
Marc Ribot, entre Cuba y el jazz
El guitarrista presentará sus versiones sobre clásicos temas de Arsenio Rodríguez
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Son días en los que Buenos Aires recibe visitas por decenas, algunas, como la del excelente guitarrista Marc Ribot, de carácter estelar. En efecto, este gran músico de la vanguardia neoyorquina -más información sobre su trayectoria, hoy en Vía Libre- se presentará con Los Cubanos Postizos, el miércoles 18 y el sábado, 19, a las 21.30, en La Trastienda, Balcarce 460.
Ribot -junto a Antohny Coleman en teclados, Brad Jones en contrabajo eléctrico, E. Rodríguez en congas y el "Negro" Hernández en batería- presentará su finísima mirada sobre una parte sustancial de la música cubana, la del compositor Arsenio Rodríguez.
"No intentamos sonar como cubanos. Nos acercamos desde el jazz", sostiene este músico, que comenzó a tocar -confiesa- con la sola intención de tener éxito con las chicas.
Ecléctico en sus gustos, su música resume el espíritu actual del jazz, que toma de sus raíces sólo lo necesario para su desarrollo y les agrega un discurso personal y de variadas influencias.
Propone un divorcio amigable en-tre el sector conservador del jazz y "los que somos otra cosa". Incluye en esta categoría, la suya, a grandes próceres del género, como Thelonious Monk y Ornette Coleman.
Aunque Ribot nació con el rock, su estilo ha ido en franco desarrollo hacia el jazz, a pesar de que no encuentra un lugar que lo contenga en este género. "Ante todo, soy un músico, ¿me entiende?".
Aquí reproducimos parte de la entrevista telefónica realizada con el músico:
- ¿Podría darnos un pantallazo personal de sus comienzos?
-En realidad, comencé evitando la guitarra lo más posible. Me gustaba la trompeta. Luego me amigué con ella porque, como todo chico, creía que de esa forma me iba a ganar más mujeres. Pero no tomaba el asunto en serio, no consideraba que podría ganarme la vida como guitarrista.
-¿Cuáles fueron los momentos que más valora en su carrera?
-Qué interesante... En realidad tengo muchos momentos que valoro a lo largo de toda mi carrera. Estoy orgulloso de varios períodos musicales que he tenido, y de uno en particular, el que compartí con Tom Waits. Por otro lado, es muy bueno lo que me pasó en Atlantic Records, estoy muy contento con los dos discos con Los Cubanos Postizos. Otro momento que valoro mucho es el de mi disco solista "Don´t blame me" y espero también disfrutar del próximo.
-¿ Es un proyecto o ya está trabajando en su próximo CD?
-Ya estoy trabajando. Estoy contento con esto, y mi plan es que sea una continuación de lo que hice en el primero.
-¿Qué influencias tuvo?
-De chico, en Nueva Jersey, tocaba rock & roll en bandas de garaje. Como te dije, tocaba la guitarra por las chicas, y por ello mis influencias venían del lado de los Stones y de los Beatles y, en verdad, de cualquier otra cosa que sonara en esos días en la radio. Luego empecé a estudiar guitarra clásica con Franz Casseus, no porque me interesara mucho sino que porque se trataba de un amigo de mis tías. Debo confesar que no era muy bueno, yo quería tocar rock. Con el paso del tiempo me di cuenta de que debía aprender todo lo que Franz tenía para enseñarme... El fue una influencia muy grande.
Habla de otra etapa, en la cual hizo su disco solista: "Por aquel tiempo estaba muy influido por el disco de Thelonious Monk, en el que está solo Es muy bueno..."
-Y de sus últimos trabajos...
-Me impresionó el trabajo de Arsenio Rodríguez como solista y en ese momento consideré que los gringos deberían escuchar más de eso. Pensé dos cosas: por un lado, que lo que escuchaba era lo que siempre quería de Cuba, lo que Cuba debía ser y, por el otro, recuerdo haber pensado que ese tipo realmente estaba muy adelante en su tiempo... Sí, estaba haciendo algo y muy bueno.
-Al ser un músico ecléctico, ¿no le hace perder fuerza a su mensaje tanta variedad de estilos?
-Probablemente. Trabajo en un montón de proyectos que difieren bastante uno de otro, pero no cambio tanto de estilo. Creo que con los Cubanos Postizos somos como cualquier banda de garaje. No siento que esté haciendo algo muy distinto de lo que comencé tocando. El nombre de la banda lo demuestra, no pretendemos ser iguales que los cubanos. Creo que la música cubana tiene mucho que ver con los comienzos del rock y también creo que la influyó. En realidad lo que nosotros hacemos se aprecia en vivo porque tiene mucha más fuerza que lo que puede escucharse en las grabaciones. Hay que escuchar a Horacio Hernández en la batería... en vivo. Crecimos mucho desde nuestro primer trabajo.
-¿Cuán cerca se siente hoy del jazz?
-Tengo una relación muy rara con el jazz. En los Estados Unidos existe un debate muy grande acerca de lo que es jazz y lo que no lo es. Estoy muy conectado con Ornette Coleman y con Monk. Pero, no estoy muy seguro de que haya una cosa que sea jazz. Creo (ríe) que debería haber un amigable divorcio: los más conservadores, que se queden con el nombre de jazz y el resto seremos otra cosa... eso sí, Thelonious Monk y Ornette Coleman son de mi grupo.
-¿Qué música escucha?
-Depende. En realidad escucho de 10 a 12 horas diarias lo que estoy haciendo. Lo escucho y lo toco. Además de eso, hay muy pocas cosas que suenen tan bien como el silencio. Y tengo dos discos que son fundamentales para mi vida, que no los escucho todo el tiempo sino en circunstancias especiales: "Thelonious Monk" y "Witches and Devils" del saxo alto Albert Ayler.
-Los Cubanos Postizos era una banda para divertirse. El hecho de estar grabando en un sello grande, ¿no desvirtuó el propósito del encuentro?
-Sí, por un tiempo se desvirtuó, porque nos pusimos a pensar que teníamos que hacer cosas que le gustara a un público más amplio. Pero después decidimos volver a concentrarnos en lo que nos gustaba y nos divertía y si no se vende mala suerte (ríe). Hago lo que me gusta y lo que disfruto, si no no funciono.
-¿Qué música interpretará en Buenos Aires?
-Vamos a tocar material de los dos discos, "Los Cubanos Postizos" y "¡Muy divertido!". En un momento estuvimos probando con cosas nuevas, pero después decidimos seguir tocando Arsenio.
Ribot se despide curioso por Buenos Aires y sus tradiciones musicales. "Buscaré en mi tiempo libre algún lugar para escuchar música y ver si me prendo en alguna jamm", añade. La ciudad lo espera.




