedro Guerra que canta en un curioso dúo que combina el bolero y el aire de flamenco junto a la cantaora Carmen Linares.




