Lejos del lugar común
Para hacerse cargo de "Tosca" en el Teatro Argentino de la Plata fue convocado un viejo conocido de los argentinos: Beni Montresor.
El régisseur italiano, que dirigió en el Teatro Colón las recordadas puestas de "Sanson y Dalila" y "La flauta mágica", acordó con Pedro Pablo García Caffi realizar un enfoque que escape a lugares comunes de "Tosca". "Lo primero que pensé fue no hacer una versión folklorista , que me parece algo barato y considero muerto", sostiene con firmeza Montresor en diálogo con La nacion.
Para esto, según explica Montresor, "comencé pensando en cuál era la situación cuando Puccini escribió esta ópera. Yo supongo o, mejor dicho, sé que no pudo decir todo lo que quería en esta historia. Lo cierto es que Cavaradossi y Tosca son víctimas del Estado Pontificio". Esta recuperación histórica le significó el duro rechazo de "la derecha italiana", según cuenta, por una puesta con una concepción similar que hizo en el Festival de Torre del Lago. "Pero García Caffi me dijo que era un artista y que era libre de expresar lo que quisiera", comenta.
Montresor dice que el espíritu de la puesta es el mismo que el de la versión italiana, sólo que el aspecto visual tiene un impacto mayor, por las características de la sala platense. La puesta aquí pesa más en su aspecto vertical, se hace más monumental. "Se trata de un espacio fantástico, es enorme. Me impresionó ver mi propia escenografía montada allí", elogia Montresor, quien apeló a sus ya clásicas superficies reflectantes.
De hecho, al igual que los cantantes invitados, Montresor está feliz de ser partícipe de un hecho cada vez más infrecuente en el mundo entero.
"Es un milagro, pero lo más importante es que la gente del teatro conserva algo que se está perdiendo en las casas de ópera del mundo, muchas de los cuales se han transformado en ministerios burocráticos. Aquí hay calor humano, es un lugar cálido con gente muy gentil y profesional", concluye.