Sus seis temporadas ya están disponibles en Netflix
De objeto de culto de la TV británica a uno de las ficciones más esperadas de la era del streaming, Black Mirror, la serie de antología creada por Charlie Brooker explora con inteligencia y humor negro el lado oscuro de los avances tecnológicos que ya forman parte de la vida cotidiana. Se trata, claro, de versiones aumentadas y llevadas al límite sobre los efectos de las redes sociales, la inteligencia artificial, el estado de vigilancia y la fascinación que las pantallas ejercen en todos prácticamente desde la cuna. En cada uno de los 27 episodios de la ficción, repartidos en seis temporadas, la ficción también se aventuró en búsquedas narrativas que la llevaron más allá de la ciencia ficción que la motorizaba desde el inicio. El terror, las fábulas románticas y el drama son ahora tan importantes en las historias que Brooker y su equipo presentan como esas nihilistas predicciones sobre el futuro que en muchos casos ya dejaron el terreno de la fantasía para hacerse realidad. Los espectadores que todavía no se hayan asomado al mundo mayormente apocalíptico de Black Mirror, estos cinco episodios -todos disponibles en Netflix- son la mejor puerta de entrada. De la salida, por ahora, no se sabe nada.
1. “Vuelvo enseguida” (temporada 2, episodio 1). Aunque la idea del uso indiscriminado de la tecnología como el punto de origen de muchos de los problemas éticos y morales del mundo suele funcionar como el disparador de la serie, en ella también aparecen muchas veces, apenas por debajo de la superficie, reflexiones sobre el amor, la pérdida y los límites que se pueden traspasar en su nombre. Ese es el eje del relato de este episodio que cuenta la historia de Martha (Hayley Atwell), que en pleno proceso de duelo por la repentina muerte de su novio Ash (Domhnall Gleeson) decide emplear los servicios de una empresa que le promete crear una nueva versión del muchacho a partir de la actividad en Internet de este. Cuando una réplica artificial de Ash llega a su puerta, Martha está demasiado embelesada con el regreso para advertir las consecuencias que más temprano que tarde le traerá el hecho. Romántica y pesimista, la historia abre muchas de las avenidas narrativas a las que Brooker volverá en más de una ocasión inaugurando el subgénero de romance trágico futurista.
2. “Caída en picada” (temporada 3, episodio 1). Para el primer capítulo de la nueva etapa de Black Mirror en Netflix, Brooker decidió combinar un relato accesible y con alto potencial de identificación para los espectadores con una actriz famosa, Bryce Dallas Howard; un experimentado director británico como Joe Wright (Orgullo y prejuicio, Las horas más oscuras) y un guion escrito por Michael Schur (The Good Place) y Rashida Jones (The Office). Así, el episodio está ambientado en un mundo de colores pastel y paisajes instagrameables en el que la gente otorga puntajes -equivalentes a likes- a sus congéneres a través de una aplicación. La acumulación de puntos garantiza el acceso a los mejores trabajos, viviendas y hasta a los más exclusivos círculos sociales. En ese contexto, Lacie (Howard) intenta, con creciente desesperación, aumentar su ranking social. Cuando empieza a ocurrir justo lo contrario, el descenso a los infiernos del personaje refleja con lacerante verosimilitud el modo en que muchos utilizan las redes sociales en el mundo real.
3. “USS Callister” (temporada 4, episodio 1). Los relatos de ciencia ficción suelen tener al espacio exterior como uno de sus escenarios favoritos, pero en este caso ese terreno se refleja a sí mismo. La nave espacial del título y los personajes que la habitan están inspirados en ficciones de antaño aunque pasadas por el filtro de las posibilidades de las nuevas tecnologías. Con elementos estéticos y narrativos que hacen referencia directa a Star Trek, este episodio es una caja de sorpresas en la que los espectadores descubren que nada es lo que parece a la par de Nanette (Cristin Milioti), empleada en una empresa de software. Curiosa, la mujer se da cuenta que uno de sus compañeros construyó un mundo de fantasía en el que él es el capitán de la nave y el caprichoso amo y señor de sus destinos. Con humor y un gran uso de guiños a la cultura popular de los últimos cincuenta años, el capítulo cuenta con el excelente Jesse Plemons (El poder del perro) como el manipulador y resentido programador que busca revancha en la realidad creada a su antojo.
4. “San Junipero” (temporada 3, episodio 4). Una vez más, Black Mirror presenta un episodio que explora con sensibilidad e inteligencia ideas sobre el amor, el paso del tiempo y el dolor de las pérdidas. La acción transcurre en una playa creada digitalmente para que personas ancianas puedan disfrutar allí de su vida virtual a través de los jóvenes avatares sintéticos que elijan. En ese espacio ambientado en los años 80 se encuentran y se enamoran Yorkie (Mackenzie Davis) y Kelly (Gugu Mabtha-Raw). La revelación de que su romance florece en una simulación y la incógnita de lo que sucederá con ellas más allá de ese espacio virtual deviene en uno de los más emotivos capítulos de una serie que aquí cambia su signo pesimista para presentar un final feliz que no traiciona su celebrado estilo narrativo.
5. “Beyond The Sea” (temporada 6, episodio 3). Estrenada hace un par de semanas, esta nueva temporada del programa aprovechó su propia fama y la billetera de Netflix para reunir a un elenco de estrellas que protagoniza algunos de sus episodios más arriesgados de los últimos tiempos. Así, en “Joan es horrible” aparece Salma Hayek interpretando un par de versiones de sí misma mientras que en “Beyond The Sea” Aaron Paul encarna a dos personajes distintos aunque con su misma cara. En el notable capítulo la trama invierte la idea del espacio exterior como la gran incógnita para revelar que el misterio más grande de todos reside en el lado oscuro del alma humana. La acción transcurre en una versión alternativa de los años sesenta en la que la carrera espacial llegó a un punto tal de sofisticación que los astronautas enviados a largas misiones más allá de la Tierra pueden “regresar” a ella gracias a un dispositivo que conecta su conciencia con una réplica humanoide de sí mismos. Con la idea de evitar los efectos del aislamiento y la claustrofobia dos astronautas, Cliff Stanfield (Paul) y David Ross (Josh Hartnett), aceptan participar del experimento con diferentes grados de conformidad y adaptación. Cuando una tragedia destruye la vida de David en la Tierra- una secuencia que hace referencia a los crímenes del clan Manson con un perturbador Rory Culkin en el papel del líder de la secta-, la relación entre los astronautas deriva en un extraño triángulo amoroso que tiene a Lana (Kate Mara), la esposa de Cliff, como un confundido objeto de disputa y deseo. Con una duración de 80 minutos, un detallado diseño de producción y la excepcional interpretación de Paul, “Beyond the Sea” representa lo mejor que Black Mirror tiene para ofrecer al espectador.
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